España vuelve a rugir ante Italia. La Roja ha recuperado esa esencia, esa característica, ese detalle que la diferencia y que en tantas ocasiones desquició a los italianos en el pasado. La selección española ya no es la de antaño, la que ganó la Eurocopa-Mundial-Eurocopa, pero sí han conseguido encontrar su estilo. Un juego que Italia ha sido incapaz de frenar desde que el árbitro emitiera el pitido inicial hasta que señalara el final del encuentro. El gol ha sido en propia puerta de Calafiori, porque ni Nico Williams, ni Morata, ni Pedri (que ha contado con numerosas ocasiones) han sido capaces de batir a Donnarumma. No importa. Los tres puntos han subido a la tabla para los españoles. La Roja ya está en octavos de final de la Eurocopa para hacer soñar a los españoles.
Hace ocho años, después de que Italia finalmente pudiera ganar a La Roja en una Eurocopa, el ya exdefensa italiano Giorgio Chiellini definió en dos palabras lo que había sido España para ellos tras las derrotas de 2008, 2012 y 2013: “Una bestia negra”. Hoy la selección de Luis de la Fuente ha vuelto a ser esa fiera intratable imposible de frenar. Ha vuelto a vestirse de ganadora y ha hecho lo propio. Una España distinta a la de antaño, pero con la misma esencia ganadora se ha impuesto a los italianos.
La primera parte ha sido una exhibición del juego español, un recital para los espectadores que han visto cómo el balón no dejaba de circular de un lado a otro y las ocasiones de peligro no dejaban de sucederse. Pedri, con un remate de cabeza, ha tenido una de las ocasiones más claras de los primeros 45 minutos. Nico ha sido la peor pesadilla para Di Lorenzo, con desbordes por la banda que el italiano no era capaz de frenar. De hecho, Williams se ha desmarcado como uno de los mejores de España, algo ya de por sí difícil en este encuentro donde todos han brillado, pero el vasco lo ha hecho con luz propia. Morata, ejerciendo de nueve, también ha dado trabajo al guardameta italiano.
Sin embargo, los disparos se han encontrado con un impecable Donnarumma que ha repelido todos balones que se acercaban a su portería. Con estas transcurrían los minutos sin que ninguna de las dos selecciones fuera capaz de abrir el marcador. Italia, que ha contado con menos ocasiones que España, tampoco ha sabido aprovechar las jugadas de peligro que ha protagonizado. 0-0 y final de los primeros 45 minutos. Ese era el marcador cuando los jugadores han enfilado el túnel de vestuarios. Los españoles con la sensación de estar registrando un gran partido, los italianos abocados a encontrar una fisura en el juego de La Roja que les permitiera ver portería.
Gol en propia puerta
La segunda parte ha seguido la misma dinámica: España imponiendo su juego e Italia intentando aprovechar las ocasiones que se presentaban. Pedri volvía a tener una de las ocasiones más claras en sus pies, pero el balón no quería entrar. Y justo después llegaba. En el minuto 55 de partido, La Roja se ponía por delante en el marcador gracias a un gol en propia puerta de Calafiori. Nico, una vez más desbordando por la banda, pone un centro al área que consigue peinar Morata. Donnarumma toca lo justo el balón, que da en Calafiori y acaba entrando en la portería italiana. El defensa de la Azzurra había logrado lo que los españoles no habían sido capaces de conseguir: un gol.
Todavía restaban 35 minutos más el añadido para que concluyera el partido. Los de Luis de la Fuente querían el segundo tanto, el de la tranquilidad, el que prácticamente cerrara el encuentro. La entrada de Ayoze metía una marcha más en la selección española, el cambio era ese empuje final que necesitaban, pero no llegaba. Mientras, en el lado contrario, Italia iba ganando fuerza y confianza, estaba decidida a poner el partido en tablas.
La recta final del encuentro ha sido agónica para los españoles, que veían cómo los italianos no dejaban de rondar la portería de Unai Simón. Con el tiempo de descuento ya cumplido, llegaba el último córner del partido. Los espectadores contenían la respiración mientras Cambiaso ponía un centro que incluso Donnarumma había subido a rematar. Calafiori, el autor del único gol del partido, remataba con intención de dar a su selección aquello que le había quitado, pero el balón se marchaba desviado. Tras varios rebotes, finalmente sonaba el pitido final.
España ya está en octavos de final como primera de grupo. La selección formada por jóvenes promesas de la talla de Nico Williams, Lamine Yamal o Pedri conseguía la victoria ante esa vieja conocida que es Italia, certificaba el pase a octavos y daba un paso adelante en su camino hacia la final. España sigue soñando en la Eurocopa.