Juan Carlos Ferrero, sobre el partido de semifinales de Alcaraz: “Tenemos una idea bastante clara de lo que le puede hacer más daño a Sinner”

Este viernes, en la central Philippe Chatrier de Roland Garros, los aficionados vivirán una final adelantada. El encuentro entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner dejará a uno de los dos favoritos sin billete para la final del Grand Slam parisino. Tras la retirada de Novak Djokovic, el italiano escaló virtualmente al número uno del ranking ATP, y será el próximo lunes cuando ya refleje como líder del circuito profesional.

Para Alcaraz, después de haber superado sus molestias en el antebrazo derecho, todo parece indicar que ya no hay señales de esos ‘fantasmas del pasado’ y que está preparado para demostrar su máximo nivel. Juan Carlos Ferrero, su entrenador, atendió en exclusiva a los medios españoles presentes en el torneo previamente al partido de este 7 de junio. “Una lesión nunca viene bien”, comenzó declarando el técnico murciano, en declaraciones recogidas por el diario AS, sobre las molestias que recién ha atravesado su pupilo. “Nos partió la posibilidad de jugar toda la temporada de tierra, que siempre es importante para nosotros. Y después, perjudicó la opción de volver a pegarle con un 100% de confianza a la bola con la derecha. A día de hoy, diría que está a un 95%. Está costando que lo haga con esa naturalidad que la pegaba antes, porque esa lesión en el brazo le hace siempre estar un poquito pendiente de ella”, confesó.

No obstante, para Ferrero, aunque no quiso entrar en comparaciones respecto al nivel con el que aterrizó en París en la edición de 2023, considera que “en las condiciones en las que hemos venido está a un gran nivel”. “Es muy importante para su cabeza la confianza que le ha dado el resultado que, de momento, ha conseguido. Ganar partidos, ver que el brazo va bien el ir cogiendo esa confianza que necesita. Obviamente, entrar en comparaciones con el nivel del año pasado es muy complicado por la falta de partidos. Ojalá que acabe con el nivelazo que ya le conocemos”, prosiguió.

“Es que lo de favoritismos en un partido tan igualado es difícil, pienso que Jannik ha mejorado muchísimo en esta superficie, en su variedad en el juego. Antes era un jugador que iba un poquito más a tiros, sobre todo cruzaba con algún cambio paralelo, pero que tenía pocas subidas a la red, pocas dejadas. Y ha ido evolucionando muy bien, porque realmente se entrena para ello”, aseguraba sobre el italiano, adelantando que “no se va a confiar ni va a parar”.

“Está claro que, si no sales con una estrategia clara a jugar contra Sinner, si no tienes una idea de cómo hacerlo, siempre hay muchas más complicaciones. Porque no sabes a qué jugar. Por las veces que se han enfrentado, Jannik sabe cómo tiene que jugar y Carlos también. Lo que pasa es que son los dos tan buenos que muchas veces no se dejan realmente cumplir esas estrategias. Tenemos una idea bastante clara de lo que le puede hacer un poquito más de daño a Sinner, sabiendo que los jugadores son muy complejos”, analizó el partido de este viernes.

Lo cierto es que, aunque Alcaraz este año no aterrizase como uno de los más favoritos a levantar el torneo, en gran parte por la lesión que atravesaba, Ferrero tiene claro que “si él realmente juega a su nivel, tiene opciones importantes de ganar cualquier torneo”. “¿Más favorito o menos contra Sinner? Los dos se han saltado algún torneo de tierra por las lesiones, así que pienso que están bastante empatados y esperemos que los dos jueguen un partidazo para que uno tire del otro y los dos saquen sensaciones positivas, aunque uno de los dos pierda”, añadió.

“Hay muy buena relación desde hace mucho tiempo. Eso supongo que ayuda mucho a que el equipo esté unido y que las cosas sean más sencillas entre nosotros a la hora de entendernos en la forma de trabajar”, reveló el murciano. “Hay muchos en los que soy entrenador, puro y duro; hay otros en los que soy amigo, por las bromas que hacemos y porque estamos siempre juntos. Y lo de padre se lo dejo a su padre de verdad (risas). A los chavales, mientras se van haciendo mayores, el decir siempre que sí, les cuesta. En cuanto al proceso de maduración, está en ello; es lento y con el tiempo lo va a hacer de manera natural. Con 21 años creo que nadie ha sido maduro. Jugar al tenis puede hacerle que madure mucho antes, pero creo que todavía le falta”, contaba sobre el ambiente en el equipo y su relación con su pupilo.