La gripe B de Lunin allana la decisión de Ancelotti y despeja las dudas en torno a la portería del Real Madrid en la final de Champions

Quedan tan solo dos días para que tenga lugar la gran final de la Champions, donde se medirán el Real Madrid y el Borussia Dortmund. Dos días en los que todo puede pasar. Dos días para decidir quiénes serán los once jugadores que saltarán al campo para escuchar el himno de la competición de las estrellas y el pitido inicial, los que pondrán a rodar el balón. Uno de los grandes quebraderos de cabeza para el técnico blanco ha sido quién será el portero que saltará al estadio de Wembley el sábado: Lunin o Courtois; Courtois o Lunin. Y, parece que una inesperada gripe B ha llegado al vestuario blanco para despejar las dudas.

Este mismo miércoles se confirmaba que, tras varios días sin entrenar con el resto de la plantilla por fiebre, el guardameta ucraniano tiene gripe B. Ante esta situación y como medida de precaución, el portero no viajará a Londres junto a sus compañeros este jueves, sino que lo hará el viernes o el sábado para evitar el riesgo de contagio. El club blanco quiere extremar medidas para evitar que otro jugador sea contagiado del mismo virus y pueda peligrar su presencia en la final.

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A pesar de que se trata de una mala noticia para el Real Madrid, ha llegado como agua de mayo para despejar todas las dudas que existían en torno a la portería y quién sería el encargado de defenderla durante la final de la Champions ante el Borussia. “Ambos merecen jugar la final. Lunin porque ha hecho una temporada fantástica”, aseguraba el técnico hace tan solo unos días. A lo que añadía: “Courtois porque ha vuelto de su lesión y es el mejor portero del mundo”. Una encrucijada que no disgusta al entrenador italiano: “El debate me gusta mucho”.

El 10 de agosto de 2023, comenzó la tragedia del guardameta belga. Thibaut Courtois abandonaba el entrenamiento en camilla y con las lágrimas en los ojos de quien es consciente de que el dolor dista más relevancia de la que le gustaría. Y así fue. Tras someterse a las pruebas médicas pertinentes se confirmaron los peores presagios posibles: rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Es decir, 7 u 8 meses de baja, lo que supone más de la mitad de temporada. Courtois se sometió a una exitosa operación pocos días después, aunque todavía restaba una larga recuperación por delante.

Entonces comenzó a sonar con fuerza un interrogante en el vestuario blanco: ¿quién ocuparía el puesto en la portería? Lunin había jugado muy pocos partidos durante la temporada pasada y el sentir era que no estaba listo para asumir un papel del tal relevancia durante prácticamente la campaña completa. Una larga lista de nombres comenzaron a sonar para vestirse de blanco y ocupar el puesto de Courtois. Y lo cierto es que las dudas se despejaron rápido. Cuatro días más tarde Kepa era oficialmente jugador del club blanco. Sin embargo, Ancelotti optó por Lunin para los dos primeros encuentros de LaLiga.

Para la tercera jornada ya era Kepa quien defendía los tres palos ante el Celta. Sin embargo, el vizcaíno no acababa de cuajar en el Real Madrid, no terminaba de convencer. Una situación que avivó una puja por el puesto en portería. Lunin y Kepa se turnaron la titularidad sin que ninguno de los dos llegara a despuntar. Sin embargo, poco a poco el ucraniano comenzó a coger confianza bajo palos, tras varios partidos de rodaje. Hasta el punto de registrar unas impecables actuaciones seguidas sobre el césped que tumbaron los planes de Ancelotti y despejaron las dudas. Dado que, además, Courtois volvía a recaer con una lesión, esta vez en el menisco.

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A partir de ese momento, Lunin se convirtió en un fijo en el once inicial. Un infravalorado Lunin había demostrado su valía y que el puesto bajo palos llevaba su nombre. El resto de la temporada, la portería ha estado segura con él en la zaga, con actuaciones históricas. Durante la vuelta de cuartos de final de la Champions ante el Manchester City, el ucraniano se vistió de héroe para dar el pase al Real Madrid a la semifinal. Lo mismo ocurrió ante el Bayern, Lunin volvió a reivindicarse como un portero con la talla suficiente para ser titular en el Real Madrid. El ucraniano salvó a los blancos en varias ocasiones con paradas dignas para enmarcar. El problema es que en ese momento, Courtois ya empezaba a ver la luz. Estaba de vuelta y eso hacía peligrar la titularidad de Lunin.

Ya con varios partidos a sus espaldas, el belga, a pesar de no contar con demasiado rodaje, sí está recuperando la forma. Y es ahí cuando entra la encrucijada: ¿Apostar por Lunin, que ha demostrado tener el nivel más que de sobra para disputar la final de Champions, o por Courtois, que a pesar de contar con pocos partidos y volver de lesión, es uno de los mejores porteros del mundo? Con estas llegaba Carlo Ancelotti a la semana de la final, con un problema sobre quién debería ser el elegido para disputar la final de la Champions. Y, destinos de la vida, una gripe ha allanado la decisión del técnico italiano y ha despejado todo tipo de dudas: la final parece de Courtois.