Alcaraz silencia los fantasmas de su antebrazo y pasa por encima de Wolf en su debut en Roland Garros

El español se ha impuesto al estadounidense por 6-1, 6-2 y 6-1 durante su primer partido del torneo parisino

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El tenista español, Carlos Alcaraz (REUTERS/Lisi Niesner)
El tenista español, Carlos Alcaraz (REUTERS/Lisi Niesner)

Alcaraz no falla en su debut en Roland Garros. El murciano ha certificado su primera victoria en el torneo parisino ante J.J. Wolf con un 6-1, 6-2 y 6-1. El estadounidense ha tratado de meter una marcha en su derecha para intentar hacer daño al español, quien ha sabido leer el juego de su oponente y anular por completo su drive, aunque este no era el mayor de sus problemas. Carlitos ha sido capaz de acallar los fantasmas que le recordaban sus problemas en el antebrazo y se ha sobrepuesto a las inseguridades con que llegaba a la cita parisina.

El español entraba en la pista Philippe Chatrier con semblante serio, concentrado. Con la mente puesta en el partido, en superar su primer encuentro en el torneo, pero sobre todo en que el antebrazo no le jugase una mala pasada. “Cuando golpeo cada derecha al cien por cien, todavía pienso en la lesión y me asusta”, aseguró hace unos días. Y con esos pensamientos y falta de confianza en su drive empezaba el encuentro. Sin arriesgar demasiado, con golpes certeros, pero no contundentes. Aprovechando los fallos de su oponente, que trataba de imprimir más velocidad a su derecha (su mejor baza) sin encontrar éxito.

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Ha sido en el cuarto juego, ese en el que Alcaraz ha conseguido romper el servicio a su oponente, cuando el sentir del español ha dado un giro de 180 grados. El murciano ha comenzado a sentirse cómodo, a gusto. Y, a partir de ese momento, la Philippe Chatrier ha visto a un Carlitos apoteósico. Un Carlitos que sabía lo que tenía que hacer en cada momento, dónde mandar la bola para hacerla inalcanzable a su oponente. Se ha atrevido con sus características dejadas, con drives, con bolas altas... Incluso su revés ha tenido un papel muy protagonista en el encuentro. Sin embargo, la sonrisa que suele caracterizarle y acompañarle no ha aparecido en ningún momento.

Carlitos ha optado por un perfil bajo en cuanto a gestos y a exteriorizar la emoción del momento. Esa falta de confianza con la que llegaba se ha apoderado de su mente, de su forma de ser en pista. Ese “miedo” a que la lesión volviera a resurgir ha estado presente en todo el encuentro. No en su juego ni su tenis, que ha sido impecable, sino en su interior, en su estado de ánimo.

“Es verdad que estoy mejor, y eso ayuda bastante a intentar no pensarlo. Le estoy pegando más fuerte y con más intensidad, pero aún sigo pensándolo cuando golpeo, de vez en cuando. Las cosas están yendo muy bien y tengo que confiar en el trabajo que he hecho. E intentar quitarme ese pensamiento de la cabeza”, aseguró hace unos días. Y lo cierto es que ese pensamiento no ha lastrado su juego, pero ha impedido que los espectadores vean al Carlitos de siempre.

El tenista español en su debut en Roland Garros (REUTERS / Yves Herman)
El tenista español en su debut en Roland Garros (REUTERS / Yves Herman)

Un tenis impecable para recuperar la confianza

En lo tenístico no se le puede poner un pero. Ha sido impecable. Alcaraz no ha dado pie en ningún momento a que Wolf pudiera darle la vuelta al partido, ha sido muy superior en todos los sentidos y eso ha llevado al americano a forzar errores para tratar de buscar una oportunidad, por imposible que pudiera parecer, de tratar de hacerle daños al español e intentar romper su servicio. El español ha mostrado un tenis sin fisuras, sin puntos flacos. Una cuestión que ha quedado plasmada en el marcador final: 6-1, 6-2 y 6-1.

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Primer reto en Roland Garros superado y con éxito. El partido no se preveía complicado desde antes de empezar y no lo ha sido en ningún momento, pero ha tenido un gran significado para el murciano. Le ha permitido volver a disfrutar, ser consciente de que no ha perdido su tenis a pesar de las lesiones y que el antebrazo le está dando una tregua. Este partido le ha servido para recuperar esa confianza que le arrebataron los problemas físicos que hoy le obligan a llevar una malla en el brazo derecho.

Estas victorias ayudan mucho, el nivel que he demostrado ha sido alto a todos los niveles, físico, tenístico, he jugado muy inteligente”, ha destacado Alcaraz tras el partido. Incluso en eso creo que he sido inteligente, no siempre hay que pegarle fuerte, hay que saber mover la bola”, señaló un entusiasta Alcaraz que dijo: “La confianza aumenta, mis expectativas aumentan, creo que puedo hacer un buen resultado aquí”.

En busca de conquistar su primer Roland Garros

Carlitos tiene claro el objetivo: quiere ganar Roland Garros, el primero de su carrera. Hasta ahora, el español no ha sido capaz de pasar de semifinales en el torneo parisino. Durante el año 2021, Alcaraz debutó por primera vez en su carrera en el torneo francés. Con tan solo 18 años y desmarcándose como el chico del momento, ese que había llegado para poner patas arriba el ranking de la ATP, el español consiguió llegar hasta tercera ronda para enfrentarse a Jan-Lennard Struff. Un ya experimentado Struff que tumbó a base de cañonazos al joven debutante.

Al año siguiente, Alcaraz volvía a intentarlo, ya con bagaje a sus espaldas y convertido en el peso pesado que actualmente es. Sin embargo, Zverev le frenó en su ascenso en el torneo en cuartos de final. En 2023, consiguió llegar aún más lejos que en las ediciones anteriores, pero en semifinales se enfrentó con Djokovic, quien truncó toda esperanza de hacerse con el título. Este 2024, buscará finalmente hacerse con la copa y continuar agrandando su palmarés, buscará grabar su nombre en Roland Garros por primera vez en la historia.

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