Aston Martin esperaba con entusiasmo el Gran Premio de Emilia Romaña. Tras dos carreras al sprint -China y Miami-, en el Autódromo Enzo e Dino Ferrari tocaba incorporar el paquete de mejoras de la temporada, el que, al parecer, traería todas las mejoras necesarias para que el AMR24 viese un aumento en su rendimiento y comenzase a disputar por las primeras plazas. Sin embargo, las expectativas no se cumplieron.
Desde el viernes, Fernando Alonso vio como las mejoras introducidas por su escudería no iban a provocar el salto adelante que algunos esperaban. Tanto es así que, el coche se volvió imposible de conducir por momentos, llevando al español a un sábado negro -accidente en los Libres 3, que lastró su clasificación al no pasar la Q1-, y relegándole a la decimonovena posición en la carrera del domingo.
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Ante esto, el director de Aston Martin, Mike Krack, analizó el fin de semana en territorio italiano: “Fue una buena carrera. Creo que en Imola, cuando empiezas como nosotros (en las posiciones de la parrilla y pit lane), es difícil, pero luego salimos con dos puntos, un resultado bastante bueno que demuestra que el coche todavía es capaz de hacer cosas, aunque también hemos visto que es difícil de pilotar”.
“Tuvimos un par de salidas de pista durante el fin de semana, así que creo que hemos aprendido algunas lecciones. Queríamos aprender más, por eso decidimos empezar desde el pit lane y hacer un cambio en el coche para ver si podíamos hacerlo más fácil”, comentó el máximo responsable de la escudería. “Así que queríamos hacerlo mejor de lo que hemos hecho, pero también se vio comprometido un poco por los acontecimientos de la clasificación”.
Lance Stroll cruzó la bandera de cuadros en la novena posición
El luxemburgués reconoció que el noveno puesto fue “un buen resultado”: “Has mencionado todas las actualizaciones [de Aston Martin], también hemos visto que los otros equipos tienen la misma lista, así que no, no estamos del todo contentos, no estamos contentos con dos puntos, eso está claro”. Pero, como revela Krack, en la categoría reina del automovilismo ninguna escudería está quieta: “Sin embargo, otras personas también están trayendo mejoras, así que siempre es un juego relativo, por lo que hay que tratar de mantenerse al día y entender lo que estás haciendo”. “Es difícil, no debemos subestimar eso. Creo que, excepto una escudería, todo el mundo tiene una página de una lista llena de mejoras, así que muestra lo competitiva que es toda la parrilla, y es algo en lo que debes seguir apretando, traer más cosas y entender todo”, concluyó.
Todo al sábado de Mónaco
El clavo ardiendo al que agarrarse, a día de hoy, es el ritmo a una vuelta. Para muestra, el hecho de que Alonso llegó a poseer la vuelta rápida de forma provisional en Imola. Una circunstancia que le lleva a reservar un cierto optimismo para Mónaco, cita que le encanta y en la que bien pudo arrancar la tan cacareada 33 hace 12 meses. Sobre todo, a raíz de una clasificación magistral, que se resolvió en un puño y que otorgó a Fernando una segunda plaza que en carrera ya no pudo remontar (la estrategia tampoco ayudó).
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“Depende del coche. Si el coche no se comporta bien en Mónaco, es una tortura ir rápido en esa pista. Necesitamos reglar el coche bien en Mónaco, tenemos que concentrarnos en el sábado. El domingo será como aquí, nadie adelantará, así que todos los esfuerzos se dirigirán al sábado”, analizó Alonso.
No sería la primera vez en la que un tapado acaba brillando por sorpresa en un Gran Premio tan histórico y glamouroso como el que se disputa en Montecarlo. Para muestra, el P3 que Esteban Ocon consiguió para Alpine en la última edición. Las qualy recientes no han sido las mejores para Aston Martin y Alonso, pero no cabe duda de que en un sólo paso por meta, y cuando los neumáticos no han caído presa de la degradación, este coche sí puede brillar.
De hecho, viene diciéndose, no sin razón, que la máquina que tiene a su disposición Alonso es una más pensada para las clasificaciones que para las carreras. Por eso, marcó en rojo Mónaco de nuevo. Los rivales también corren y evolucionan, pero no ha cambiado de idea. Y así lo verbaliza. “Allí toda la carrera es el sábado y luego el domingo es una procesión de coches. Tenemos que concentrarnos en clasificación y hacer una vuelta perfecta”. Una que, de paso, sirva para empezar a arreglar el desaguisado que viene siendo el campeonato en lo que respecta a sus intereses.