En pleno auge de la ‘Alonsomanía’, uno de los deportistas españoles más aclamados desde que saltó a la élite fue capaz de brillar también en casa. Un 14 de mayo, pero de 2006, Fernando Alonso se apuntaba la primera victoria de su carrera en el Gran Premio de España de Fórmula 1, con el coche que fue capaz de conducir a la gloria mundialista tanto ese año como el anterior, 2005: un Renault que a todos se nos viene a la cabeza a la velocidad de un pit-stop cada vez que pensamos en el asturiano, leyenda viva del deporte rey del automovilismo.
Se cumplen 18 años del GP de España 2006.
— ElReyGuiri (@ElReyGuiri) May 14, 2024
La primera victoria de Fernando Alonso en casa.
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Aquel fin de semana en el Circuito de Cataluña fue redondo para Alonso, que tuvo al añorado y magistral Michael Schumacher como máximo rival tanto durante la temporada de su segundo campeonato como en esa cita concreta del calendario. A los mandos del Ferrari, el alemán acabó segundo ese domingo, con Giancarlo Fisichella, el compañero de Fernando, subiéndose al tercer y último cajón del podio. Evitando, precisamente, que el otro monoplaza de la Scuderia, conducido por Felipe Massa, ocupase uno de los puestos de honor.
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Durante el sábado de clasificación, Alonso se hizo con la pole position, undécima de su trayectoria, gracias a un tiempo de 1:14.648, superando primero a Fisichella y después a Schumacher en la parrilla de salida. Llegaba a este GP después de ser primero en Baréin, segundo en Malasia, primero en Australia y segundo tanto en San Marino como en Europa (Nürburgring). La fortuna también le sonreiría en suelo español, ante una grada rendida a sus pies en todo momento.
La primera victoria de Alonso en España
El favoritismo de la hinchada no podía resultar más evidente en Montmeló. Había 130.000 personas que deseaban profundamente que Alonso fuese el primero en ver la bandera a cuadros en ese GP de España, y su héroe no les defraudó. En absoluto, puesto que apenas abandonó el liderato de la prueba en las protocolarias paradas en boxes. Más allá de ellas, dominó y evitó que su amigo Fisichella le adelantase en la salida.
Tampoco lo lograría, en ningún caso, Schumacher: en la vuelta 17, Alonso ya le sacaba más de 10 segundos. Ni siquiera la reagrupación de todos los bólidos tras un trompo del McLaren de Juan Pablo Montoya provocó inquietud en el ovetense. A punto estuvo de llevarse el que habría sido su primer triplete, pero Massa le quitó la vuelta rápida (que no la pole ni el P1) por un puñado de milésimas.
Los aficionados fueron muy explícitos, situando ya en esos tiempos a Alonso a la estela de los más grandes de la F1. “Piquet, Prost, Senna, Schumacher. Alonso es el nuevo rey”, podía leerse en una de las pancartas que llevaban. Tampoco pasó desapercibida la celebración triunfal de Fernando, imitando claramente los movimientos de un mono a la hora de festejar el primer puesto que acababa de conseguir.
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No sería hasta 2013 cuando el hoy piloto de Aston Martin volvería a imponerse en el GP de España. Concretamente, con Ferrari y en el que resultó ser el triunfo número 32 que lograba en el Gran Circo. El contador no ha vuelto a actualizarse desde entonces, con la tan ansiada 33 permaneciendo muy presente entre los fans, al regresar Alonso a la élite de la mano de su nuevo equipo. Sobre todo, en 2023. Este 2024, los podios, a día de hoy, brillan por su ausencia.