Igual que ocurrió en Madrid, Rafa Nadal ha disputado este sábado su último partido en el Masters 1.000 de Roma. Lo hizo ante el polaco Hubert Hurkacz en un encuentro que sentenció este por 6-1 y 6-3. Así, ante la posibilidad de derrota del exnúmero uno, la organización había preparado un homenaje para el balear, sin embargo, la rapidez con la que ha abandonado la pista tras perder el partido no dio lugar a que pudiesen reconocer su paso por el Foro Itálico y los siete títulos conseguidos de ninguna manera.
No obstante, el público no ha querido desaprovechar la oportunidad y cuando Nadal se disponía a abandonar el Campo Centrale, por la pasarela elevada que sirve a los tenistas para llegar con más rapidez el Foro Itálica, miles de aficionados se han amontonado para hacerle un “pasillo de honor” al español, aplaudir y ovacionar, en lo que se podría considerar un homenaje imprevisto. El público ha reconocido la 19ª participación del balear en el torneo de Roma, en el que ha alcanzado 70 victorias en total, situándolo como el mejor tenista de la historia del Masters 1.000.
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Segundo homenaje en lo que va de año
Como todos saben, el final de Nadal se acerca y el español está despidiéndose de aquellos torneos a los que tiene especial cariño. Ya ocurrió en Madrid. Después de alcanzar los octavos de final y de caer ante Lehecka, la organización del torneo homenajeó la trayectoria del balear en el campeonato, en el que se había proclamado ganador en cinco ocasiones -2005, 2010, 2013, 2014 y 2017-.
Tras recoger sus cosas, Rafa fue llamado al centro de la pista para compartir sus emociones al público. Describió una semana “muy especial” y “muy positiva”. “He tenido la oportunidad de volver a jugar en esta pista que me lo ha dado todo a nivel deportivo”, confesaba el exnúmero uno, llegando a reconocer que le había dado incluso más alegrías que “algún que otro Grand Slam”. Fue después de las palabras del español cuando la organización, con cinco banderas colgando desde la grada por cada una de sus victorias en Madrid, reconocían la trayectoria de Nadal.
“Que era una broma, que el año que viene vuelvo, hombre”, llegó a bromear Nadal para distender el ambiente. Ya en serio, quiso destacar las “emociones” por “jugar en Madrid, delante del público español”. “He tenido la suerte de haber podido hacer de lo que era un hobby mi trabajo y aparte hacerlo de una manera destacada”, continuó, “me siento súper afortunado por todo lo que he vivido, no puedo pedir más”. Expresó su deseo de “haber sido un ejemplo positivo”, algo que, para él, era, es y será lo más importante. “El deporte siempre es emocionante”, reflexionó añadiendo que “el deporte genera ilusión y emoción y eso es lo que espero haber generado en todos vosotros”.