La montaña rusa de emociones de Terzic: de llorar perdiendo la Bundesliga en la última jornada a la final de la Champions con el Dortmund

La Cenicienta de las presentes semifinales de esta Champions League ha conseguido que su hechizo siguiera más allá de la medianoche. Ha sido así porque el Borussia Dortmund ha roto cualquier teórico favoritismo del PSG para eliminarle y clasificarse para la final de la máxima competición europea, que ya levantó en la temporada 1996-1997. 27 años después de aquella gesta, los amarillos optarán a repetir hito. O bien ante el Real Madrid o bien ante el Bayern de Múnich, en lo que sería una final alemana de la Copa de Europa, el próximo 1 de junio en Wembley.

Tras imponerse en Dortmund por 1-0 y repetir resultado a la inversa, 0-1, en París, los hombres de Edin Terzic han conseguido acceder, para sorpresa de todos, al gran duelo por el título de clubes más importante que existe. Un logro que ha sido posible en un curso en el que, a diferencia de lo ocurrido en otras ocasiones, no se les veía un potencial lo suficientemente descollante como para apuntar tan alto. Pero ahí están, con el billete para Londres ya sacado y la posibilidad de dar la campanada en el escenario en el que todos los clubes con pedigrí, al idear su particular hoja de ruta, quieren estar.

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Se trata de lo más lejos que ha llegado nunca Terzic como entrenador del Borussia en términos Champions. Hasta la fecha, su único título allí ha sido una Copa de Alemania, alzada en la campaña 2020-2021. En cuanto a la Bundesliga, su techo ha sido el segundo puesto que consiguió la pasada 2022-2023, tras un tercer lugar en la 20-21. En el Viejo Continente, había hecho unos cuartos primero y unos octavos después, antes de la machada que ha protagonizado esta 2023-2024.

Con una plantilla sin grandes estrellas, pero con mucho trabajo y constancia de por medio, el Borussia ha alcanzado la tercera final de Champions de su historia. Una vez más, el fútbol ha sido caprichoso y, de alguna manera, le ha devuelto a los de Dortmund lo que les quitó, sea cual sea el resultado definitivo en la Liga de Campeones, hace exactamente un año. Tal y como no han tardado en recordar, dada la coyuntura, en las redes sociales.

El 27 de mayo de 2023 fue uno de los días más crueles en la trayectoria reciente del Borussia Dortmund. Fue entonces cuando, en la primera oportunidad que tenían para ganar la Liga alemana desde la 2011-2012, no consiguieron ser campeones domésticos. Un infortunio que se consumó de la forma más dramática que cabía esperar. Cuando se necesitaba ganar o que el Bayern no lo hiciera, no ocurrió ni lo uno ni lo otro: se empató ante el Mainz (2-2) y los bávaros vencieron (1-2) para llevarse el trofeo.

Para más inri, la imposibilidad de cantar el alirón fue real a falta de escasos cuatro minutos para que la Bundesliga 22-23 concluyera. El goal-average fue el que dio el campeonato, al darse un empate a puntos, al Bayern. Haber tenido tan cerca la gloria y que esta se escapase por centímetros provocó una desazón tremenda en las filas amarillas. Empezando por el técnico del Dortmund, que siente los colores que defiende desde la banda con un sentimiento tan profundo como para romper a llorar.

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Es lo que hizo, desconsolado, ante un Signal Iduna Park lleno hasta la bandera, que no paró de animar a los suyos, a pesar de todo, después de que se consumase el subcampeonato liguero. Un mazazo del que el equipo ha podido recuperarse, y de qué manera, unos meses más tarde.