Los golpes prohibidos en el boxeo: patear, golpear la nuca, agarrar, morder al oponente, ...

En el deporte del boxeo, dos contrincantes se enfrentan en una competencia de habilidad y fuerza, con el objetivo de conectar el mayor número de golpes efectivos contra el adversario, siempre por encima de la cintura y dentro de los límites del ring. La evaluación de estos encuentros recae en un trío de jueces, quienes se encargan de calificar la precisión y fuerza de los golpes asestados, incluyendo aquellos que logran derribar al oponente. En caso de que un boxeador no logre levantarse tras un conteo de 10 segundos, se declara el fin del combate de manera anticipada.

En este contexto, la figura del árbitro adquiere una importancia fundamental, ya que es el encargado de regular las acciones de los pugilistas, asegurándose de que se respeten las reglas y de proteger la integridad física de los participantes. Para comunicar las infracciones, el árbitro utiliza un sistema de señales mímicas, teniendo la autoridad para penalizar mediante la sustracción de puntos o, en casos extremos, deteniendo el encuentro. Existe una clara distinción entre los combates profesionales y los amateurs, con los primeros pudiendo extenderse hasta 12 asaltos, mientras que los segundos generalmente se limitan a un máximo de 4.

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Los combates de boxeo están sujetos a un estricto conjunto de reglas que prohíben acciones como golpear la nuca o detrás de la cabeza, patear, pisar o morder al oponente, sujetar, atrapar o apresar los brazos, cadera o cuello del rival, darle la espalda al contrincante, y rehuir el combate. Tampoco se puede hacer tropezar, lanzar, agarrar o golpear las piernas del rival o golpearlo bajo el nivel del cinturón a la zona genital, lo que es penalizado como golpe bajo.

Conectar cabezazos, codazos, o golpes con el hombro de forma intencional, así como golpear con la mano abierta, picar los ojos o usar otros objetos que no sean los guantes reglamentarios, para golpear, ni agacharse abajo de la línea del cinturón, son otras de las acciones que están prohibidas en esta disciplina.

Estas restricciones buscan asegurar un combate limpio y justo, evitando lesiones innecesarias. Existen también diferencias en el equipamiento permitido entre el boxeo profesional y el amateur; por ejemplo, los protectores de cabeza y torso solo se utilizan en este último.

Un aspecto crucial es que el árbitro tiene el poder de detener un combate si considera que uno de los boxeadores no está en condiciones de defenderse adecuadamente, resultando en una victoria por nocaut técnico para su oponente. Este tipo de decisión también puede darse si el médico determina que un corte es demasiado peligroso para continuar.