El caso Neymar, que se prolongó durante casi una década (2013-2022) por la falta de transparencia que se consideró que hubo con respecto al fichaje del brasileño por el FC Barcelona, se ha desempolvado. El motivo ha sido el cara a cara que Sandro Rosell, expresidente del club, y José Manuel Villarejo, el famoso excomisario, han mantenido en los micrófonos de RAC1. La emisora catalana (en la que el agente de Vitor Roque se explayó también en las últimas horas) ha sido el escenario de una conversación en la que ha salido a la palestra el causante de que aquella polémica empezase a tomar forma: Jordi Cases. Y con un cariz revelador.
Ha sido Villarejo quien ha realizado unas afirmaciones que vinculan al socio del Barça que motivó la querella contra la entidad con el Centro Nacional de Inteligencia. “Es un hombre muy vinculado al cuartel del pueblo. Los responsables lo pusieron en contacto con el CNI para poder utilizarlo. No olvidemos que el FC Barcelona se ha considerado motor del independentismo. Este sujeto, además de socio, era un elemento… El CNI tiene fondos reservados y fondos reservados de los reservados, fondos ocultos que nadie conoce. Por una razón: porque es secreto y no deja rastro”, ha declarado.
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A pesar de que la Audiencia de Barcelona absolvió a todos los acusados del caso, porque “no se da ninguna de las exigencias penales”, ese escándalo provocó, en 2014, la dimisión de Rosell al frente de la presidencia culé. Un año en el que Cases retiró la demanda que interpuso al Barça, considerando en una carta que estaba “en condiciones de afirmar que no se observan conductas constitutivas de delito en el ámbito societario, contable ni de apropiación indebida”.
“Como socio de la entidad, siento que no se atendiera mi solicitud de información con eficacia y aplaudo la actual vocación de transparencia mostrada por la Junta que usted preside, como quedó demostrado en la pasada Asamblea de Compromisarios del 18 de octubre”, sentenciaba la misiva en la que se dirigía al sucesor de Rosell, Josep Maria Bartomeu, quien respondió agradeciendo el gesto de Cases. Por él, los tribunales se declararon competentes para juzgar el caso en diciembre de 2013.
¿Quién es Jordi Cases?
El polvorín que se inició por culpa de Cases, un farmacéutico de Olesa de Montserrat que trabaja en Esparraguera, llevó a que la cúpula del Barça le apodase, según contó El Mundo en su momento, ‘El Demonio‘. Con asiento en la tercera gradería del Camp Nou, este socio azulgrana es, además, independentista declarado: incluso recorrió distintas zonas de Estados Unidos, costeándose él mismo el viaje, para defender el derecho a la autodeterminación.
Antes de que diese el pistoletazo de salida al caso Neymar, Cases, que tenía 42 años cuando se querelló, ya había protagonizado otros episodios de crítica abierta contra el Barça. Fue así en la época en la que Louis Van Gaal era el entrenador del equipo, orquestando un grupo de apoyo a los canteranos de La Masia a los que el preparador holandés no daba minutos. En otra ocasión, el club le obligó a retirar una pancarta en la que apoyaba a Pep Guardiola con el lema “ResPEPct”.
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Tampoco pasó desapercibido su intento de provocar una moción de censura contra la Junta Directiva que lideraba Rosell por aprobar que la primera camiseta del Barça estuviese patrocinada por Catar. Como no llegó al mínimo estipulado del 15% de firmas, la iniciativa liderada por Cases, que ideó una plataforma contraria a la decisión, no prosperó. Que se ignorase un burofax suyo pidiendo explicaciones sobre la contratación de Neymar desencadenó la querella con la que el caso fue una realidad después.