En una emotiva noche de despedida en el Estadio Manolo Santana, Rafael Nadal, uno de los tenistas más icónicos en la historia del Mutua Madrid Open, dijo adiós a un torneo que ha marcado profundamente su excepcional carrera. Tras 20 años de competencia, su último partido en este emblemático escenario tuvo lugar en los octavos de final ante Jiri Lehecka.
Al término del partido, cinco estandartes se desplegaron para rendir homenaje al legado de Nadal. Cada uno llevaba inscrito un año significativo -2005, 2010, 2013, 2014 y 2017-, recordando las victorias que el mallorquín ha cosechado en la capital española, años en los que logró el trofeo del prestigioso torneo. “Espero que haya sido un ejemplo positivo para las nuevas generaciones, esto es lo mas importante”, subrayó el balear.
“Ha sido un viaje increíble que empezó cuando era pequeñito. Vine por primera vez a Madrid en 2003. Después, en 2005, cuando el torneo todavía se jugaba en pista cubierta, logré una de las victorias más emocionantes de mi carrera”, confesó Nadal, rememorando sus primeros pasos en el torneo.
Debut cuando “era pequeñito”
Desde su debut en el Mutua Madrid Open, Rafael Nadal demostró las cualidades que lo convertirían en uno de los tenistas más destacados de su generación. Llegó a Madrid cuando apenas tenía 17 años, un joven prometedor invitado a competir en un torneo que, por aquel entonces, se disputaba en pista cubierta. En este escenario inicial, Nadal se enfrentó a Álex Corretja, quien ocupaba el puesto 127º del mundo. A pesar de llevarse el segundo set, Nadal cedió ante la experiencia de Corretja, con un marcador final de 6-2, 3-6 y 6-4.
El año siguiente, en 2004, llegó al torneo madrileño con el ímpetu de haber ganado su primer título ATP en Sopot. Con esa inercia ganadora, se impuso con contundencia a Davide Sanguinetti por 6-2 y 6-1 en su partido inaugural. No obstante, su camino en el torneo se vio interrumpido en la segunda ronda por Vincent Spadea, quien lo derrotó por 6-4, 4-6 y 6-3.
“La primera vez que llegué siendo competitivo fue en 2005″
El año 2005 marcó un punto de inflexión en la carrera de Rafael Nadal en el Mutua Madrid Open. En una emocionante final, Nadal se enfrentó al croata Ivan Ljubicic, superándolo en un épico encuentro de cinco sets por 3-6, 2-6, 6-3, 6-4 y 7-6 (3). Esta victoria, caracterizada por una de las tantas remontadas legendarias que Rafa nos brindaría a lo largo de su carrera, fue el preludio de su dominio en la tierra batida.
Sin embargo, los siguientes dos años no serían igual de exitosos para el mallorquín en Madrid. En 2006, su campaña en el torneo se vio truncada en los cuartos de final por el checo Tomas Berdych, deteniendo el avance del español. Un escenario similar se repitió en 2007, cuando David Nalbandian, entonces ocupando el puesto 25 en el ranking mundial, eliminó a Nadal, que era el número dos, en apenas 71 minutos de juego.
Semifinal, final y título
En el año 2008, Rafael Nadal alcanzó por primera vez las semifinales en el Mutua Madrid Open, un torneo que con el tiempo se convertiría en uno de sus bastiones en el circuito ATP. A pesar de una reñida batalla con el francés Gilles Simon, que lo superó por 3-6, 7-5 y 7-6 (6), Nadal salió de Madrid habiendo alcanzado la cima del ranking mundial, consolidándose como el número uno del tenis.
La edición de 2009 del torneo, que se disputó por primera vez en tierra batida, proporcionó a Nadal el escenario perfecto para exhibir su dominio sobre esta superficie. Durante el torneo, derrotó a jugadores de la talla de Melzer, Kohlschreiber, Verdasco y Djokovic, antes de enfrentarse en la final a Roger Federer. En un encuentro de alto nivel, Federer se llevó el triunfo por 6-4 y 6-4.
El año 2010 se presentó como una oportunidad de redención para Nadal en Madrid. Tras el sabor agridulce del año anterior, el tenista español llegó nuevamente a la final, donde se encontró una vez más con Federer. En una memorable batalla, Nadal superó al suizo, que se encontraba en la cúspide del ranking mundial, con parciales de 6-4 y 7-6, adjudicándose así su segundo título.
Los dos años siguientes, 2011 y 2012, presentaron nuevos desafíos para Nadal. Aunque logró llegar a la final en 2011, fue superado por Novak Djokovic, un rival que se convertiría en uno de los adversarios más formidables de su carrera. En 2012, su participación en el torneo se vio truncada en octavos de final por Fernando Verdasco.
Inercia ganadora
En 2013, Rafael Nadal volvió a demostrar por qué es considerado uno de los mejores tenistas sobre tierra batida, al obtener su tercer título en el Mutua Madrid Open. Su victoria en la final frente a Stan Wawrinka no solo le otorgó el trofeo, sino que también lo catapultó al número cuatro del ranking mundial, reafirmando su posición entre la élite del tenis.
Manteniendo el impulso del año anterior, Nadal extendió su dominio al siguiente año en Madrid, donde enfrentó a Kei Nishikori en una final que culminó de forma abrupta debido a la retirada del japonés, cuando el marcador mostraba 2-6, 6-4, 3-0 a favor de Nadal. Esta victoria representó su cuarto título en Madrid y el título número 44 sobre tierra batida, consolidando aún más su estatus como el número uno del mundo.
Sin embargo, el dominio de Nadal en Madrid encontró un obstáculo en 2015, año en el que Andy Murray se alzó como el vencedor en la final del torneo, derrotando a Nadal con un sólido 6-3 y 6-2. Esta derrota puso fin a una impresionante racha de 14 victorias consecutivas de Nadal en Madrid, cerrando un capítulo de dominio casi absoluto del español sobre la arcilla madrileña. El británico repitió la hazaña en 2016, aunque en esta ocasión en semifinales, en un periodo que muchos considerarían como uno de los más complicados en la carrera de Nadal.
El quinto, el definitivo
En 2017, Nadal vivió un momento de resurgimiento en su carrera deportiva, convirtiéndose en el centro de atención al superar a jugadores de la talla de Nick Kyrgios, David Goffin, Novak Djokovic y Dominic Thiem. Este notable rendimiento le permitió alzarse con su quinto trofeo en el torneo, entregando solo un set a lo largo de la competencia.
En el siguiente año, Thiem, quien había sido derrotado por Nadal en la final de 2017, consiguió su revancha de manera espectacular. En los cuartos de final, logró vencer al jugador español, despojándolo de su posición como el número uno del mundo, honor que pasó a manos de Roger Federer.
La saga de desafíos para Rafael Nadal continuó en 2019, cuando se enfrentó a Stefanos Tsitsipas en las semifinales. El griego emergió como un obstáculo imprevisto para Nadal, impidiéndole avanzar hacia lo que hubiera sido un enfrentamiento clásico en la final contra Djokovic.
Primer cara a cara con Alcaraz y la despedida
En 2021, el torneo de Madrid fue testigo de un encuentro histórico entre Nadal y un joven Carlos Alcaraz, quien por aquel entonces celebraba su mayoría de edad. En su primer enfrentamiento, Nadal demostró su superioridad en la pista, venciendo a Alcaraz con un contundente 6-1 y 6-2, avanzando así hasta las semifinales del torneo.
Tan solo un año después, en 2022, la experiencia y evolución de Carlitos quedaron patentes cuando se midió nuevamente contra Rafa en el mismo escenario. En esta ocasión, el joven murciano se impuso en un emocionante partido a tres sets (6-2, 1-6, 6-3), logrando su primer título en Madrid y marcando un hito en su carrera.
Esta competición significó la última vez que Rafael Nadal mostró el alto nivel que siempre había caracterizado sus participaciones en Madrid. El año 2023 resultó ser especialmente difícil para el tenista balear: un año fuera de la competición, lo que le impidió participar en el torneo Mutua Madrid Open.
Lo de este año, ya es historia. Rafa quiso despedirse de la mejor forma y con su mejor nivel en Madrid, alcanzó los octavos de final, en los que fue apeado por Lehecka, pero despedido con todo el cariño de su gente y con un homenaje a la altura del legado que Rafa deja en Madrid.