En una semana en la que la Champions está de vuelta para decidir quiénes serán los equipos presentes en la final de la competición europea, existe un dato que llama especialmente la atención: la significativa diferencia en los precios de las entradas para los partidos en los distintos países. Esta diferencia ha generado controversia, destacando la posición de España como el país con los precios más elevados para asistir a los encuentros de fútbol en todo el continente.
Para ilustrar esta situación, basta con observar la diferencia en los precios de las entradas para las semifinales de la Liga de Campeones. En el partido de ida, disputado en el Allianz Arena entre el Bayern de Múnich y el Real Madrid, los precios demostraron ser significativamente más accesibles. La entrada más económica, correspondiente a una localidad de pie, se ofertó a 19 euros, mientras que el asiento más caro alcanzó los 150 euros, una cifra considerable, pero que se mantiene dentro de un rango razonable para un evento de esta magnitud.
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Por el contrario, para el partido de vuelta en el estadio Santiago Bernabéu, los precios experimentaron un notable incremento. La entrada más barata disponible para presenciar el encuentro en Madrid superó considerablemente el umbral impuesto en Múnich, situándose en 125 euros, sin opciones más asequibles para los seguidores del Real Madrid.
Misma diferencia en las competiciones domésticas
Esta diferencia de precios se extrapola también a las competiciones domésticas. El precio en España para asistir a partidos de fútbol, particularmente en encuentros de gran calibre como el disputado entre el Real Madrid y el FC Barcelona hace dos fines de semana en el Santiago Bernabéu, ha suscitado un amplio debate sobre la accesibilidad para los aficionados. En este partido, que enfrentaba al primero y segundo clasificado de LaLiga, el precio de la entrada más económica alcanzó los 175 euros en el cuarto anfiteatro del estadio, una ubicación considerada de menor privilegio.
En el lado opuesto, un reciente informe sobre la Premier League revela una estructura de precios notablemente más accesible. El precio medio de una entrada para un partido de liga inglesa es de 31 libras (36 euros), con un 25% de los tickets costando 20 libras (23 euros) o menos. Además, el 49% de las entradas se sitúa en un rango de precio entre 20 y 40 libras (entre 23 y 46 euros), y solo un 22% oscila entre 40 y 60 libras (entre 46 y 70 euros), dejando apenas un 4% con un valor superior a 60 libras (más de 70 euros).
Esta comparativa pone de relieve no solo las diferencias en la política de precios entre España y el Reino Unido -aplicable al resto de Europa-, sino que también podría ofrecer una explicación a las divergencias en índices de asistencia entre la liga española y el resto de competiciones europeas. Según los datos, España presenta un porcentaje de asistencia de solo el 75%, un contraste significativo con el más del 90% de asistencia registrado en otras ligas como la Bundesliga alemana.
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Los precios más caros para consumir fútbol por televisión
Una peculiaridad de España que la diferencia del resto de Europa para consumir fútbol por televisión es la necesidad de contratar los servicios de Internet. Así, si se quiere tener acceso a todos los partidos de LaLiga, las opciones disponibles serían dos: Movistar y Orange.
En el caso de la primera compañía (Movistar), para contratar los servicios de fútbol hay que pagar mínimo 59.90 euros al mes (fibra 600mb + una línea con 30 GB + llamadas ilimitadas). A este precio habría que sumarle 12 euros de Movistar Plus+ Esencial, lo que aumenta la totalidad a 71.90 euros. A esta cantidad, si quieres tener acceso a los partidos de LaLiga y la Champions habría que sumar otros 45 euros, lo que deja una cuantía total de 116.90 euros. La plataforma de Orange es ligeramente más económica, y da la posibilidad de contratar una tarifa reducida de 80.95 euros al mes (fibra de 1 GB + todo el fútbol + una línea de fijo).
En Europa los precios son significativamente inferiores. Mientras que Inglaterra y Alemania son los países que tienen precios más altos, con un total de 84.90 y 80.50 al mes, respectivamente, en Francia existe la posibilidad de consumir dicho contenido por 38.23 euros al mes.
