El último año y medio no ha sido nada sencillo para Rafa Nadal. Desde que se lesionase en el Open de Australia 2023, en enero, y pasase por quirófano en junio, hasta que reapareciese en Brisbane en diciembre, la evolución en torno a las figuras de uno de los tenistas más importantes de España ha generado expectación. Sin embargo, su ausencia desde este torneo hasta que reapareciese en el Conde Godó de Barcelona -sin contar la exhibición de Las Vegas con Carlos Alcaraz-, ha vuelto a poner en el foco el tema de la posible retirada del español.
Rafa jugó dos partidos en el Conde Godó, superó a Cobolli, pero no pudo con Alex de Miñaur. Este jueves, reaparecerá en el Mutua Madrid Open ante el júnior, invitado de la organización, Darwin Blanch. Aparentemente, un partido asequible para el exnúmero uno mundial, aunque un camino poco afable para el español, con Tsitsipas, Ruud, Sinner o Medvedev en su lado del cuadro.
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Toni Nadal, tío y exentrenador de Nadal, acudió a los micrófonos de El Larguero de la Cadena SER para hablar sobre el estado actual de su sobrino antes de su debut en el segundo Masters de tierra batida de la temporada. Toni espera que, a diferencia de los dos partidos disputados en la Ciudad Condal, Rafa “pueda hacer tres” y que en Roland Garros “haga siete y no pierda la final”. “Espero que el proceso de readaptación a la competición siga y que no tenga problemas. Sé de la necesidad de Rafa de jugar, porque llegar a Roland Garros sin suficientes partidos es muy peligroso, más aún ahora, que ya no es cabeza de serie y te puede tocar un Alcaraz o un Sinner en primera ronda”, se mostró optimista.
La arcilla parisina es sin duda el escenario favorito de Rafa, allí se ha proclamado catorce veces campeón. Uno de los últimos deseos del balear antes de retirarse es poder volver a alzar otro Roland Garros. Toni, optimista, bromeaba sobre las condiciones que tienen que darse para que su sobrino pueda volver a ser campeón: “Tenemos que conseguir que Djokovic, Sinner, Alcaraz, ... se lesionen”. “Fuera de la broma, sé que es muy difícil porque el nivel de todos estos es muy alto y cuando fue a Barcelona llevaba unos 700 días sin jugar en tierra. Pero falta un mes, si él consigue que físicamente el cuerpo responda, necesita hacer unos cuantos partidos y que el cuadro de Roland Garros sea, no fácil porque no lo hay, pero sí asequible en los primeros días, porque luego todo cambia”, relató en un tono más serio Toni.
Pese a que confiesa que últimamente no ha hablado mucho de tenis, de hecho, la última conversación deportiva fue sobre fútbol, posiblemente después de El Clásico, donde se pudo ver a un Rafa especialmente emocionado tras el gol de Bellingham, Toni Nadal confirmó que su sobrino es consciente de que “las opciones en Roland son pequeñas”, pero que “ahora mismo las tiene”. “Lo que no puede tener es un traspié físico de aquí a junio”, aseveró.
¿El escenario perfecto para la retirada? “Roland Garros”
“A mí no me gusta hacer cábalas ni pensar en lo que va a pasar porque tengo claro que Rafa tiene 37 años, un cuerpo castigado y que ya no responde como antes, pero tiene una mentalidad parecida a la de siempre. Si me haces apostar, me parece difícil hacer un año más y volver a jugar en España, pero no tengo ni idea”, fueron las palabras de Toni cuando se le preguntó por la posibilidad de que Rafa volviese a disputar un año más en la élite.
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Más allá de la decisión que Rafa tome sobre su futuro profesional, su tío tiene claro el lugar de la retirada de Nadal: “Considero que debería ser en Roland”. Sin embargo, Toni tiene claro que “si en Roland Garros juega bien, creo que intentará jugar los Juegos Olímpicos”. Compara esta situación con la expectación en torno a Roger Federer, de quien se esperaba una retirada a lo grande, y quien finalmente la llevó a cabo en la Laver Cup de Londres.
Se retire o no el balear, lo que tiene claro, y así lo corroboró su tío en el programa radiofónico, es que no irá a disputar torneos a una sola ronda para manchar su historial sin necesidad alguna. “De hecho, hay una anécdota, después de la lesión de 2012, él no quería reincorporarse a jugar. Le dije a su manager que firmara el contrato con Viña del Mar y que pasara lo que tuviera que pasar. No podía ni agacharse porque tenía problemas de rodilla, jugó un torneo terrible, tuvo bola de partido en la final y la perdió. Después fue a Río de Janeiro y ganó ese torneo, también porque tuvo mucha suerte con los rivales. Y después fue a Acapulco y barrió en la final a David Ferrer, que siempre era un rival muy peligroso. Y acabó la temporada 2013 como número 1 del mundo. De no querer empezar a ser el mejor”, zanjó sobre otros altibajos que ha atravesado Rafa Nadal a lo largo de su carrera.