Rafa Nadal y Carlos Alcaraz son, sin lugar a dudas, los dos tenistas que todos quieren ver estas casi dos semanas en Madrid. La parada más singular de la gira de tierra batida de la ATP y la WTA, por la altitud existente en la capital española, ya está aquí un año más. La Caja Mágica está preparada para albergar de nuevo un torneo que muchos no dudan en calificar de ‘quinto grande’ del curso, en el que lo deseable sería poder ver en acción a los dos nombres propios de nuestro deporte de la raqueta.
Todavía quedan unos días para asistir al hipotético debut de ambos y los aficionados cruzan los dedos para que tanto el balear como el murciano puedan ser de la partida. Para el evento, el filón es indudable. Por un lado, el segundo hombre con más Grand Slam de todos los tiempos (22), a la par que el jugador más laureado en Madrid (cinco títulos). Por otro, uno de los campeones que vienen, con dos majors ya en su palmarés, con apenas 20 años, e idéntico número de entorchados, los dos últimos en juego, conquistados en el Estadio Manolo Santana.
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De hecho, se da la circunstancia de que Alcaraz, que este lunes ha empezado a entrenarse en las instalaciones de la competición y lucha por poder jugar, tras perderse Montecarlo y Barcelona por unas molestias en su antebrazo derecho, podría conseguir un hito inédito: tres trofeos consecutivos en Madrid. En cuanto a Nadal, que trabaja desde el viernes en los dominios del Camino de Perales, todo parece indicar que quiere estar, en pos de seguir adquiriendo rodaje en la arcilla. Su objetivo en el horizonte está claro: llegar en un momento más óptimo que el presente a su queridísimo Roland Garros.
Mientras el alumno se prueba para poder volver tras su lesión y el maestro busca dar continuidad a la vuelta a las pistas que pudo iniciar en el Godó, se ha conocido cuáles serían los probables rivales que tendrían al otro lado de la red sobre el polvo de ladrillo madrileño. Este es el camino que espera a Rafa y a Carlitos en el Masters 1000 de casa.
Nadal puede volver a cruzarse con De Miñaur
La realidad de Nadal, como viene haciéndose cada vez más palpable, es muy distinta a la de antaño. La caída que ha sufrido en el ranking, al tener que ausentarse de forma prolongada del circuito por sus problemas físicos, le lleva a poder medirse contra cualquier rival, ya sea de mayor o menor entidad, desde el principio. Y, por supuesto, a no estar exento de disputar la primera ronda, porque ha dejado de ser cabeza de serie.
En lo que respecta a Madrid, el estreno que se espera que se acabe dando va a tener un cariz histórico. Es así porque nunca se ha visto una diferencia de edad tan grande entre dos adversarios desde que existen los Masters 1000: Rafa le saca 21 años y 117 días al estadounidense Darwin Blanch, todavía un prometedor júnior (16) y que se ganó una de las invitaciones de la organización. El de este jueves 25 de abril (no antes de las 16:00 horas) será tan sólo el segundo partido del chaval entre los profesionales.
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Si no salta la sorpresa en el debut, quien esperará a Nadal en segunda ronda será, en la teoría, Alex de Miñaur, su verdugo de hace unos días en idéntico compromiso en Barcelona. Resultará más que interesante ver si las tornas pueden cambiar en Madrid. Eso sí, lo más normal es que el manacorense no llegue a las rondas finales tampoco en esta ocasión. En el caso de que avance, va por el mismo camino que Tiafoe, Ofner o Cachín en tercera ronda, que Tsitsipas o Lehecka en octavos, que Medvedev o Shelton en cuartos y que Sinner o Ruud en semifinales: sólo podría medirse a Alcaraz o Zverev en una hipotética final.
Sorteo amable con Alcaraz
En cuanto al defensor del título, ha caído en el cuarto cuadrante del cuadro, con Rublev y Zverev como principales obstáculos en el periplo hasta el último día de juego. Si el cuerpo le responde bien, y al no tener que disputar la primera ronda, le veremos en segunda ronda contra Shevchenko o Rinderknech, a los que debería superar si la lógica impera. Parece que el sábado 27 se daría su primer choque.
En tercera ronda, podría vérselas con Musetti, con quien es mejor no confiarse. Struff, a quien venció en la final de 2023 no sin sufrimiento, o Humbert esperarían en octavos. Rublev o Rune serían el reto a superar en cuartos. En los últimos tiempos, ha salido airoso contra ellos, así que teóricamente, más en tierra y si se encuentra bien, debería imponerse.
Zverev esperaría probablemente en semis. Carlitos sabe lo que es derrotar al alemán en la Caja Mágica (final de 2022 y octavos de 2023), aunque esta rivalidad echa chispas últimamente. Tampoco estaría nada mal el desafío en la jornada decisiva, con Sinner como último obstáculo para ser el mejor en Madrid. Todo confiando en que el de El Palmar aparque sus contratiempos recientes y no deba causar baja.
