Sin Nadal, no hay paraíso para el tenis español en Montecarlo: la ‘Armada’ no empieza la gira de tierra con título desde hace más de un lustro

Ya sin ningún representante de nuestro país en liza, van a ser seis años de sequía española en el Principado. Alejandro Davidovich, finalista en 2022, es el único que ha optado a ponerle fin

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Roberto Bautista, en Montecarlo. (Sebastien Nogier/EFE/EPA)
Roberto Bautista, en Montecarlo. (Sebastien Nogier/EFE/EPA)

El Masters 1000 de Montecarlo ya no es lo que era para el tenis español. De los cuatro jugadores de nuestro país que iban a disputar el torneo (cifra más pobre de representantes desde 1989), Carlos Alcaraz causó baja a última hora por una lesión en el pronador redondo del brazo derecho. En cuanto a los tres restantes, Alejandro Davidovich, Jaume Munar y Roberto Bautista, dijeron adiós en primera ronda, en los dos primeros casos, y en la segunda, en lo que respecta al castellonense: tanto Munar como él se habían clasificado para el cuadro final desde la previa. Por si esto fuera poco, Rafa Nadal, por las molestias que viene sufriendo en el abdominal, tuvo que cancelar su inscripción.

El balear es el principal causante de las tardes de gloria a las que la Armada se había abonado en el Principado de un tiempo a esta parte y que, a día de hoy, han pasado a mejor vida. Hablamos nada menos que del tenista más laureado de esta competición, con 11 títulos (2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2016, 2017 y 2018: llegó a ganar ocho de forma consecutiva). Pasan a ser 12 si contamos también el de dobles junto a Tommy Robredo en 2008, cuando Rafa hizo doblete.

Nadal, con uno de sus trofeos en Montecarlo. (Claude Paris/AP Photo)
Nadal, con uno de sus trofeos en Montecarlo. (Claude Paris/AP Photo)

Con un marciano 92% de efectividad en Montecarlo, Nadal ha sido la gran esperanza española incluso cuando se terminó su idilio con el evento. En 2019, fue semifinalista. En 2021, cuartofinalista. Y para de contar, ya que no ha vuelto a jugar en Mónaco. El único que ha amenazado con poner fin a los seis años sin victoria de los nuestros allí ha sido Davidovich: llegó a cuartos en 2021 y, sobre todo, a la final en 2022. Entonces, no pudo superar a Stefanos Tsitsipas. El griego se proclamó campeón tras imponerse por 6-3, 7-6 (3). Aquellos fueron posiblemente los mejores días del malagueño sobre la pista, con triunfo incluido ante Novak Djokovic en segunda ronda.

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El año pasado, Davidovich cayó a las primeras de cambio contra Karen Khachanov. Lo mismo le ha sucedido este 2024, con Sebastian Korda, primer y único verdugo de Alcaraz en Montecarlo, eliminándole con facilidad (6-1, 6-2). Por su parte, Munar hincó la rodilla frente a Roman Safiullin, otro hombre que ha podido con Carlitos recientemente (7-5, 6-1). Bautista sí ganó un partido más allá de los clasificatorios, al derrotar a Facundo Díaz (6-2, 6-4). No obstante, su aventura concluyó cuando Hubert Hurkacz, número ocho del mundo, estuvo al otro lado de la red (7-5, 7-6 [4]).

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Los tiempos en los que sí se carburaba en Montecarlo

Está claro que la cita con la que da comienzo la gira de tierra batida en el circuito ATP nos daba muchas más alegrías antaño. Si nos remontamos hasta 1970, segunda edición de Montecarlo, ya vemos a un finalista patrio, Manolo Orantes. Él se convertiría en el primer ganador español, en 1975. Habría que esperar hasta 1991 para que Sergi Bruguera le cogiese el testigo, repitiendo éxito en 1993 y quedando subcampeón en 1994.

Albert Costa quedó finalista en 1996, al igual que Álex Corretja en 1997. Carlos Moyà se impuso en la edición de 1998, con Juan Carlos Ferrero sucediéndole en 2002, al derrotar precisamente a su compatriota en la final. En 2003, el hoy entrenador de Alcaraz revalidó el título. Por lo tanto, vemos que la tradición de la Armada en Montecarlo era bastante sólida. Y pasó a incrementarse aún más durante la época en la que Nadal dominó a placer en tierras monegascas.

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Aquellos años, hubo tres españoles que alcanzaron la segunda plaza, por detrás de Rafa: Fernando Verdasco, en 2010; David Ferrer, en 2011; y Albert Ramos, en 2017. Al propio Nadal le tocó perder el choque decisivo en 2013, a manos de Djokovic. Si repasamos esas ediciones, vemos que las actuaciones de los profesionales nacionales eran mucho más portentosas. Un vistazo a la era de mano de hierro del manacorense lo deja bien a las claras.

Más allá de Nadal, en 2005, Ferrer y Ferrero estuvieron en cuartos, con el segundo accediendo a semis. Ferrer y Robredo fueron cuartofinalistas en 2006, mientras que en 2007 lo fueron, de nuevo, Ferrer y Ferrero, con el exnúmero uno llegando hasta semifinales. Ferrer fue cuartofinalista en 2008 y Verdasco lo consiguió en 2009. En 2010, Albert Montañés, Verdasco, Ferrer y Ferrero acompañaron a Nadal en cuartos: tres de ellos estuvieron en semifinales.

David Ferrer, en una imagen de archivo. (Sergio Pérez/Reuters)
David Ferrer, en una imagen de archivo. (Sergio Pérez/Reuters)

En 2011, Nadal y Ferrer fueron los únicos en cuartos y estuvieron en liza hasta el último día. Al año siguiente, Nadal fue el único superviviente en las rondas finales, al igual que ocurrió en 2013. Ferrer y Guillermo García-López aumentaron la cuota en 2014, con el primero haciendo semifinales a costa de cargarse al mismísimo Rafa. Este se vengó en los cuartos de 2015, a los que sólo llegaron Ferrer y él entre los españoles. Djokovic dejaría sin final a Nadal una ronda más adelante.

Marcel Granollers le acompañó en los cuartos de 2016. En 2017, sólo Ramos y el ganador de 22 Grand Slam prosperaron. Y en 2018, quien más lejos pudo llegar fue, para variar, Rafa. En la actualidad, parece que los eventos domésticos en Barcelona primero y Madrid después son mucho más propicios para que la copa se la lleve un español. Está visto que la fortuna, a la que tanto se tienta en Montecarlo, ha pasado a sonreír a otros para inaugurar ese tramo de la campaña en el que el deporte de la raqueta se tiñe de polvo de ladrillo.

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