Carlos Alcaraz no jugará el Masters 1000 de Montecarlo. El murciano, que debutaba este miércoles ante Félix Auger-Aliassime en el primer torneo de la gira de tierra batida, ha anunciado su baja al no recuperarse a tiempo de una lesión en el brazo derecho. “He estado trabajando en Montecarlo y tratando de recuperarme hasta el último minuto de una lesión en el pronador redondo del brazo derecho, pero no fue posible y no puedo jugar. Tenía muchas ganas de jugar”, ha escrito el número tres del ranking mundial.
Alcaraz ya había hecho saltar las alarmas tras varios días entrenando con un vendaje en el brazo derecho y sin golpear derechas. Tras su renuncia a Montecarlo, el próximo torneo en el que está apuntado el murciano es el Conde de Godó, donde defiende título. El ATP 500 de Barcelona se disputa la semana que viene. De esta forma, Montecarlo se convierte en territorio comanche para el murciano. El murciano no sabe lo que es ganar un partido sobre la arcilla del Principado. Hace dos temporadas cayó en su estreno en segunda ronda ante el estadounidense Sebastian Korda y el curso pasado no compitió al sufrir artritis postraumática en la mano izquierda y molestias musculares en la columna.
Al no defender puntos del año anterior, tampoco los pierde de cara al ranking de esta temporada. Aunque la diferencia respecto a Djokovic y Sinner, números uno y dos del mundo respectivamente, podría aumentar al concluir la semana. El serbio defiende unos octavos y el italiano las semis de 2023. El de Montecarlo es el segundo contratiempo que sufre Alcaraz en su calendario previsto para 2024. En su debut en Río de Janeiro tuvo que retirarse tras sufrir un esguince de tobillo de grado 2 que, sin embargo, no le privó de acudir a Indian Wells y revalidar su corona.
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Alcaraz, como Nadal
Ahora Carlitos, antes Rafa. El balear tampoco competirá en Montecarlo tras no superar los problemas físicos que arrastraba. “¡Hola a todos! Están siendo tiempos difíciles para mí deportivamente hablando. Desgraciadamente, os comunico que no voy a jugar en Montecarlo. Simplemente, mi cuerpo no me deja”, arranca el comunicado con el que comunicó su ausencia en Mónaco. Ha acompañado estas palabras en las redes sociales de un vídeo en el que se le ve entrenando en las instalaciones de su academia en Mallorca. Allí, donde ha trabajado sobre el polvo de ladrillo en las últimas fechas para llegar a un evento del que finalmente, por sus problemas físicos, va a tener que apearse.
“Y aunque sigo trabajando y esforzándome al máximo cada día con la ilusión de poder competir en torneos que han sido muy importantes para mí, la realidad es que a día de hoy no puedo”, expone Nadal. “No os imagináis lo difícil que es para mí no tener la oportunidad de poder jugar estos eventos una vez más. No me queda más que aceptar la situación e intentar mirar hacia el futuro inmediato, manteniendo la ilusión y las ganas para darme la oportunidad de que las cosas mejoren. Un abrazo fuerte a todos y ¡gracias por el cariño y apoyo siempre!”, intenta autoanimarse, en medio del que ya es, a todas luces, el momento más comprometido de su trayectoria.