Hace menos de una semana que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil registró la sede de la RFEF y el domicilio de Luis Rubiales en Granada, en el marco de una investigación de contratos irregulares en los últimos cinco años de mandato del expresidente, estando en el centro de la polémica el contrato de la Supercopa de Arabia entre Rubiales, el exfutbolista Gerard Piqué y su empresa Kosmos. Los agentes de la UCO llevaron a cabo diversos registros y detenciones en varias provincias españolas, en busca de delitos contra la corrupción en los negocios, la administración desleal y el blanqueo de capitales.
Tras los registros, se dio la orden de, al menos, media docena de detenciones. Según informó la sección jurídica de la Cadena SER, Rubiales habría sido detenido como imputado, no pudiéndose efectuar dado a su estancia en República Dominicana. Desde el país caribeño, aseguró “no saber nada” de lo que estaban investigando y no tener “nada que ocultar”. En su regreso, podría quedar bajo custodia policial, además de declarar ante el Juez para aclarar los contratos irregulares y desvío de dinero que habían sido descubiertos en los últimos cinco años de la Federación.
Bautizada como ‘Operación Brody’ el expresidente Luis Rubiales es uno de los investigados por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Majadahonda. En medio de esta polémica, la RFEF, organismo dirigido por Pedro Rocha, ha emitido un duro comunicado en el que carga contra Rubiales. “La RFEF quiere mostrar su total desvinculación con las conductas y actuaciones irregulares de su expresidente y de todos aquellos que pudieran estar involucrados, así como incidir en que esta institución está muy por encima de sus dirigentes”, comenzaba diciendo el comunicado.
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El comunicado de la RFEF
“La Real Federación Española de Fútbol elevará a la Comisión gestora la puesta en marcha de una auditoría forense sobre cualquier tipo de contrato que pueda estar bajo sospecha por la actuación de su expresidente, Luis Rubiales.
La RFEF quiere mostrar su total desvinculación con las conductas y actuaciones irregulares de su expresidente y de todos aquellos que pudieran estar involucrados, así como incidir en que esta institución está muy por encima de sus dirigentes.
Asimismo, la RFEF, personada en la causa, exigirá responsabilidades a los encargados de enviar la documentación requerida por los juzgados, si se confirma que incumplieron su obligación. Además, depurará cualquier otra responsabilidad que pudiera derivarse ante conductas y decisiones irregulares.
La Federación es una institución fundamental, base del fútbol español, casa de las selecciones nacionales e integrada por profesionales que desarrollan su trabajo con eficacia y que velan en conjunto por el progreso de este deporte con gran responsabilidad y esfuerzo. Es por ello, que no debe quedar unida a las conductas particulares, en especial las de aquellos que, siempre presuntamente, han tenido conductas execrables, cuando no ilegales.
Así lo ha expresado el presidente de la gestora, Pedro Rocha, al considerar “imprescindible separar y desvincular a institución de las conductas presuntamente delictivas”, asegurando, además, que “se llegará hasta el final en depurar cualquier responsabilidad existente”.
Durante los últimos seis meses se han dirigido todos los esfuerzos a lograr esta estabilización y cerrar la crisis generada, trabajando para que se volviera hablar de nuevo de fútbol.
Desde la RFEF se es consciente de la importancia del momento actual, a meses de una Eurocopa, unos Juegos Olímpicos y de la presentación de la candidatura del Mundial. Por ello, se garantiza ante FIFA, UEFA, el CSD y todos los aficionados y aficionadas la estabilidad de esta institución. El fútbol español es mucho más que sus expresidentes o dirigentes y así se quiere trasmitir a la opinión pública”, reza el texto completo emitido por la RFEF.