Pocas veces un partido amistoso ha levantado tanta expectación. Vive tranquila la selección española en Las Rozas, pero consciente de que la tensión está llamando a la puerta. “Es sólo la décima vez que nos enfrentamos a Brasil, imaginaros si es importante. Podría ser la semifinal o la final de una Copa del Mundo”, aseguraba Luis de la Fuente. Aunque por más que se empeñe en centrar el partido en el ámbito deportivo, los focos apuntan hacia otra dirección: el racismo y Vinicius. El futbolista brasileño se derrumbó en plena rueda de prensa previa al España-Brasil al expresar cómo él y su familia están viviendo la lucha contra el racismo.
“Recibir insultos es algo bastante triste, es algo que pasa aquí en cada partido, en cada día. Cada denuncia mía me pone muy triste. Pero como a todos los negros que están en el mundo… Es algo triste. Esto es algo que está sucediendo… No solo en España, también en el mundo… A mi padre también le pasaba, escogían a un blanco antes que a un negro. Es algo que noto, y lucho porque me han escogido a mí… Lucho para que en el futuro próximo no le vuelva a pasar a nadie”. Fue el momento más intenso de una comparecencia sincera en la que el futbolista brasileño se abrió sobre lo que suponen los ataques racistas que sufre en los estadios de España.
Te puede interesar: El motivo por el que Mbappé retrasa el anuncio de su fichaje por el Real Madrid: “Mientras exista esa posibilidad, no lo hará”
De Mestalla al Bernabéu
Una situación que ha dejado la imagen de España por los suelos, elevando la preocupación de la RFEF y LaLiga, para los que este amistoso es casi “cuestión de Estado”. “Este partido es un grito por la igualad y la tolerancia. Una denuncia contra el racismo”, anunció este lunes la Federación, que ha lanzado varias campañas contra el racismo durante la última semana en LaLiga, aunque insuficientes para Vinicius. “La falta de castigo es lo que más me frustra, que todas esas personas se vayan sin que pase nada después de lo que hace nada. Estoy seguro de que España no es un país racista, pero hay racistas y gran parte de ellos están en los estadios”, añade el brasileño antes de un amistoso pactado aceleradamente.
Lo insultos racistas a Vinicius en Mestalla hace poco menos de un año levantaron una oleada de críticas tras el durísimo comunicado del jugador. “Hoy, en Brasil, España se conoce como un país de racistas”. Una frase que llegó a todas partes y que cayó con peso en el Gobierno y en la Federación, donde hubo prisa por cerrar el amistoso, cuyo acuerdo llegó en junio. El lema del partido habla por sí mismo. “Una sola piel, una sola identidad”. Por eso Vinicius fue el encargado de alzar la voz en rueda de prensa antes del partido contra el racismo. Lo hizo con una lona negra detrás, radicalmente diferente a los tradicionales azul y amarillo de la selección brasileña. Todo era importante.
Primer día de Endrick en su futura casa
El amistoso entre España y Brasil también actuará como germen para Endrick y su vínculo con el Real Madrid. El brasileño desata pasiones allá por donde va. Tras estrenarse como goleador con Brasil ante Inglaterra con apenas 17 años, el futuro talento madridista fue recibido con júbilo a su llegada a Madrid ante decenas de aficionados que se congregaron en los a los rededores del Hotel Eurostars. La agenda de Brasil planificaba dos intensas jornadas en la capital española, teniendo programado un entrenamiento y el partido de este martes contra España en la que será la casa del brasileño partir del próximo verano, el Santiago Bernabéu.
“Me siento muy feliz porque le conocí con 15 años, le he visto madurar y veo que tiene los mismos sueños. Sigue evolucionando y creciendo. En el mejor club del mundo hay gente que dice cosas buenas y cosas malas. Espero que siga los buenos consejos como hice yo cuando llegué aquí”, aconseja Vinicius a Endrick. El primero será el anfitrión del segundo, con quien compartirá vestuario a partir de la próxima pretemporada, ya que al contrario que Rodrygo y el propio Vini, Endrick no pasará por el Castilla como paso previo al primer equipo. Al menos esa es la intención actual del club blanco. Vinicius, Endrick y un amistoso emotivo.