“El nuevo campeón mundial WBC -siglas en inglés del Consejo Mundial de Boxeo- de muay thai del peso pluma -57 kilos- es Antonio Orden”, dijo el presentador el 4 de febrero de 2023, y lo repitió el pasado 3 de marzo, cuando Antonio Orden, alias El Zurdo, defendió el título de campeón del mundo en Alcobendas tras derrotar por decisión unánime de los jueces al chipriota Nicolas Christou.
Orden, de 32 años, atendió a Infobae España y aseguró que “es un orgullo para mí poder representar a España en conseguir un Mundial tan importante”. En su deporte, de origen tailandés, los competidores utilizan como objeto de ataque ocho puntos distintos del cuerpo humano. Deportes de contacto no tan conocidos hasta el momento, pero que El Zurdo cree que están “en uno de los mejores momentos”. ¿El factor clave? “Ilia ha hecho que se abriera mucho los ojos a España en cuanto a deporte de contacto, al final, cuando sale un tío que llama la atención hacia la gente es como se conoce”.
Lo cierto es que, llegar hasta donde está ahora no ha sido un camino fácil para el luchador. Se crio en el barrio madrileño de Fuencarral, y su vida se asemejaba a la de un luchador más que no podía dedicarse a tiempo completo a su deporte.
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Encontró en la chatarrería el combo perfecto
“Siempre he buscado trabajo que me dejara o me diera esa flexibilidad para compaginar con mi deporte”, afirma al echar la vista atrás Antonio. Y es que, confiesa que “a todo peleador le cuesta dinero” el hecho de competir. “Las bolsas son mínimas. A lo mejor, un peleador normalito que está iniciando cobra 300 €. Imagínate un mes entero: paga su gimnasio, sus dietas, al fin y al cabo les cuesta dinero. Tienes que ser un poquito reconocido para poder vivir un poquito de ello”, explica.
Dicha flexibilidad la encontró en la chatarrería de su suegro en Paracuellos del Jarama. Temporadas de no competición o de entrenamientos más suaves, Orden compaginaba su vida deportiva con su jornada entre metales. Este fue su último trabajo hasta que montó su propio gimnasio. “A día de hoy tengo mi gimnasio y es a lo que me dedico, a esto y a pelear. Lo que buscaba eran horarios flexibles para poder entrenar”, confiesa.
Después de mucho esfuerzo, constancia y sacrificio, El Zurdo ha conseguido encontrar una estabilidad ‘cómoda’. En su gimnasio imparte clases a jóvenes promesas: “Estoy con mis chicos a la par que trabajando, entonces es fácil, acabo y me pongo a entrenar”. Se muestra agradecido de poder dedicarse a su propio gimnasio y a él en un mismo espacio, pues “lo difícil era cuando estábamos trabajando que sí que ibas de un lado para otro sin parar”.
Pesaje, lesiones, veladas, ... La dura realidad de los peleadores
“Un peleador siempre está lesionado”, confirma el madrileño. “Entrenamos lesionados y es parte de nuestro día a día, es cierto que dentro de las lesiones hemos tenido más o menos gravedad, pero estar lesionados es nuestro día a día”, añade. Es la parte más fea del deporte que condena al deportista.
Un factor extra, y nada sencillo, para los peleadores es el pesaje. Conseguir dar los kilogramos exigidos en la categoría en el momento previo al combate supone una exigencia añadida a estos deportistas profesionales. “Pegamos un subidón de peso y luego hacemos un corte. Sí es un poquito duro, pero ya después de 50 peleas sabemos llevarlo bien”, apunta Antonio, quien detalla el procedimiento a seguir: “Una semana anterior hacemos una carga de agua y luego, la última semana, descargamos el agua y una dieta estricta de verduras, pollo a la plancha y cosas hervidas”.
Los logros van llegando poco a poco, y el pasado mes de octubre Antonio Orden consiguió cumplir uno: fichar por One Championship asiática. “La Championship está pensada para que sean combates que buscan que vayan al KO, entonces son con mucha más dureza y con mucha más intensidad. No es como la otra, que es un combate, un poquito más tradicional, con estrategia. Entonces sí, se va a dificultar por eso, porque no te dejan llevar una estrategia, sino que tienes que ir al choque”, describe en qué consiste la competición. Su próximo combate será el mes de junio en Wuhan (China).
Union Promotions, la alternativa para “traer a los mejores peleadores del mundo”
En 2018 creó la promotora Union Promotions, cuyo objetivo está fijado en “traer siempre a los mejores peleadores del mundo en la disciplina que nosotros trabajamos y dar salida a los peleadores nacionales para que se enfrenten a los mejores y sean reconocidos en el mundo”. ¿Objetivo cumplido después de seis años? “Los objetivos están cumplidos”, afirma rotundamente. “Peleadores como los que hemos tenido en nuestros eventos han peleado en Asia, Japón, en muchos y grandes eventos. Se les está reconociendo”, subraya.
Proyectos cuyo fin está en relanzar este deporte y que continúe creciendo. Las veladas organizadas por youtubers son otra alternativa. “Hace que la gente sepa de este deporte de contacto, lo que pasa que los que lo representan no son gente que se dedica a este deporte. No dejan de ser famosos que se dedican a otras cosas y les meten en un ring, es en lo que no estoy de acuerdo. Al final y al cabo, (es) una puesta en escena de diez para gente que no se dedica a ello”, confiesa con una sonrisa dibujada en su cara. “Tiene parte positiva porque la gente conoce a través de personas que son muy influyentes, pero también negativa, porque no se da la profesionalidad que en realidad tiene”, zanja al respecto.
Familia y meta clara desde una edad temprana
Antonio tiene una hija pequeña, y reconoce que “recae más peso” sobre la figura materna. “Hace de madre y de padre”, confiesa, aunque asegura que ve a la pequeña todos los días. “Es cierto que las semanas de la pelea las echas de menos porque ahí ‘estás que no estás’, pensando en la dieta, en perder peso... Entonces, las abandonas un poquito más, pero después de la pelea estoy un montón con ellas”, argumenta sobre lo complicado que puede resultar conciliar la vida familiar con la deportiva.
Lo que El Zurdo tiene claro es que esto es un camino que solo acaba de empezar, y que lo que con 15-16 años veía muy lejano, cada vez está más cerca. “Siempre he querido montar un equipo en mi gimnasio propio o en otro donde yo trabajase. Desde muy chavalín he querido dedicarme a esto, y saber qué es lo que quería desde tan joven, permitió que se hiciera realidad”, recuerda con añoranza sus inicios, antes de haber sido dos veces campeón mundial de muay thai. Ahora, Antonio Orden solo puede soñar a lo grande.