Dani Alves seguirá en prisión este fin de semana. El futbolista brasileño no ha podido reunir el millón de euros necesario para obtener la libertad de forma provisional, así que continuará encarcelado en Barcelona. Allí coincidió con su compatriota Neymar, relacionado con este caso, seguramente, más de lo que le gustaría. Es así porque su padre ya ayudó con el pago de la indemnización a la víctima (150.000 euros) y se esperaba que hiciese lo mismo ahora, en lo que respecta a la fianza. Sin embargo, no ha sido así.
“Como todo el mundo sabe, al principio ayudé a Dani Alves, quien no estaba vinculado con ninguna demanda”, decía Neymar sénior en un comunicado este jueves. “En este segundo momento, en una situación distinta a la anterior, en la que los tribunales españoles ya se han pronunciado a favor de la condena, se especula y se intenta asociar mi nombre y el de mi hijo a un asunto que hoy ya no nos corresponde”, dejaba claro también.
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Por si no quedaba más que evidenciado que el entorno de Neymar no estaba dispuesto a seguir colaborando con Alves, el cabeza de familia se mostró lo suficientemente rotundo para finalizar la nota con la que oficializó su desvinculación total del escándalo: “Espero que Daniel encuentre en su propia familia todas las respuestas que busca. Para nosotros, para mi familia, el asunto se acabó”. La condena por agresión sexual del que fuera compañero de su hijo ha situado a uno de los padres más célebres del mundo del deporte de nuevo en primer plano: hace tiempo que su fortuna, a raíz del éxito profesional que su retoño sí tuvo tanto dentro como fuera del terreno de juego, es un hecho. Y en cantidades mayúsculas.
El imperio Neymar
Si acudimos a la lista Forbes de 2023 entre los deportistas, encontramos al hoy integrante del Al-Hilal árabe muy bien situado. Neymar ocupa el puesto 12, con 85 millones de dólares de ganancias. 50 tienen que ver con su rendimiento en el campo, mientras que 35 hacen referencia a patrocinios y similares. Buena parte de culpa de que se haya convertido en una auténtica marca registrada la tiene papá, que en cuanto vio que tenía un auténtico diamante en bruto en casa se puso manos a la obra para intentar sacarle el máximo partido posible.
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Sólo se así explica que la empresa NR Sports, que Neymar padre dirige y que sirve para representar a Neymar hijo y gestionar su comunicación, esté en activo nada menos que desde 2006. Fue entonces cuando tocó gestionar el primer contrato millonario de la en ese momento joven promesa, con el Santos de su país natal: firmó por un millón de reales (400.000 euros) cuando apenas era un adolescente de 13-14 años.
En 2010, la compañía ideada por Neymar da Silva Santos ya era todo un éxito, puesto que facturaba 20 veces más (11 millones) que el jugador, aún lejos del Viejo Continente. Llegaría a Europa en 2013, aunque el trato para que acabase en el FC Barcelona se gestaría mucho antes: Neymar padre llegaría a reconocer, a posteriori, que recibió 40 millones de euros de comisión del conjunto azulgrana para que este se garantizase la prioridad a la hora de hacerse con los servicios de Neymar.
El traspaso fue por un montante astronómico, mucho mayor de lo que pareció al concretarse. El Mundo lo contó en 2018, cuando se supo que al Barça le costó más de 200 millones de euros brutos reclutar a Neymar. Oficialmente, se habló de 53 millones, según Sandro Rosell, y de 86, en palabras de Josep Maria Bartomeu. Nada más lejos de la realidad: fueron 71 millones brutos en cinco años, en cuanto al sueldo, y 134 millones, destinados a contratos ficticios para que la operación cuajase. De ahí el caso Neymar, por presuntos delitos de corrupción entre particulares y estafa, que tantos titulares acaparó.
Por si no tenía poco con este acuerdo de récord, Neymar padre sería pieza fundamental para cerrar otro no menos boyante: el que llevó a Neymar Júnior al PSG (volvió a compartir vestuario con Alves) por 222 millones de euros en 2017. Aquella vez, la labor como intermediario del progenitor fue recompensada de forma aún más espléndida: 62 millones de comisión. Por supuesto, ni que decir tiene que cualquier lujo imaginable (coches, viviendas y demás comodidades) está al alcance del clan con una facilidad inusitada. Y así continuará siendo mientras los pingües beneficios del atacante, de 32 años, sigan al alza.
“Vive en constante transformación. No sólo como persona, sino como deportista. Y nosotros somos su apoyo. Minuto a minuto. No puedo dejarlo, porque si le dejo, va a ser corrompido por algo, manipulado, por lo inocente que es. Y puedes tirar todo lo que hicimos por cualquier cosa. Neymar, solo, puede arruinar todo eso”, ha llegado a declarar Neymar padre. El uno necesita al otro y viceversa, sin poder evitar las tiranteces en ciertas ocasiones. Pero, a la hora de la verdad, pesa mucho más cómo se complementan.
Es precisamente el celo con el que Neymar da Silva Santos protege la gallina de los huevos de oro que constituye el heredero, y que su pai ha contribuido a alimentar de alguna manera, lo que le lleva a alejarse de cualquier tipo de salpicadura procedente de la polémica de Alves. Qué lejos queda ya su época como albañil, mecánico o funcionario de tráfico: ver cómo Neymar Júnior sí cumplía los sueños en el balompié que a él se le quedaron por el camino lo pudo todo.