En medio de todo el revuelo causado en la Real Federación Española de Fútbol, con toda la polémica que envuelve a Luis Rubiales y a hombres pertenecientes a la estructura de la organización durante sus cinco años de mandato, que manchan la imagen del fútbol español, aparece otro caso que afecta a un jugador legendario del país, aunque no directamente al fútbol nacional. Al parecer, Andrés Iniesta, que militó para el Vissel Kobe japonés entre agosto de 2018 y mismo mes de 2023, habría sido acusado por la Agencia Tributaria de Japón de no ejercer correctamente sus obligaciones fiscales, al no declarar bien sus ingresos.
Los medios nipones se han hecho eco de esta noticia, en la que el futbolista español, actual jugador del Emirates Club, estaría obligado a pagar una monta total de 580 millones de yenes -equivale a 3,5 millones de euros o 3,7 millones de dólares-. Su nombre aparece junto al de otros dos futbolistas extranjeros, Kim Jin-hyeon, portero del Cereza Osaka, y Anderson Patric Aguiar Oliveira, delantero del Nagoya Grampus. La Agencia Tributaria reclama un total sin declarar de 2.100 millones de yenes -12,7 millones de euros- entre los tres futbolistas, según publicó la cadena estatal NHK. Según fuentes anónimas citadas por esta misma cadena, la Oficina Regional de Impuestos de Osaka ha establecido que Iniesta dejó sin declarar unos 860 millones de yenes -5,2 millones de euros- por sus honorarios contractuales con el equipo japonés.
Según la Ley de Impuestos sobre la Renta, los deportistas extranjeros se clasifican en “residentes” y “no residentes” japoneses. Si su contrato es inferior a un año y no traen consigo a su familia, estarían dentro de la segunda categoría. Iniesta, al haber estado afincado junto a su familia en la ciudad de Kobe durante las cinco temporadas que militó para el equipo nipón, se considera residente, por lo que la carga fiscal será más grave que la que recaería sobre los “no residentes”.
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Tres extranjeros en el punto de mira de las autoridades japonesas
Junto a los 860 millones de yenes -5,2 millones de euros- que no habría declarado el español, hay que sumarle los 700 -4,2 millones de euros- de Kim y los 600 -3,6 millones de euros- de Oliveira. Los tres futbolistas extranjeros, considerados residentes japoneses durante su estancia en el país, no habrían presentado debidamente sus declaraciones de impuestos durante su residencia.
El equipo Vissel Kobe, al que pertenecía Iniesta, aseguró que “no podemos responder a esta pregunta porque se refiere al contrato individual del jugador”. Misma línea ha seguido el Osaka de Kim quien ha dicho que “no podemos comentar sobre la información del contrato en lo que se refiere a información personal”. El Nagoya Grampus afirmó que “el club se abstendrá de hacer comentarios en relación con el contrato de un individuo”.
Por su parte, la J.League dijo: “Los casos individuales son básicamente tratados por cada individuo, y la liga no está en condiciones de hacer comentarios, pero hemos escuchado que hubo algunas diferencias de opinión con respecto a las declaraciones de impuestos. Independientemente de este asunto, seguiremos pidiendo una respuesta fiscal adecuada”.