Carlos Sainz venía acarreando molestias físicas. El miércoles, día dedicado a los medios de comunicación, el español se marchó antes de tiempo del circuito de Yeda con malestar en el estómago y hasta 39 grados de fiebre. Se dirigió al hotel, con el objetivo de descansar y estar al 100% para los entrenamientos libres. Pese a no estar completamente recuperado, pudo disputar la primera jornada de libres, firmando un sexto mejor tiempo. Este viernes, la cuenta oficial de Ferrari ha notificado que el español no podrá disputar el GP de Arabia Saudí después de haber sido “diagnosticado con apendicitis”.
“Carlos Sainz ha sido diagnosticado con apendicitis y requerirá cirugía. A partir del FP3 y durante el resto de este fin de semana, será sustituido por el piloto reserva Oliver Bearman. Por lo tanto, Oliver no volverá a participar en esta ronda del Campeonato de F2. La familia Ferrari le desea a Carlos una pronta recuperación”, escribía la escudería en sus redes sociales.
El español salvó el jueves una jornada realmente dura, de las que miden la fortaleza mental y física y el abanico de destrezas del piloto. Afrontó la jornada con 39 de fiebre antes de salir del hotel y escalofríos constantes, tras una noche en la que apenas descansó. Dos días sin ingerir nada sólido y una debilidad que se le pasó en cuanto se enfundó el mono y entró en el box. Su séptimo puesto fue inesperado, teniendo en cuenta que su presencia en los entrenamientos fue duda hasta última hora.
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Recital en Baréin con un tercer puesto
Pese a la incertidumbre de su futuro, tras no continuar en Ferrari por la incorporación de Hamilton, Sainz tuvo un inicio de temporada excelente. Firmó un auténtico recital después de adelantar hasta en dos ocasiones a Leclerc. La salida, limpia delante, pero accidentada detrás -Hulkneberg se llevó por delante a Stroll- permitió a Pérez superar a Sainz, que se repuso y comenzó la escalada cuyo punto álgido se produjo con Charles Leclerc, su compañero de equipo. Era la vuelta 11, Sainz abrió el DRS y convirtió en valentía toda la tensión acumulada después de que Ferrari le comunicase la no renovación. Se pegó al monegasco en la recta principal y pegó el estacazo en la curva uno. Excelente maniobra.
El español se lo volvió a comer a final de recta. Dos vueltas más tarde se merendó a Russell y metió sexta para alcanzar el podio, uno de esos que saben diferente. Por lo acontecido en lo personal durante los últimos meses y porque delante solo hay un monoplaza de otra galaxia, el de Red Bull.
Lo cierto es que su actual equipo no cuenta con él para 2025, quienes han decidido apostar por el fichaje de Lewis Hamilton, heptacampeón mundial. Con una quinta plaza en el mundial de pilotos de 2023, el español tiene esta campaña una última oportunidad para demostrar su calidad como piloto y poder buscar una alternativa para su futuro.