Alonso saldrá cuarto en el Gran Premio de Arabia Saudí: Verstappen no falla y consigue una nueva pole

Una vez más, la clasificación no ha dado pie a la sorpresa y Red Bull sigue a lo suyo. Es decir, dominar el Mundial de Fórmula 1 en los días que realmente importan. Continúa siendo así a una vuelta, con Max Verstappen mostrándose imbatible a pesar de la mayor igualdad que se ve ahora. También en carrera, ya que todo parece apuntar que el neerlandés se impondrá este sábado, de nuevo, en Arabia Saudí. Un escenario en el que Fernando Alonso tendrá mayores opciones de podio que en Baréin, al partir desde una cuarta plaza realmente positiva: disputó las tres primeras posiciones en todo momento durante esta qualy.

“Ha sido una vuelta buena. Vamos a intentarlo otra vez”, decía el español en plena Q3. Aún mejoraría más su registro, con un 1:27.846 que le dejó a apenas tres décimas de Verstappen. Deseoso de dar guerra y en igualdad de condiciones con el resto (llegó a la tanda decisiva con dos juegos de neumáticos), Alonso disfrutó al volante de su Aston Martin. Tanto es así que se quedó realmente cerca del Ferrari de Charles Leclerc, segundo, y del otro Red Bull, el de Checo Pérez, que sí sobresalió a la hora de ordenar esta parrilla y fue tercero.

Te puede interesar: La nueva geopolítica de la Fórmula 1: Oriente Medio y Estados Unidos empujan la deseuropeización

“He ganado confianza con el coche desde la FP1. Hay que pasar muy cerca de los muros, me he sentido muy bien. Hace cinco días, éramos el quinto equipo de la parrilla, y no ha cambiado tanto”, confesó el bicampeón del mundo al poco de bajarse del coche. Tildó de “fantástico” el rendimiento de los de Silverstone en la crono, aunque rebajó un tanto el optimismo de cara al evento cumbre del fin de semana: “En tandas largas, somos más lentos”.

Pero lo importante en el presente inmediato, más allá de que pueda haber ases en la manga, era el ritmo clasificatorio. En ese sentido, poco o nada se le puede achacar al Aston Martin del asturiano, que llevó al límite la máquina de la que dispone. Por si quedaba alguna duda de ello, Pedro de la Rosa no pudo ser más rotundo al respecto: “Creo que no había absolutamente ni una milésima más en ese coche. Está claro que las ha clavado cuando tenía que clavarlas, que era al final. Lo que hace muy bien Fernando es que clava los tres sectores”.

Te puede interesar: La lucha psicológica de Nadal

Tampoco pasó desapercibido cómo Alonso se aprovechó del rebufo de Lewis Hamilton en la recta final. “Coincidió así un poco raro. O seguía sin dejarle pasar y quizás le molestaba un poco en la última curva, y no quería que me penalizasen, o frenaba mucho en la última curva y perdía un poco de temperatura en los neumáticos. Pero seguramente cogía el rebufo. Al final, opté por esa opción”, explicaba.

La mayor velocidad de Red Bull y Ferrari fue lo que privó a Magic, que hizo su trabajo a la perfección, de un puesto aún mejor en Yeda. Y, a pesar de todo, Leclerc, Pérez y Alonso se quedaron en la misma décima. Hay que tener muy en cuenta que su P4 se quedó a escasos 0.057 del P2. Con todo por decidir de cara a la jornada decisiva, es motivo para el optimismo que los McLaren y los Mercedes no hayan podido, en lo que va de GP, con su Aston.

Una de las notas más destacadas del plato fuerte del día en tierras árabes la dejó el debutante Oliver Bearman. El británico tuvo que sustituir a Carlos Sainz, ausente hasta nueva orden por apendicitis, y lo hizo con unas sensaciones bastante notables. Tanto es así que se quedó al borde de entrar en la Q3: 36 milésimas le separaron de hacerlo, quedándose a seis décimas de Verstappen.

El desempeño del novato, procedente de la Fórmula 2, estuvo a la altura de lo que se demanda de un piloto de la Scuderia. Tal y como no dudó en reconocer Leclerc. “Primero de todo, espero que Carlos se recupere pronto. Bearman ha hecho un grandísimo trabajo con sólo una sesión. Obviamente, es un día muy especial para él”, comentó el monegasco.

La nota negativa por excelencia volvieron a dejarla los Alpine, incapaces de pasar de la Q1. Además, se vio una bandera roja en la Q2 por una salida de pista del Haas de Nico Hulkenberg. En la pole, el de siempre, para variar. “Me he sentido muy cómodo. Es ridículo lo rápido que se va. Me he divertido mucho”, sentenciaba Verstappen. Apunta a repetir esas sensaciones cuando toque dar 50 vueltas al circuito saudí.