En abril de 2002, Rafa Nadal debutó como profesional en el circuito ATP. El legado que ha ido construyendo a lo largo de toda su carrera perdurará siempre en la historia del tenis. Formó y formará parte del Big Three, junto a Novak Djokovic y Roger Federer (ya retirado), quienes han conseguido grandes hitos en este deporte y quienes marcaron una era tenística importante, y continúan marcando.
Lo cierto es que durante toda su carrera hay un dato muy llamativo que destaca sobre el resto. Según recopiló hace unos días Punto de Break, Nadal triplica a Novak Djokovic en lesiones y supera en diez a Roger Federer, sus dos máximos rivales. Frente a las ocho lesiones de Djokovic y la pérdida de tres Grand Slams, el serbio continúa número uno (cumplió el lunes 414 semanas al frente). Federer sufrió 14 lesiones y no pudo participar en ocho Grand Slams. Sin embargo, el historial de Nadal es significativamente más largo.
Sin duda, la lesión más reseñable fue la que sufrió en 2023 en el Open de Australia. Esta le obligó a estar retirado durante varios meses de las pistas, para que en mayo anunciase su retirada indefinida en lo que quedaba de temporada. En junio pasó por quirófano, se operó del psoas ilíaco y de la cadera. Desde ese momento, comenzó su proceso lento de recuperación hasta diciembre, cuando apareció en Brisbane. Primero en dobles, junto a su entrenador Marc López; y luego en el cuadro individual, donde alcanzó los cuartos de final protagonizando un partido de más de tres horas y donde demostró la calidad que siempre le ha caracterizado.
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Sin embargo, fue en ese momento cuando Nadal volvió a sentir molestias. Un microdesgarro muscular volvía a interponerse en el camino del tenista y a complicarle el que, posiblemente, sea su último año. No pudo jugar el Open de Australia por precaución, tampoco se inscribió en la entry list del Miami Open. El español era consciente de sus dificultades físicas y quería focalizarse en los torneos más importantes para él, como Roland Garros, sin olvidar que 2024 es el año de los Juegos Olímpicos de París. Sí participó en el Slam de Netflix junto a su compatriota, y no pareció evidenciar signos de molestia física. Estaba preparado para jugar en Indian Wells, torneo al que le tiene especial cariño, pero no se siente preparado para jugar “al máximo nivel”, por lo que, se ha visto obligado a comunicar su abandono.
“Con gran tristeza tengo que retirarme de este increíble torneo en Indian Wells. Todo el mundo sabe cuánto amo este lugar y cuánto amo jugar aquí. Esa es también una de las razones por las que vine muy temprano al desierto para practicar y tratar de prepararme”, informó Nadal a través de sus redes sociales. Una pérdida que se suma a su largo historial de ausencias en torneos importantes y lesiones a lo largo de su carrera como profesional.
2003: fisura en el codo derecho (un mes de baja)
Debutó hacía un año, y la lesión de codo ocasionada tras una caída en un entrenamiento junto a su tío en Manacor, le obligó a perderse su estreno en Roland Garros, sin saber que con el tiempo se llegaría a convertir en el gran dominante de este Slam (posee 14 de ellos).
2004: fractura en su pie izquierdo (cuatro meses de baja)
El sobreesfuerzo le provocó una fractura en el escafoides del pie izquierdo, lo que le impidió, de nuevo, perderse Roland Garros, por segundo año consecutivo. Se perdió además Wimbledon, y toda la gira de tierra batida (Montecarlo, Barcelona, Roma y Hamburgo).
2005: síndrome de Müller-Weiss (cinco meses de baja)
Una lesión congénita que comenzó este año, pero que se alargó en más momentos de su carrera. Los primeros síntomas aparecieron en el Masters de Madrid, y pese a la victoria, supo que su pie no respondía de manera habitual.
2008: tendinitis en la rodilla izquierda (un mes de baja)
Ganó el oro olímpico en Pekín, Roland Garros y Wimbledon, un alto rendimiento que mostró sus consecuencias a final de temporada. Las molestias en la rodilla izquierda le obligaron a retirarse en los cuartos de París y renunciar a la Copa de Maestros de Shanghái.
2009: tendinitis en ambas rodillas (tres meses de baja)
La tendinitis, que ya había atravesado en la temporada anterior, se sumó a una rotura abdominal. Las molestias aparecieron por primera vez en Roland Garros, y se alargaron en el tiempo, tanto que se perdió Wimbledon.
2010: lesión en la rodilla derecha (un mes y medio de baja)
Se tuvo que retirar en los cuartos del Open de Australia contra Andy Murray, estando ausente de las pistas durante un mes y medio. No obstante, sí pudo disputar los otros Slam del año.
2012: rotura del tendón rotuliano izquierdo (ocho meses de baja)
Se lesionó en Wimbledon, consecuencia de dolencias que ya atravesaba. Se perdió los Juegos Olímpicos de 2012, el US Open y el Open de Australia. Reapareció en el torneo Viña del Mar, donde llegó hasta la final.
2014: desinserción de la vaina de la muñeca derecha (tres meses de baja)
Se lesionó ante Kyrgios en Wimbledon. Paró durante tres meses, se volvió a perder el US Open y los torneos de Toronto y Cinncinati.
2016: inflamación de la vaina de la muñeca izquierda (dos meses y medio)
Tras la lesión de hacia dos años, el balear comenzó a sufrir molestias en su mano dominante. Empezaron en Madrid, pese al dolor, decidió jugar en París, aunque tuvo que retirarse en los octavos. Regresó en los Juegos Olímpicos de Río, puesto que ya se había perdido la edición londinense anterior; sin embargo, perdió en el partido de pelea por el bronce.
2018: pinchazo en el psoas ilíaco (dos meses y medio de baja)
Tuvo que abandonar su partido en los octavos del Open de Australia tras sufrir un pinchazo en el psoas ilíaco, misma lesión que sufriría después en 2023 (y en el mismo torneo).
2018: lesión abdominal (un mes de baja)
Este mismo año también tuvo que renunciar a París y las ATP Finals de Londres.
2021: síndrome de Müller-Weiss (cinco meses de baja)
Misma lesión que en 2005, volvió a estallar en 2021. Los primeros síntomas aparecieron en Roland Garros contra Novak Djokovic, los mismos que le apartaron del circuito durante dos meses, perdiéndose Wimbledon y los Juegos Olímpicos de Tokio. Intentó incorporarse en Washington, pero no pudo jugar y decidió despedir la temporada para una recuperación total.
2022: fisura de costilla (un mes y medio de baja)
En las semifinales de Indian Wells contra su compatriota Carlos Alcaraz, se lesionó de las costillas. Consiguió ganar el encuentro, pero en el partido de la final no pudo soportar el dolor y le llevó a ceder el título ante Taylor Fritz. Una lesión que lo mantuvo fuera de la pista un mes y medio.
2022: rotura abdominal (tres meses de baja)
Tuvo que abandonar el torneo de Wimbledon antes de enfrentar las semifinales ante Nick Kyrgios. Recayó en el último Slam del año en Nueva York, esto fue simultáneo al nacimiento de su hijo, lo que abandonó el resto de la temporada.
2023: lesión en el psoas ilíaco (un año de baja)
En la tercera ronda del Open de Australia, la dolencia que en un principio iban a suponer seis meses de baja, obligaron a que en mayo el balear anunciara su retirada durante el resto de temporada. En junio pasó por quirófano, donde aprovechó para operarse de la cadera. La lesión lo mantuvo alejado de las pistas hasta el mes de diciembre, cuando reapareció en Brisbane, siendo la más longeva en su trayectoria.
2024: microdesgarro muscular (dos meses de baja)
Después de su lesión en enero de 2023, Nadal reapareció en el torneo de Brisbane en diciembre de 2023, dando señales del buen nivel con el que regresaba. Sin embargo, en el partido de más de tres horas que afrontó ante Jordan Thompson en cuartos de final, sufrió un microdesgarro muscular que lo han llevado a estar retirado desde entonces, perdiéndose el Open de Australia. Reapareció el domingo en el torneo de exhibición de Las Vegas, que se adjudicó su rival Carlos Alcaraz. Sin embargo, pese a estar apuntado en la lista de Indian Wells, horas antes de su debut ha anunciado su abandono, al no sentirse al “máximo nivel”.