Teo Lucadamo estrena 'El Dilema del Rapero Blanco' (Universal Music Spain)A finales de 2023, a Teo Lucadamo (Beniarbeig, Alicante, 2001) le preguntaron en una entrevista por el número de teléfono más famoso que tenía guardado en su móvil. La respuesta fue breve y concisa, y probablemente causó sorpresa a más de uno: aseguró tener el de Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno. Días más tarde, un periódico nacional publicó un artículo titulado: “A Pedro Sánchez le gusta el rap (del hijo de Aitana Sánchez-Gijón)”. La realidad es que no era verdad. Lucadamo, con ese humor ácido que le caracteriza, solo estaba vacilando. “Tengo el número de un Gemelier. Pero qué aburrido, no lo quiero poner. Y dije: ‘venga, de Pedro Sánchez’. Sí total, aquí nadie está chequeando una puta mierda”, recuerda a Infobae España días antes de que su álbum debut, El Dilema del Rapero Blanco, vea la luz este viernes 21 de marzo. Precisamente a esta anécdota se refiere en una de las canciones de su primera puesta de largo. “Yo hago la música que escucha el señor Presidente”, dice la letra de Sabes lo que es, el track número ocho.
Teo Lucadamo además de un acérrimo del humor, es, efectivamente, —y como indicaba el titular de aquel artículo—, el hijo mayor de la actriz Aitana Sánchez-Gijón, que el pasado mes de febrero recibió el Goya de Honor para conmemorar sus 40 años de carrera. Pero el cantante y productor no tiene que preocuparse de que le llamen privilegiado o nepobaby. Ya se lo llama él mismo y también su propia discográfica, Universal. “Teo es un privilegiado: hombre, blanco, de clase acomodada, y viene de la mano de una multinacional”, reza la nota de prensa que su equipo envía a los medios para promocionar El Dilema del Rapero Blanco. Es ese dilema lo que pone entre las cuerdas, porque él no se considera rapero. Al menos ya no. “No siento que encaje ahí. Yo soy otra cosa. Me da cosilla denominarme rapero”, cuenta a este medio. Pero asegura que no siempre fue así: “Sí que he tenido momentos de un poco más de flipada, que era como que sí, yo soy rapero, pero yo soy artista”, añade.
“Teo, ¿tú cómo te sientes al hacer rap siendo blanco?”, le preguntó un amigo. “Pues igual que se siente un japonés haciendo flamenco, supongo”, respondió él”
Esta cuestión fue la idea bajo la que se gestó su debut, formada por 14 canciones de rap, que llega tras publicar una decena de canciones, dos EP y un mixtape, todo desde la pandemia, hace ya cinco años. “Teo, ¿tú cómo te sientes al hacer rap siendo blanco?”, le preguntó un amigo. “Pues igual que se siente un japonés haciendo flamenco, supongo”, respondió él. “Yo entendía el hip hop como una expresión artística que no entendía de fronteras ni de colores de piel. Pero, si uno no tiene en cuenta ciertos factores culturales, económicos e históricos, puede caer en la romantización de los elementos característicos del género y de la raza negra, cosa que le hace un flaco favor a la lucha antirracista”, explica. Su música es, precisamente, una oda al género. “La cosa es desde dónde lo hagas. Si lo haces desde un lugar de humildad, reconociendo que lo que estás haciendo es una adaptación y siendo consciente de tu situación cultural o social, pues sí”, añade. De esta forma, reconoce lo que sí es. “El hip hop es una respuesta a la marginación y la opresión racista. Si soy un blanco acomodado en España, lógicamente no hago hip hop, pero no pasa nada. Soy muchas cosas maravillosas”.
Teo arrancó primero como productor después de comenzar a grabar maquetas de rap. Fue en 2020, cuando tenía 18 años, cuando comenzó a lanzar sus temas en plataformas. En 2022 publicó Ritmo, que habla “sobre un metrónomo que quería ser cardiólogo”. Lo petó en TikTok y a día de hoy la canción supera los 2,3 millones de reproducciones en Spotify. Lo mismo le pasó con La Tostada un año después, en colaboración con Tony Grox, y que hoy tiene más de 1,8 millones de escuchas. “No hubiera tenido ninguna exposición de no ser por las redes a no ser que el destino lo hubiera querido así”, reflexiona. “Yo le di mucha leña al fuego. Las redes han sido totalmente determinantes”, añade, ya que siempre las ha usado para interactuar con el público, especialmente con su humor particular. “Cinco razones para NO venir a mi concierto de Madrid el 27 de septiembre”, publicaba en Instagram hace un par de meses. “Hay que sorprender, intento pensar fuera de la caja. Doy mil vueltas de tuerca hasta que ya nadie entiende nada, nadie sabe lo que es verdad y lo que es mentira”. Pese a ello, no olvida que también tiene un altavoz a su alcance, motivo por el que también las utiliza para ser crítico política y socialmente. “Espero poder siempre utilizar mi plataforma para decir las cosas que me parecen importantes y si puedo sumar a más gente conmigo en ello, pues mejor”, añade.
Teo Lucadamo estrena 'El Dilema del Rapero Blanco' (Universal Music Spain)En El Dilema del Rapero Blanco, entre otras cosas, reflexiona con humor sobre la industria musical. El primer single del álbum, UMG —que corresponde a las siglas de Universal Music Group— es una sátira a su discográfica, donde expone las inseguridades que le generó firmar con la multinacional hace ya casi un año, y por consiguiente, perder el control creativo o la propiedad de sus canciones. “Vas a poder conocer a los artistas que imitas. Eso sí, si quieres llorar, lloras en casita”, narra en el jazz en el que colabora con el reconocido saxofonista Escandaloso Xpósito; y en otros temas como Con esta cara, con este pelo, ironiza: ”Tengo que hacer este tema por contrato”. Cualquiera podría preguntarse si un perfil como el suyo encaja en una multinacional. De hecho, “bastante bien”, responde. “Me gusta hacer las cosas de cierta forma. Y también me pispo de cosas que no me molan. Siempre he intentado barrer para casa y he tenido la suerte de contar con un equipo que me ha apoyado en todo”, añade, y explica que para ahora confiar en una discográfica ha tenido que consolidarse “como artista en potencia”. “Los tiempos de la industria matan el arte. Pero si fuera por los tiempos del arte no sacamos nada nunca”, reflexiona. “Las compañías están muy pendientes de quién lo va petando o quién lo puede petar. Mi camino ha consistido en desarrollar mi lenguaje, desarrollar mi estilo y sacar muchos vídeos, muchos temas, estar muy activo en redes, hacer conciertos... todo lo que implica una carrera”, relata. De hecho, la idea de sacar un álbum fue de Universal. “Yo no tenía pensado sacar un disco por mi cuenta de momento”, añade.
Además, ser consciente desde donde parte, con una madre actriz y un padre artista multidisciplinar, el pintor, fotógrafo, dibujante y escultor argentino Alejandro “Papin” Lucadamo, no ha hecho que se relaje, sino todo lo contrario. “Ser un privilegiado, genera dilemas”. ¿Se ha tenido que esforzar más para que no le atribuyan esa etiqueta? “Me ha salido muy natural. Me decía: ‘Bueno, tío, lo tienes que demostrar porque si no te van a llamar privilegiado. He tenido un poco ese petardo en el culo de demostrar que esto lo hago bien”, añade.
“Los tiempos de la industria matan el arte. Pero si fuera por los tiempos del arte no sacamos nada nunca”
Producido por el también compositor y su mano derecha, Roy Borland, a lo largo de esos 14 temas, Teo narra “situaciones cómicas” pero que “nacen de la frustración y de los problemas”, por eso siempre prima el humor, como en Llamadas, una sátira a la actitud de los artistas con sus propios conciertos; o sobre las relaciones en Tengo un amor: “Puede que haya consumido demasiado PornHub, y ahora lo que necesito es un amor old school”, dice la letra. También dedica parte del álbum a su familia, como en Simón. Siempre rozando entre lo surrealista, lo cotidiano y lo humorístico, tampoco se olvida de la narrativa con Sánchez en Sabes lo que es, donde colabora con Mucho Muchacho o en Te Vas a Curar con el dúo catalán Ciutat. “Transmito cercanía. Intento ser muy honesto conmigo mismo y eso inevitablemente salpica al oyente”, puntualiza sobre sus letras. ¿Le da miedo que no le tomen en serio? “Hay días que sí, hay días que no. Por lo general, no tanto porque yo también me río mucho. A mí me gusta quedarme con la peña. A lo mejor no me toman en serio y se ríen de mí, pero a lo mejor es que yo me estoy riendo de ellos”, puntualiza. “Me gusta pensar que voy un paso por delante”.
Y por esto mismo, Teo Lucadamo no puede terminar la entrevista de otra manera. “Que aprovechen ahora que El Dilema del Rapero Blanco no está muy cotizado. Que se lo compren. Es un disco cuya primera edición va a salir muy cara dentro de cinco años... y que vengan a la firma de discos. Si pueden conseguir que yo se lo firme, pues valdrá más”, bromea, o tal vez no. (Por si acaso, estará este sábado 22 firmando ejemplares en la tienda Marilians Records de la capital, desde las 14 horas). Al futuro le pide poco: “Espero mantener la paz y el amor propio que tengo ahora mismo”, señala. Mientras tanto, le toca al público reflexionar, porque ahora sus dilemas también son de los demás.