El actor Mel Gibson. (Claudio Onorati/EPA)Su nombre es Elizabeth G. Oyer y, hasta hace poco, era funcionaria en el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Sin embargo, el 7 de marzo fue despedida después del recorte de personal que ha llevado a cabo la administración Trump. No le dijeron el motivo de su cese, aunque ella se hace una idea del porqué: el día antes, se había negado a devolverle la licencia de armas al actor Mel Gibson.
“No es político”, asegura ella en una entrevista concedida reciente al New York Times en relación con la simpatía del actor con Donald Trump, “Es un problema de seguridad”. Elizabeth se negó a permitir a esta estrella de Hollywood volviera a llevar un arma debido a que, en 2011, había sido condenado en un caso de violencia machista contra su exnovia.
En el departamento, llevaban semanas trabajando en un listado de personas que pudieran volver a tener la licencia pese a contar con condenas previas, algo que está vetado por ley federal, salvo que el Departamento de Justicia restituya ese derecho. De este modo, este grupo de funcionarios entregó a la oficina del fiscal general una de personas que podían volver a llevar armas. Había 9 nombres.
“Me la devolvieron diciendo ‘nos gustaría que incluyera a Mel Gibson en este memorando″. Ella no lo vio con buenos ojos: “Devolver las armas a los maltratadores es un asunto serio que, en mi opinión, no puedo recomendar a la ligera”. El temor a las consecuencias hizo que se negara.
Pese a ello, desde la oficina del fiscal insistieron. “Me explicaron que Mel Gibson tiene una relación personal con el presidente Trump y que eso debería ser suficiente para que yo haga una recomendación, y que sería prudente hacerla”, explica al periódico. Ella no dio su brazo a torcer, y al día siguiente, sin previo aviso, se le informó de su despido.
La historia de esta extrabajadora del Departamento de Justicia de Estados Unidos no ha pasado desapercibida. Al fin y al cabo, afecta directamente a una estrella absoluta en Hollywood, célebre tanto por su exitosa carrera como por las polémicas que le han rodeado siempre.
Mel Gibson en 'Braveheart'.Braveheart, Arma letal, Mad Max, Señales, El patriota, ¿En qué piensan las mujeres?... La lista de taquillazos protagonizados por el actor puede resultar interminable. Más aún si se le suman sus trabajos como director: además de la ya mencionada Braveheart -por la que obtuvo un Oscar-, Mel Gibson pasará a la historia por películas como La pasión de Cristo, Apocalypto o Hasta el último hombre.
Sin embargo, de forma paralela, su nombre se ha visto también envuelto en varios escándalos. Hace 15 años, por ejemplo, aparecieron unos mensajes suyos en los que le deseaba a su pareja que fuera violada por “una manda de negros”. Su condena tampoco ayudó, ni sus anteriores polémicas relacionadas con comentarios antisemitas. Más recientes han sido sus declaraciones a favor de falsas medicinas para curar el cáncer o sus “sensaciones” de que él, ni el ser humano, procede del mono.
El último titular que ha protagonizado ha sido en relación con una revelación realizada por la actriz Sharon Stone. La intérprete de películas como Casino o Instinto Básico aseguró que Mel Gibson, hace 20 años -Stone contaba entonces con 47- le dijo que “era demasiado vieja para actual con él”. “Y él tiene dos años más que yo”, afirmaba Stone en una entrevista con Vogue.
A pesar de todos estos problemas, siempre con una gran repercusión en prensa, Mel Gibson ha seguido siendo un icono en Hollywood. A partir de 2025, además, se ha convertido también en un icono político, después de que el recién elegido presidente, Donald Trump, lo nombrara, junto a los intérpretes Jon Voight y Sylvester Stallone, “embajador especial” para “hacer a Hollywood grande otra vez”.
“Yo haré lo que ellos me sugieran”, aseguraba Donald Trump en enero de este año, después de asegurar que la industria estadounidense del cine se había visto perjudicada por haber dejado parte de su negocio “en manos de países extranjeros”. De este modo, el presidente procurará tender puentes y al mismo tiempo ‘recuperar’ a un sector que, en su gran mayoría, se ha mostrado bastante reacio ante las políticas del republicano.
En este emocionante thriller de alto riesgo y acción, Mark Wahlberg, da vida a un piloto encargado de transportar a una teniente y a un fugitivo hacia su juicio. A lo largo de su viaje por la imponente naturaleza de Alaska, se crea un ambiente de tensión y la confianza entre los personajes es puesta a prueba, revelando que las apariencias engañan y que no todos los presentes son lo que parecen. (Crédito: BF Distribution)
No parece, no obstante, que Mel Gibson vaya a dejar de hacer cine por ello. A finales de febrero de este año llegó a los cines en España Amenaza en el aire, una película de acción que él mismo ha definido como “divertida y rápida”. Con ella, espera recaudar lo suficiente como para continuar con otros proyectos más personales, entre ellos La resurrección de Cristo, secuela de La pasión de Cristo, que lleva varios años planeando.