Cuando un chico de 13 años es acusado de asesinar a una compañera de clase, su familia, su terapeuta y el detective a cargo se preguntan qué pasó en realidad. (Crédito: Netflix) En tan solo unos pocos días se ha convertido en un auténtico fenómeno sociológico y se ha erigido como una de las ficciones más vistas en un tiempo récord. Se trata de Adolescencia, la serie de Netflix de tan solo cuatro episodios que aborda el crimen de una menor a manos de un compañero de colegio. La serie, creada por el también intérprete Stephen Graham y Jack Thorne aborda una serie de cuestiones que tienen que ver con la educación tanto en las escuelas como en el ámbito privado y hasta qué punto impactan las redes sociales en el comportamiento de los pequeños a la hora de conformar su personalidad.
Además del virtuosismo con el que está rodada la serie, dirigida por Philip Barantini, que ya demostró sus cualidades a la hora de orquestar perfectas coreografías con la cámara en Hierve, así como de imprimir tensión atmosférica, hay algo que la serie lleva implícito desde el inicio, desde su punto de partida, algo inconcebible como es que un niño mate a otro. Es algo que genera toda una red de imposibles interrogantes: ¿por qué?, ¿está nuestra sociedad creando monstruos?, ¿se puede culpar a alguien, al algo en concreto?
En cualquier caso, se trata de una cuestión incómoda, que genera malestar, ya se lea en los periódicos o aparezca en una ficción. Y dependiendo del grado de sadismo con el que se muestre, puede resultar todavía más polémico, como ocurrió con la película polaca Playground en el Festival de San Sebastián de 2016, basada en un caso que real ocurrido en Inglaterra, el de dos niños de diez años, Jon Venables y Robert Thompson, que se llevaron a un bebé de dos y lo mutilaron sin ningún motivo. En ese caso, el director optaba por el morbo a la hora de plasmar ese crimen frente a la cámara.
'Adolescencia' (Netflix)En Adolescencia solo vemos de forma fugaz unas imágenes a través de una cámara de seguridad en la que no se puede apreciar nada concreto. Y el impacto que provoca es grande, pero se aleja de sensacionalismo. Sin embargo, cualquiera que haya visto la serie se preguntará si realmente lo que se cuenta ocurrió de verdad y los creadores se basaron en un caso real para contar esta historia.
Según ha explicado el propio Stephen Graham, el germen del proyecto surgió tras escuchar el terrible incidente que había tenido lugar en una escuela: un niño había apuñalado a una compañera, algo que le produjo un profundo shock. “¿Qué está pasando para que ocurra esto? ¿Cómo hemos llegado a esto?”, declaró en un evento de la plataforma de streaming.
El actor y creador de Adolescencia ha confesado que lo que aparece en la serie es una mezcla de varios casos que tienen en común el que niños asesinen a otros niños, como ocurrió con Aaron Campbell que, en 2018, secuestro, violó y mató a una pequeña de seis años en Escocia solo por diversión. “La cuestión es que vuelve a pasar una y otra vez”, decía.
Precisamente hace solo unas semanas, en un colegio católico en el norte de Inglaterra, un adolescente de 15 años apuñaló a otro compañero y si repasamos las páginas de sucesos, este tipo de casos se repiten de forma sistemática cada año, lo que genera una profunda indefensión.