Fernando Ramallo en la actualidadConocimos a Fernando Ramallo con tan solo 15 años cuando protagonizó la ópera prima de David Trueba, titulada La buena vida (1996), junto a Lucía Jiménez, en la que interpretaba a un preadolescente soñador que aprendía a familiarizarse con sentimientos de la edad adulta como la soledad, la tristeza o la insatisfacción amorosa.
La película de David Trueba le serviría de auténtico trampolín a Fernando Ramallo (después de haber sido descubierto por el director en un casting en su instituto) para alcanzar el éxito a una edad de lo más temprana, hasta el punto que, durante unos años no paró de enlazar proyectos como protagonista.
La siguiente temporada de premios fue nominado a los Goya como mejor actor revelación por su participación en la película Carreteras secundarias, adaptación de la novela de Ignacio Martínez de Pisón que dirigió Emilio Martínez-Lázaro y en la que era el co-protagonista junto a Antonio Resines. No ganó ese año el galardón, que fue a parar al pequeño Antoni Erburu por Secretos del corazón, de Montxo Armendáriz. A partir de 2011, la Academia de Cine impediría que los menores de 16 años fueran nominados en esta categoría.
Fernando Ramallo y Antonio Resines en 'Carreteras secundarias', de Emilio Martínez-LázaroEn 1999 protagonizó la primera película tras la cámara de Daniel Monzón, una fantasía heroica que homenajeaba el género de capa y espada de los años ochenta y que continúa siendo una autentica rareza en nuestra cinematografía, El corazón del guerrero. El año siguiente, alcanzaría un reconocimiento unánime gracias a Krámpack, de nuevo otra ópera prima de otro de los nombres fundamentales del cine de principios de década, Cesc Gay. Una comedia fresca ‘teen’ alrededor del descubrimiento de la identidad sexual.
Sin embargo, después de este papel, la carrera de Fernando Ramallo, coincidiendo con su entrada en la edad adulta, comenzó a poco a poco a perder fuelle. Sus participaciones en las películas y series eran anecdóticas hasta que fue paulatinamente desapareciendo del mapa.
Hace unos años, David Trueba volvió a contar con él y con Lucía Jiménez para una continuación nostálgica de La buena vida que se llamó Casi 40 (2018), en la que ambos intérpretes repetían sus papeles años después, solo que, en esta ocasión, al igual que a él mismo en la vida real, las cosas no parecían haberle ido demasiado bien.
Y es que hubo un momento de su vida en el que no tuvo más remedio que reinventarse. Trabajó de muchas cosas: como animador en fiestas para niños, como teleoperador, como dependiente en una tienda de ropa.
Fernando Ramallo junto a David Trueba y Lucía Jiménez en el estreno de 'Casi 40' en el Festival de MálagaHace tres años abrió su propio canal de Youtube al que ha llamado Las cosas de Fernando Ramallo, donde suele abrirse en canal y hablar tanto del oficio de actor como de los más diversos temas, como la dificultad para tener una vivienda digna en una ciudad como Madrid. Su último vídeo, de hace menos de una semana, se centra en decir las cosas claras más allá del ‘postureo’ que reina en las redes sociales. “Me hago mayor y no estoy para perder el tiempo”, dice al principio del vídeo para terminar confesando que se encuentra muy desencantado con la profesión de actor.
Sin embargo, es una faceta que no ha abandonado del todo. En estos momentos se encuentra de gira con la obra de Luigi Pirandello titulada Seis personajes en busca de autor, en la que comparte escenario con actores Ruth Gabriel o Ramón Langa y que ya ha pasado por buena parte del territorio español.