Marta Nieto debuta como directora con una película sobre la infancia ‘trans’: “Es un derecho y no vamos a darle voz a la Inquisición retrógrada”

La actriz se estrena detrás de las cámaras con ‘La mitad de Ana’, la historia de una niña que no se siente como tal contada a través de los ojos de su madre, que también busca redescubrir su propia identidad

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Ana vive una existencia precaria y gris cuando comienza a ver cambios en su hija. Sus propios problemas personales servirán de reflejo a ese cambio de identidad que siente la pequeña.

Conocemos de sobra a Marta Nieto en su faceta como actriz, tanto en el teatro como en el cine, protagonizando películas como Madre, de Rodrigo Sorogoyen (por la que fue nominada a los Goya) o Tres, de Juanjo Giménez. Sin embargo, ahora ha cambiado su presencia delante de las cámaras para pasarse al otro lado, al de la dirección.

Su debut se titula La mitad de Ana y gira en torno a la infancia ‘trans’ desde la perspectiva de la madre de una niña que no se siente como tal e inicia el proceso de transición. Marta Nieto también se encarga de interpretar a esa progenitora, Ana, que dejó atrás su sueño de ser pintora y trabaja en el Reina Sofía como vigilante de sala con un contrato precario y que se dará cuenta de que también ha perdido parte de su identidad.

Antes de ‘20.000 especies de abejas’ y la Ley Trans

La directora y protagonista de
La directora y protagonista de 'La mitad de Ana', Marta Nieto (Helena Margarit Cortadellas)

Antes de La mitad de Ana, Marta Nieto dirigió el corto Son, en el que ya planteaba algunas de esas cuestiones y que estaba protagonizado por Patricia López Arnaiz y Ale Colilla, que estaba también llevando a cabo en la realidad un proceso paralelo al que se describía.

“Yo escribí el guion de La mitad de Ana y todavía no tenía claro de si lo quería dirigir. Cuando entró en el proyecto María Zamora (Premio de Cinematografía 2024 y que está detrás de las películas de Carla Simón y de un buen puñado de directoras que han dado sus primeros pasos en los últimos tiempos), me planteó la posibilidad de dirigir un cortometraje previo para ver cómo me sentía”, comenta Marta Nieto a Infobae España. “Para mí fue una especie de ejercicio que formaba parte del proceso de esta película. Y me sirvió mucho a la hora de saber que podía gestionar un equipo y comprobar que podía hacerlo”.

Cuenta la directora que el punto de partida del proyecto tenía que ver con su propia experiencia personal. “Yo fui madre, me separé. Y tuve muchos problemas para poder conciliar y, al mismo tiempo, tener un trabajo artístico. A mí me resultó difícil, porque la maternidad tiene cosas maravillosas y otras que son complicadas de gestionar, así que junto a Beatriz Herzog (la co-guionista) intentamos establecer un reflejo entre esa fracción de la identidad de la protagonista con la identidad trans”.

Cuando empezó a escribir La mitad de Ana, no se había estrenado 20.000 especies de abejas. Tampoco existía la Ley Trans. Así que, conforme iba avanzando en el proyecto, tuvo que actualizar muchas cosas, porque, como dice Marta Nieto, la conversación iba adquiriendo otros parámetros. “Nos pareció interesante trasladar la responsabilidad a los adultos. La libertad de expresión de género ya es una ley, así que, ¿qué podíamos hacer? Una cuestión que nos gustaba proponer era la del amor propio. Nos han enseñado a vivir la maternidad como un sacrificio y, cuanto mejor estemos nosotras, mejor estarán nuestros hijos”.

La conquista del cuerpo equivocado

Marta Nieto y Noa Álvarez
Marta Nieto y Noa Álvarez en 'La mitad de Ana' (Elástica Films)

La directora investigó a fondo la cuestión y, en ese sentido, le ayudó mucho la perspectiva del niño protagonista de Son, Ale Colilla. “Hay mucho de él en esta película. Además, hablamos por muchas familias que se encontraban inmersas en el proceso. Y tuve la suerte también de dar con Miquel Missé, que es un pensador de lo ‘trans’ alucinante. Su libro La conquista del cuerpo equivocado fue fundamental para mí. Nos apropiamos un poco de su tesis y nos dio muchas herramientas. Básicamente, lo que dice es que todo lo que concierne a un niño cis, vale para un niño ‘trans’. Es decir, no hay una manera de educar a los niños ‘trans’. Por eso, nos centramos en no tratarlo desde un punto de vista sensacionalista, ni en la narración del dolor”, explica Marta Nieto.

En La mitad de Ana se aborda el tema de la transexualidad infantil desde la tolerancia y el respeto. Algo que no ha predominado precisamente en las polémicas vertidas en redes sociales. “Tengo la sensación de que las redes sociales son mucho más intransigentes con esta cuestión de lo que ocurre en la realidad, en la que hay protocolos muy precisos y en donde todo está muy asimilado dentro del marco tanto legal como humano. Siempre va a haber gente que quiera retroceder, pero teníamos una convicción muy política en esto: no vamos a seguir debatiendo sobre algo que está legalizado. Vamos a hablar de otras cosas, no malgastar las energías en aquellos que no quieren avanzar. No hay fuego que extinguir con la cuestión ‘trans’, es un derecho y no vamos a darle voz a la Inquisición retrógrada”.

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