Acaba de cumplir 29 años y está promocionando su nueva película, Vivir en el tiempo, pero a Florence Pugh le es inevitable echar la vista atrás y acordarse de su pasado. A pesar de su juventud, la británica ha tenido ya todo tipo de experiencias en la industria, y se ha embarcado en proyectos de todo tipo, que van desde la comedia más gamberra al thriller pasando por filmes independientes o grandes blockbusters del universo Marvel. Ha tenido incluso incursiones en series como La chica del tambor u Ojo de halcón, pero hay un papel del que no ha sido capaz de olvidarse porque le marcó de por vida.
“Ha habido algunos papeles en los que he dado demasiado y he estado rota durante mucho tiempo despué”, afirmaba Pugh durante una reciente entrevista, yendo más allá y mencionando la raíz de esos males. “Como cuando hice Midsommar, ahí definitivamente sentí que abusé de mí misma en los lugares a los que me hice llegar”, explicaba la actriz, quien realizó el papel con apenas 22 años y después de unos cuantos papeles a sus espaldas. Sin embargo, la película de Ari Aster nada tenía que ver con lo que ella había hecho anteriormente.
“Rodábamos en un campo muy caluroso con tres idiomas diferentes, así que no diría que todo fue placentero. Además, no debería serlo. ¿Por qué iba a ser placentero hacer una película así?”, reflexionaba la actriz, quien ya había admitido en el pasado que “nunca había interpretado a alguien que sufriera tanto” hasta Midsommar: “Me ponía en situaciones de mierda que quizá otros actores no necesiten hacer, pero yo me imaginaba las peores cosas”. Estrenada en verano de 2019, esta peculiar obra de terror contaba la historia de una joven que iba a pasar el verano a Suecia con su novio y sus amigos después de sufrir una traumática pérdida. Su estancia allí, durante el festival de verano del pueblo de uno de sus amigos, se convierte en un auténtico infierno tanto por cómo se deteriora su relación como por la forma en la que se desarrolla el festival.
Su futuro inmediato
Tras Midsommar, Pugh viajó inmediatamente a Boston para rodar Mujercitas, la adaptación de Greta Gerwig en la que participó junto a Saoirse Ronan o Timothée Chalamet, y que supuso un momento de alivio y confort para la actriz, aunque siguiese sintiéndose culpable: “Recuerdo mirar por el avión y sentir una culpa inmensa porque sentía que había dejado a Dani en ese campo y en ese estado emocional. Obviamente, eso es probablemente algo psicológico por lo que me sentí inmensamente culpable de lo que me había hecho pasar, pero definitivamente sentí que la había dejado allí en ese campo para que abusaran de ella... casi como si hubiera creado a esta persona y luego la hubiera dejado allí para ir a hacer otra película”, reflexionaba la británica.
Sea como fuere, Pugh no tiene pensado volver a verse en un rol así, y en su lugar ha optado por otros papeles como el que presenta ahora en Vivir en el tiempo, con una gran carga dramática pero sin llegar a los niveles de la cinta de terror. Tras ella el 2025 se le antoja ajetreado, con el estreno de la película del Universo Marvel Thunderbolts y la serie Al este del edén. Todo ello con la tercera entrega de Dune en el horizonte, aunque sabiéndose capaz para afrontar cualquier tipo de desafío.