Gusanos gigantes convertidos en medio de transporte, naves galácticas y dunas interminables capaces de liquidar la idea de lo finito. Dune: Parte 2, la nueva entrega dirigida por Denis Villeneuve (retrasada a causa de la huelga de Hollywood) y basada en los libros de Frank Herbert, aterrizó en las salas de cine de todo el mundo en marzo de 2024 y pocas cintas han sido capaces de superar su espectacularidad visual. Aunque ha terminado quedando lastrada en los premios (por ejemplo, en los Globos de Oro que se celebran en la madrugada de este lunes en España, Zendaya ha recibido una nominación por Challengers y la cinta fantástica solo opta a dos premios), ha sido uno de los mejores viajes cinematográficos del pasado año.
Eso sí, el rodaje no fue tan placentero en comparación con la experiencia que sí pudieron disfrutar los espectadores. En una entrevista con la revista W Magazine, Zendaya ya desvelado algunas de las problemáticas que encontró al rodar la esperada secuela, entre ellas, complicaciones para ir al baño o incluso fuertes golpes de calor a causa de las elevadas temperaturas.
“Estábamos en Jordania. Hacía mucho calor, y recuerdo que pensé: ‘Oh, tío, los baños están muy lejos’, porque teníamos que caminar hasta las localizaciones”, ha contado. “Si tienes que hacer pis, necesitas al menos 10 minutos para quitarte los disfraces. Yo decía: ‘Joder, no quiero beber mucha agua’. Tenía tanto miedo de orinarme o cagarme encima en el traje en el plató. Un día, no bebí lo suficiente y tuve un golpe de calor. Me sentí tan mal. Recuerdo que llamé a mi madre al baño y le dije: ‘Me encuentro fatal’. Me preguntó: ‘¿Has bebido agua hoy'. Le dije que no. Pensé que estaba siendo inteligente, pero no se puede hacer eso. Así que lección aprendida'.
La insolación que sufrió la intérprete ese día de rodaje fue un hecho puntual, pues admite que pudo soportar el peso del traje de Chani, personaje al que da vida en la distópica saga basada en las novelas de Herbert, gracias a la plena forma física que atesoraba en dicho momento, pues justo acababa de terminar el rodaje de Challengers: la película de Luca Guadagnino en la que interpreta a una joven promesa del tenis.
“Lo bueno es que había estado entrenando con los chicos de Challengers todos los días y estaba en mi mejor forma desde hacía mucho tiempo", ha contado Zendaya. “Para Dune, los trajes eran muy pesados y restrictivos. Las primeras semanas, tu cuerpo está bastante dolorido. Cuando caminaba por la arena todos los días, mi trasero estaba estupendo. Así que eso funcionó. Estaba preparada", ha relatado.
El suyo no fue el único mareo
Zendaya no ha sido la única actriz que ha hablado de las complicaciones que se produjeron en el rodaje de Dune: Parte 2. Austin Butler, que interpreta a Feyd-Rautha, el sobrino menor del Barón Harkonnen (Stellan Skarsgaard) y uno de los principales antagonistas de la novela de Frank Herbert, también desveló en su momento las elevadas temperaturas a las que estuvieron sometidos durante las grabaciones.
“Hacían 110 grados y mucho calor. Llevaba la calva puesta y estaba entre dos platós de sonido que no eran más que esas cajas grises de paredes de 60 metros y arena. Parecía un microondas. Había gente que se desmayaba de insolación. Y eso fue solo en mi primera semana”, desveló el intérprete. “Realmente une a todo el equipo”, añadió Butler. “Hay algo de humildad en estar en un entorno tan incómodo”.