Han pasado 20 años desde que se estrenó una de las películas que más impacto generó en toda una generación de cinéfilos y que supuso un soplo de aire fresco para el cine de acción de principios del nuevo milenio.
Se trata de Old Boy, la película de Park Chan-wook que se convirtió en un clásico instantáneo de culto generando un interés inesperado por el cine surcoreano, que poco a poco fue abriéndose a más y más espectadores que descubrieron que esas películas estaban llenas de ideas y de recursos absolutamente imprevisibles y de lo más originales.
En nuestro país se estrenó el 28 de enero de 2005, después de su paso apoteósico por el Festival de Cannes, donde ganó el Gran Premio del Jurado (el segundo en importancia) y por el Festival de Sitges, donde fue galardonada de forma incontestable como mejor película.
Ahora, la distribuidora A Contracorriente Films, reestrenará en cines Old Boy el próximo 24 de enero en una versión en 4K para disfrutar al máximo de ese impresionante ejercicio visual que orquestó Park Chan-wook, que se encargó de dilapidar las reglas del género a base de truculencia y giros dramáticos inesperados.
La explosión del cine coreano
Todo empezó precisamente hace veinte años, en 2003. En Corea había surgido una nueva generación de directores impulsados por las nuevas leyes de apoyo institucional al cine. Entre ellos se encontraban Bong John-ho, que más adelante sería el responsable del fenómeno Parásitos, el fallecido Kim Ki-duk, Kim Jee-woon, Lee Chang-dong y, dentro del cine más indie, Hong Sang-soo, que continúa en plena forma con al menos dos películas por temporada.
Ese mismo año, la mayor parte de esos directores que encabezaron la ‘nueva ola de cine coreano’ estrenaron películas que se convertirían en la punta de lanza del movimiento y que continúan considerándose como sus primeras obras maestras: Memories of Murder (Crónica de un asesino en serie), de Bong Joon-ho, Dos hermanas, de Kim Jee-woon y... Oldboy.
Los tres habían debutado con anterioridad con buenas películas, pero en ninguna de ellas se podría prever lo que nos encontraríamos en esos trabajos, casi como si en ellos hubieran configurado su estilo y su manera de hacer cine asentando su mirada ‘autoral’.
Algunos de los logros de ‘Old Boy’
Lo que consiguió Park Chan-wook fue cambiar las reglas el thriller moderno a través de su estilo. Las soluciones visuales que proporcionaba resultaban inéditas y sorprendentes, así como su manera de orquestar la narración, convirtiendo una película de venganza en apariencia rutinaria en una explosión de recursos que la convertían en algo que nunca habíamos visto (al menos así) en la pantalla.
En el recuerdo, ese plano secuencia lateral en el que el protagonista, a golpe de martillo, iba derribando uno a uno a uno a los miembros de una pandilla de gángsters, también muchos guiños procedentes de los tebeos y mangas (en realidad, la historia estaba basado en uno), una banda sonora cuyo ‘leit motiv’ a ritmo de vals resulta portentoso y, un protagonista, Choi Mink-sik que quedaría asociado a ese papel para siempre.
Oldboy formaba parte de una trilogía, siendo su segunda parte. La primera fue Sympathy for Mr. Vengance y la tercera Sympathy for Lady Vengance. Más tarde, Park Chan-wook seguiría demostrando sus altas capacidades para generar películas absolutamente virtuosas, como es el caso de La doncella y Decision to Leave.
Su último trabajo hasta el momento fue la adaptación de El simpatizante, la novela ganadora del Premio Pulitzer que abordaba la Guerra de Vietnam de una manera diferente y en la que destacaba la presencia de Robert Downey Jr. en varios papeles.
De Old Boy se hizo una versión americana dirigida por Spike Lee y protagonizada por Josh Brolin que pasó bastante desapercibida y fue muy criticada por los fans de la original a pesar de que, como ‘remake’, tampoco estuviera tan mal.