Los repasos anuales son una de las formas de supervivencia del ser humano, que necesita agarrarse a hechos tangibles para entender la dicotomía del paso del tiempo. El año 2024 se ha caracterizado por los numerosos retornos que han copado la primera plana de las noticias culturales (tanto a nivel musical como cinematográfico). También han sido doce meses grandiosos para el cine español, con dos nombres propios como protagonistas: el de Pedro Almodóvar y el de Karla Sofía Gascón. Aunque no todo son noticias grandiosas, pues este martes fallecía Marisa Paredes, la eterna ‘chica Almodóvar’ y una de las actrices españolas más valientes y laureadas. Discos que han reinado dentro y fuera de las listas, nuevos fenómenos, un viaje por la nostalgia y un futuro prometedor por delante. A continuación, los diez momentos clave en el universo de la cultura que, para Infobae España, han marcado el calendario.

Nadie ha hablado de otra cosa desde entonces. Tik Tok se convirtió en una vorágine de espirales conspiranoicas que intentaron explicar qué había detrás del caso del rapero Sean Combs, conocido artísticamente como Puff Daddy o Diddy. Uno de los magnates del hip-hop de los años 90, transformador de un género que consiguió colarse en el mainstream sonoro estadounidense, fue detenido el pasado 16 de septiembre mientras se encontraba en un hotel de Nueva York (seis meses después de que las autoridades estadounidenses investigaran sus domicilios en Los Ángeles y Miami). El rapero recibió, entonces, más de diez demandas por abuso sexual y violación (una cifra que, tras varias semanas de investigaciones y destapes, aumentó hasta las 120 acusaciones de violencia sexual).

Diddy se encuentra en prisión preventiva a la espera de un juicio bajo cargos federales de tráfico sexual, conspiración para cometer crimen organizado y transporte para ejercer la prostitución. El ganador de hasta cuatro premios Grammy, y que ha trabajado con estrellas de la talla de Mariah Carey, Beyoncé, Britney Spears, The Weeknd, Usher, Pharrell Williams, Cristina Aguilera, Katy Perry, Notorius B.I.G o Jay-Z, ha copado todos los titulares desde entonces. El mundo de la música se quebró en mil pedazos y, desde entonces, nuevos detalles y revelaciones sobre el caso han ido saliendo a la luz, poniendo de manifiesto hasta qué punto muchos de sus compañeros de profesión conocían sus supuestas prácticas de abuso.

Aunque los Premios Goya no la han incluido en la categoría de ‘Mejor película’ (las nominaciones se han dado a conocer este miércoles), Pedro Almodóvar sigue recogiendo los frutos de su primer largometraje en inglés, La habitación de al lado, protagonizada por Tilda Swinton y Julianne Moore. El pasado mes de septiembre, el cineasta manchego se alzó con el León de Oro en el Festival de Venecia con dicha cinta, que explora elementos como la amistad femenina, la muerte o la eutanasia. Al director español se le había resistido la victoria en un certamen de clase A (Cannes, Berlín, Venecia o San Sebastián), pero la adaptación de la novela de Sigrid Nunez (titulada Cuál es tu tormento) le valió para quebrar dicha estadística... y para darle a la historia de nuestro cine un nuevo capítulo de júbilo.

Precisamente fue en Venecia donde Almodóvar recibió su primera distinción internacional (y la que impulsaría su carrera fuera del Madrid que tanto adora). En la Mostra se llevó el premio al ‘Mejor guion’ por Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988) y recibió un León de Oro honorífico a su carrera en 2019. La primera vez que el director visitó el Festival de Venecia fue con Entre Tinieblas en 1983.

Continuando por la senda cinematográfica, España también fue noticia en la pasada edición del Festival de Cannes de la mano de Emilia Pérez, el atrevido musical de Jacques Audiard, y una de sus protagonistas, Karla Sofía Gascón. Su nombre apareció como un torbellino desde su triunfo en la ciudad francesa, y no ha dejado de ser noticia desde entonces. Allí consiguió, junto a todas sus compañeras de reparto (Zoe Saldaña, Selena Gomez y Adriana Paz), el premio a la ‘Mejor actriz’, convirtiéndose en la primera intérprete ‘trans’ en recibir dicho reconocimiento.

Tras su nominación en los Globos de Oro, está en todas las quinielas para recibir otra para los Oscar (viene de llevarse el premio los Premios del Cine Europeo)... y quién sabe si alzarse con la codiciada estatuilla dorada. Gascón comenzó dando sus primeros pasos interpretativos en nuestro país, actuando en la serie El súper a mediados de los 90, pero luego se trasladó a México, donde logró el reconocimiento en diversas telenovelas, así como en la película Nosotros los nobles, que se convirtió en un éxito de taquilla. En Emilia Pérez, la española interpreta a un temido narcotraficante que quiere cambiar de sexo y pide ayuda a una abogada para llevarlo a cabo. Cuatro años más tarde se reencontrará con ella, ya como mujer, y le propone restaurar el daño que había hecho cuando era un hombre cruel y sanguinario.

El año 2024 tiene como sinónimo la palabra Brat, término que ha convertido a Charli xcx en la sensación de los últimos doce meses. Su último disco -que ha contado con infinidad de variantes, la última de ellas siendo un álbum de remixes que incluye a artistas como BB Trickz o Ariana Grande- ha colapsado la industria musical. Creativo, rompedor y honesto, la británica ha dado con la tecla que le ha permitido tener la notoriedad pública que llevaba mereciendo desde hace años (además de haber convertido el verde en el color del año). Su portada minimalista (y viral), la energía que ha desplegado el escenario y su actitud la han erigido como la artista del año.

Brat es un álbum para llorar y bailar en el club. Es un disco traslada a sus letras la sensación de querer llegar al límite emocional para, después, abrazar el colapso. Es el diario sonoro de una mujer con dudas y quebraderos. La inestabilidad se hace notar en los versos y la ruptura sonora entre canciones se convierte en el sello distintivo del álbum. Es como si Charli hubiese querido trasladar el caos creativo al tracklist, consiguiendo, así, una electricidad ecléctica más que necesaria. Sin duda, su proyecto ha sido el fenómeno musical de los últimos doce meses.

Liam Payne, exintegrante de la banda One Direction, murió el pasado 16 de octubre a los 31 años tras precipitarse desde el tercer piso de un hotel en Buenos Aires. Su fallecimiento quebró los cimientos de una industria musical que había convertido a la boyband británica, creada en el programa X Factor, en uno de los grupos más exitosos de la historia. Payne había lidiado con un historial complejo de salud, que incluía problemas renales desde su nacimiento prematuro, ansiedad, agorafobia, y una larga lucha contra el alcoholismo y las drogas, algo que él mismo reveló en varias entrevistas a lo largo de los años. Entre el 2010 y 2016, Payne formó parte de la exitosa banda de pop junto a Harry Styles, Louis Tomlinson, Niall Horan y Zayn Malik, que volvieron a reunirse para mostrar sus respetos en el entierro.

“Estamos completamente devastados por la noticia de la muerte de Liam. En su momento, y cuando todos seamos capaces de hacerlo, habrá más que decir. Pero por ahora, nos tomaremos un tiempo para llorar y procesar la pérdida de nuestro hermano, a quien queríamos profundamente. Las memorias que compartimos con él las atesoraremos por siempre. Por ahora, nuestros pensamientos están con su familia, sus amigos y los fanáticos que lo amaron junto con nosotros. Lo extrañaremos terriblemente. Te amamos Liam. Louis, Zayn, Niall y Harry”, dijeron sus excompañeros en un emotivo comunicado publicado horas después de su trágico e inesperado fallecimiento.

Encapsular lo que The Eras Tour ha supuesto para los swifties podría llevarnos a la elaboración casi involuntaria de una tesis. Tras 149 shows (tres de ellos fueron cancelados por una amenaza terrorista en Viena, lo que habría supuesto un total de 152 espectáculos), la ya tildada como la gira más exitosa de la historia desmontó su escenario de forma definitiva el pasado 8 de diciembre en Vancouver (Canadá). Ya no habrá más especulaciones de qué color de vestido llevará en el set de Speak Now o las canciones que interpretará ante el piano en la parte acústica.

Las cifras son casi tan apabullantes como el espectáculo de más de tres horas -en el que interpreta un total de 44 canciones, sin contar aquellas que cambia cada noche- que Swift enarbola en el escenario junto a su banda y sus bailarines: la recaudación (ya confirmada por The New York Times y fuentes representativas de la propia cantante) de The Eras Tour supera los 2.000 millones de dólares (casi 1.900 millones de euros), además de haber contado con un total de 10.168.008 millones de espectadores.

La estadounidense no solo ha supuesto un terremoto económico en todas las ciudades que ha pisado (que van desde las grandes paradas de su Estados Unidos natal a México, Buenos Aires, Rio de Janeiro, Singapur, Melbourne o Sídney, pasando por las capitales más laureadas de Europa, entre ellas, Madrid, que vivió el fervor swiftie los días 29 y 30 de mayo). Hace unos meses, la revista Variety estimó que, cada noche, The Eras Tour habría generado entre 14 y 17 millones de dólares (entradas, merchandising...). Aunque en dicho momento las cifras no estaban confirmadas, el medio especializado ya vaticinó que, cuando acabase el tour, la cifra de recaudación total del tour superaría los ya mencionados dos mil millones de dólares, convirtiéndola en la gira más exitosa de toda la historia.

Seis años después de su último desfile, la lencería de Victoria’s Secret volvió a la pasarela. La icónica marca de lencería, conocida principalmente por sus eclécticos shows plagados de modelos icónicas, ha vivido una especie de ‘renacimiento’ en los últimos años después de las diversas polémicas que ha afrontado por su falta de diversidad. Nueva York fue el escenario escogido para un comeback que contó con la participación de ‘ángeles’ icónicos como Adriana Lima o Tyra Banks, sin duda una de las grandes sorpresas de la noche.

En una época en la que Ozempic parece haberse apoderado del discurso del cuerpo, la representación de cuerpos diversos no resultó tan llamativa como habían prometido en primera instancia... pero un cambio es un cambio, ¿no? De diversas razas, tallas y cuerpos, y también con distintas personalidades, la empresa de lencería busca adaptarse a a la “mujer contemporánea” en una era que parece querer regresar a las medidas de Kate Moss, que también apareció en el desfile celebrado el pasado mes de octubre en la Gran Manzana.

Ha sido probablemente una de las noticias del año. Si no has conseguido entradas para el más que esperado regreso de la banda británica, Don’t Look Back In Anger. Los hermanos Liam y Noel Gallagher regresarán a los escenarios (juntos, sí) por primera vez desde su separación en 2009. El grupo que convirtió las citas entre parejas heterosexuales en un oasis de reinterpretaciones de Wonderwall agotó todas las entradas de los conciertos que anunciaron para el verano de 2025 en Reino Unido e Irlanda con la gira Oasis Live ‘25. También tocarán en Estados Unidos, Asia, Australia y Latinoamérica.

“Las armas han caído, las estrellas se han alineado, la gran espera ha terminado. Venid a verlo. No será televisado”. Con estas palabras anunciaron que, efectivamente, su feudo personal había encontrado un punto de, si no entendimiento, apaciguamiento. El anuncio sacó del letargo a todos los seguidores de la icónica banda (y personas con elevadas dosis de FOMO, acrónimo que hace referencia al Fear of missing out, el pavor a no decir que has estado o formado parte de un evento canónico).

El último disco de Oasis fue Dig Out Your Soul, lanzado en 2008: un año después, el dúo se separó para perseguir sus carreras en solitario después de los infinitos desencuentros que compartieron dentro y fuera del escenario. Más allá de los conciertos y toda la conversación generada, los hermanos que deberían asistir a un par de sesiones de anger management también han exprimido su imagen para marcas como Stone Island o el Manchester City.

Demi Moore se ha cubierto de gloria en 2024, protagonizando un más que sonado comeback -de esos que tanto le gustan a Hollywood- a raíz de La sustancia, la película de Coralie Fargeat que se presentó en el Festival de Cannes y que explora los límites de la belleza y la edad a través de un body horror que se ha consagrado como una de las grandes películas de la temporada. Todo ello gracias, en parte, a su laureada interpretación. Apunta para el Oscar y ha conseguido acallar a todos esos productores y dirigentes que convierten a las mujeres maduras en una especie de desecho social, sobre todo en ambientes tan tóxicos como el de la industria cinematográfica.

En La sustancia, Moore interpreta a Elizabeth Sparkles, una estrella televisiva venida a menos que empieza a notar que la industria la está dejando de lado a causa de la edad y decide embarcarse en un sospechoso tratamiento que promete devolverle la juventud perdida. Al inyectarse una misteriosa sustancia, su cuerpo generará una versión nueva de sus mismos órganos, y con el pompis aún más tieso, Sue (Margaret Qualley). La avaricia del ‘yo’ mejorado, sediento de poder y exposición, pondrá en peligro la continuidad del proyecto.

Tiene una gallina que se llama Lady Gaga y es la Juana de Arco de la música pop. Chappell Roan, el fenómeno queer y camp del año -y muy probablemente del futuro-, no solo es la autora de la mejor canción de los últimos doce meses, también ha demostrado tener el Grado Superior en la construcción de puentes. Good Luck, Babe! es el primer adelanto de su próximo disco, que probablemente verá la luz en 2025, y también la canción que ha cambiado la trayectoria de su carrera.

Algunos ven en ella tintes de la ya mencionada Gaga, de Fiona Apple, del ejercicio camp de Katy Perry (nadie olvida los tiburones y las pelotas de playa en la actuación de la Super Bowl) o de la icónica Kate Bush. Roan es, simple y llanamente, un puente entre la cultura drag de la Estados Unidos profunda en la que nació y el pop más gamberro. No en vano, cuando cumplió 18 años, Kayleigh fue a un bar en el que actuaban drag queens con su tío gay. “Me sorprendió tanto lo vulgar que era”, dijo a The Kansas City Star. “Estaba en plan, ‘¿es todo esto necesario?’, pero claro, es un bar de drag, se supone que tiene que ser así, tiene que tener una estética camp”, aseguraba.

Su estética es un claro homenaje a la sensación que experimentó en aquella visita. Chappell Roan no sólo es una suerte drag persona haciendo música pop, también un guiño a la cultura que bebió en Misuri: estrafalaria, estrambótica y hortera. La cantante estadounidense vivió varias vidas antes de erigirse como el nuevo statu quo de la música centennial, pero el haber sido telonera de Olivia Rodrigo en su Guts World Tour parece haberle dado el empujón final para reinar en una industria que está huérfana de autenticidad.