Muere la actriz Marisa Paredes a los 78 años, gran dama del cine español y musa de Pedro Almodóvar

La Academia de Cine ha confirmado el fallecimiento de la mítica intérprete que trabajó durante décadas tanto dentro como fuera de nuestro país

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Muere la actriz Marisa Paredes a los 78 años.

La actriz Marisa Paredes ha fallecido a los 78 años, según ha informado este martes la Academia de Cine, ente que presidió durante tres años. Paredes recibió el Goya de Honor en 2018 por una carrera deslumbrante que incluye títulos nacionales e internacionales.

Comenzó muy pronto en los escenarios de Madrid. Creció cerca del Teatro Español y siempre sintió fascinación por el mundo de la interpretación desde la portería de la Plaza de Santa Ana donde vivía.

Con 14 años, debutó en el cine, en una película de José Osuna titulada Esta noche tampoco y no dejó de trabajar tanto delante de las cámaras como sobre el escenario. En los años sesenta trabajó con directores como Pedro Lazaga, Jesús Fernández Santos o Jaime de Armiñán. También con Narciso Ibáñez Serrador en una de sus Historias para no dormir.

‘Chica Almodóvar’

Marisa Paredes y Carmen Maura en 'Entre tinieblas', de Pedro Almodóvar
Marisa Paredes y Carmen Maura en 'Entre tinieblas', de Pedro Almodóvar

Sin embargo, su carrera tardó en despegar y no sería hasta la década de los ochenta cuando comenzó a obtener reconocimiento gracias a los directores madrileños que convulsionaron el panorama durante la Transición, como Emilio Martínez Lázaro o Fernando Trueba. Precisamente fue su participación en su primera película, Ópera prima (1980), gracias a la que obtendría popularidad.

A partir de ese momento, entraría en contacto con Pedro Almodóvar, que la reclutó para la subversiva Entre tinieblas. Juntos hicieron seis películas, entre ellas algunas tan míticas como Tacones lejanos, en la que encarnaba a una gran dama de la canción, La flor de mi secreto, su primer gran papel protagonista o Todo sobre mi madre.

Aunque sea principalmente conocida por sus papeles con el director manchego, lo cierto es que ha trabajado con algunos de los autores más importantes en nuestro país, como Jaime Chávarri, Agustí Villaronga, José Luis Borau o Gonzalo Suárez, todos ellos exponentes del cine más arriesgado del momento.

Trayectoria internacional

Marisa Paredes y Salma Hayek en 'El coronel no tiene quien le escriba', de Arturo Ripstein
Marisa Paredes y Salma Hayek en 'El coronel no tiene quien le escriba', de Arturo Ripstein

Gracias a su visibilidad en Tacones lejanos, comenzaría a trabajar en producciones europeas y también latinoamericanas, como la argentina La nave de los locos o la mexicana Profundo carmesí, a las órdenes de Arturo Ripstein, con el que repetiría en la adaptación de Gabriel García Márquez El coronel no tiene quién le escriba.

En 1997 tuvo un papel importante en la ‘multipremiada’ cinta de Roberto Begnini La vida es bella, que alcanzaría todos los reconocimientos posibles en la temporada de galardones, entre ellos, tres Oscar. También estuvo presente en El espinazo del diablo, una de las producciones que Guillermo del Toro llevó a cabo en nuestro país.

Activismo político

A partir de 2010 comenzaría a espaciar sus apariciones en pantalla hasta prácticamente desaparecer en los últimos tiempos. Sin embargo, siempre ha estado presente, de alguna manera, en la vida pública de nuestro país, ya que se ha caracterizado por su activismo político y su compromiso con los partidos de izquierdas. Durante su mandato en el seno de la Academia de Cine, fue una de las encargadas de pronunciar un discurso en contra de la guerra de Irak, posicionándose en contra del apoyo militar que dio el Gobierno de José María Aznar a la contienda.

A pesar de su influencia e importancia en nuestro cine, no recibió demasiados reconocimientos. Solo tuvo dos nominaciones a los Goya, una de ellas por La flor de mi secreto. Por eso, la Academia le concedió en Goya de Honor en 2018, que le entregó el también fallecido Agustí Villaronga y su hija María Isasi, fruto de su matrimonio con el cineasta Antonio Isasi-Isasmendi.

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