Las mejores canciones del 2024: del año ‘Brat’ al ‘Espresso’ de Sabrina Carpenter

Se acaba el 2024. Cumplimos años. Las facturas incrementan. La pintura del techo de la habitación se desconcha... ¡Perdón! No quería posar el peso de la edad en este párrafo. Hemos venido a hablar de música en un año que se ha caracterizado por los nuevos fenómenos, el auge del pop o el frenesí del color verde. Ha habido nombres propios, discos eclécticos y un retorno a los sonidos que marcaron el inicio del siglo. También han sido meses protagonizados por los comebacks más esperados: de Katy Perry a Ariana Grande, pasando por Dua Lipa o Billie Eilish. Entre la innovación y la apuesta por las fórmulas clásicas, 2024 ha contado con una cuantiosa cantidad de talento sonoro. A continuación, las diez mejores canciones de los últimos (casi) 366 días para Infobae España.

Eligieron su propia aventura y consiguieron que Rosalía se sumase a sus himnos generacionales sobre la (in)madurez, el odio o el desamor. En Normal, Carolina Durante fusiona su desdén vital con la dulzura de la cantante catalana, que se anima a bautizarse en un género en el que, hasta ahora, no la habíamos escuchado. Pasar por la calle San Bernardo y encontrarte con una amalgama de recuerdos, analizar una relación pasada o cuestionar la actitud que tuvimos con cierta expareja: la colaboración sorpresa del año en España suena a juventud, a rencor, a error. Gritarla a pleno pulmón es obligatorio, mandársela a la persona en la que piensas al escucharla, opcional.

Aunque eternal sunshine no ha sido uno de los discos más populares de Ariana Grande (en lo que a números y presencia en listas de éxitos se refiere), la cantante estadounidense ha cerrado el que probablemente haya sido el mejor año de su carrera. No solo ha lanzado un álbum que se aleja de los sonidos típicos (y populares) que asoció al movimiento de su icónica coleta, también ha cumplido el sueño de interpretar a Glinda en la adaptación cinematográfica de Wicked, el exitoso musical de Broadway que Jon M. Chu ha trasladado a la gran pantalla. Con yes, and?, el primer sencillo de su séptimo álbum de estudio, Grande versionó Vogue, de Madonna, para acallar las críticas a sus relaciones, su música o su aspecto físico. Un baile icónico y un comeback que bien merece formar parte de lo mejor del año. Escucharla en la calle conlleva riesgos innumerables: su beat hará que creas estar caminando por una pasarela. Eso sí, obviaremos el horrible remix de la canción junto a Mariah Carey: una competición de gritos de lo más cañí.

Addison Rae tiene más vidas que un gato (o la capacidad de reinventarse de una forma magistral). De reinar en Tik Tok, a probar la actuación (protagonizó el remake de He’s all that en 2021), hasta aterrizar en el mundo de la música. Como celebridad de varietés estadounidense, nadie quiso tomarla en serio hasta que lanzó Diet pepsi, una canción con la que quiso poner en práctica su título de it girl. Este año la hemos podido ver junto a Troye Sivan, Charli xcx o la mismísima Rosalía, pero el elemento más valioso de su imperio no son las fiestas a las que es invitada, sino esta canción que recuerda a la Lana del Rey primigenia. Inocencia ininterrumpida, un primer amor con el que te morreas en la parte trasera del coche y unos vaqueros de corte bajo que no esconden el pirsin del ombligo.

La británica más española (tiene un permiso de residencia especial para pasear por las calles de Madrid y Barcelona) mostró una versión renovada de su carácter de hitmaker con Radical Optimism, un tercer disco de lo más esperado que no contó con el mismo furor que su antecesor, Future Nostalgia (2020). Componiendo desde el crecimiento, y dejando atrás las canciones en las que expiaba sus paupérrimas relaciones románticas, Dua Lipa emprendió un nuevo camino y apostó por un nuevo sonido -de la mano de Kevin Parker-. No hay New Rules, sino un decálogo de realidades que hacen que esté contenta por la nueva novia de su expareja. Aunque nos engañó un poco con el tema de la psicodelia, Training Season tiene que estar en la lista. Lastrada por el ‘bajo rendimiento’ del álbum, es una de las mejores canciones de su carrera. Un órgano Hammond, una guitarra eléctrica y una letra pegadiza: no necesitamos más, miss Lipa.

Lady Gaga y Ariana Grande han tenido un año un tanto idéntico en cuanto a que ambas han estrenado un proyecto cinematográfico en el que estaban visiblemente involucradas. La diferencia con Wicked, cinta en la que Grande participa, es que Joker: Folie à Deux se ha pegado un batacazo histórico en la taquilla global. Para redimirse de una Harley Quinn que ha sido arrastrada por la marea de las malas críticas hacia la película de Todd Phillips, Gaga lanzó Disease, una canción que ha pasado un poco desapercibida, pero que recupera a la ‘Mother Monster’. Oscuridad, satanismo y una voz que suena más rasgada que nunca. Es su mejor canción en años, pues recuerda a sus inicios, a los mejores versos de Born This Way, a esa capacidad de convertir el horror en arte. Habrá que esperar al año que viene para ver cómo suena su séptimo disco.

No sabemos qué ha sonado más, si la canción en sí o la frase que la coronó como el hit del 2024 (ha sido la más escuchada en todo el mundo, según las métricas de Spotify): ‘I’m working late, cause I’m a singer’ (trabajo hasta tarde, porque soy una cantante). Haber sido telonera de Taylor Swift en la gira The Eras Tour le ha cambiado la vida a Sabrina Carpenter. No solo convirtió su disco previo, emails i can’t send, en un éxito viral tras interpretarlo sobre el escenario de la gira más exitosa de la historia: su carrera dio un vuelco tremendo con el lanzamiento de Espresso, un single inocente que publicó unos días antes de actuar en Coachella y que la erigió como una de las artistas del año. Al éxito masivo del tema con nombre de café le siguió Short n’ Sweet, un álbum que la ha consagrado como la nueva líder del pop centennial dentro y fuera de Estados Unidos. El tema recuerda a los temas desenfadados que siempre han contado con el beneplácito del oyente: frases pegadiza, ritmo repetitivo y una capacidad grandiosa de no tomarse demasiado en serio.

Rompieron internet (pero no como Kim Kardashian). Los hijos adoptivos de Tumblr -la red social de los inadaptados sociales- celebraron la unión en santo matrimonio sonoro entre Charli xcx y Lorde, dos caras de la misma moneda y dos cantantes bañadas en la incomprensión de la experiencia femenina. El año 2024 tiene como sinónimo la palabra Brat, término que ha convertido a la británica en la sensación de los últimos doce meses. Su último disco -que ha contado con infinidad de variantes, la última siendo un álbum de remixes que incluye a artistas como BB Trickz o Ariana Grande- ha colapsado la industria musical. Creativo, rompedor y honesto, Charli xcx ha dado con la tecla que le ha permitido tener la notoriedad pública que llevaba mereciendo desde hace años. En Girl, so confusing featuring Lorde, ambas artistas entierran el hacha de guerra y enarbolan una sesión terapéutica para expresar todo lo que piensan sobre su amistad. Es la guinda del pastel de un proyecto que no ha dado tregua al resto. Let’s work it out on the remix.

Aunque Apple también podría estar en la lista -¿a quién no le va a gustar una canción que habla de cómo la herencia emocional que recibimos de la familia podría explicar muchos de nuestros problemas coyunturales?-, ninguna encapsula mejor la idiosincrasia de Brat que 360: el espíritu de niña malcriada y refunfuñona se convierte en un himno que podría haber narrado Chicas Malas. Rodeada de las mujeres más cool de Los Ángeles, Charli xcx tiene al mundo comiendo de su mano con un tema que combina a la perfección los elementos que describen su laureado álbum: letras de flipada y sonidos del mañana. Honestidad, pero inseguridad. Una actitud altiva que esconde infinidad de traumas. Qué confuso y duro es ser una chica, de verdad. Es el tema perfecto para prepararte con tu mejor amiga en el baño.

Billie Eilish es la única artista capaz de conseguir que nos emocionemos con una canción que habla abiertamente de la muerte. En Birds Of A Feather, la virtuosa cantautora se aleja de la oscuridad (aunque no en términos líricos) que había narrado sus exitosos inicios para brindarnos una de las mejores composiciones del año: la ternura y magia del amor en todas sus formas, ya sea fraternal, familiar o romántico. Emotiva, pegadiza y brillante, el tema que forma parte de su último disco, Hit Me Hard And Soft, es un cambio de registro para una cantante que tiende a explotar los sentimientos negativos en sus letras. El álbum, una mezcla etérea de sonidos dulces y lúgubres, Eilish vuelve a abrirse en canal para hablar del crecimiento, de las relaciones humanas y del paso del tiempo.

Tiene una gallina que se llama Lady Gaga y es la Juana de Arco de la música pop. Chappell Roan, el fenómeno queer y camp del año -y muy probablemente del futuro-, no solo es la autora de la mejor canción de los últimos doce meses, también ha demostrado tener el Grado Superior en la construcción de puentes. Good Luck, Babe! es el primer adelanto de su próximo disco, que probablemente verá la luz en 2025. En la canción habla de una relación que se acaba por miedo, pues la mujer con la que ha tenido una conexión ha decidido volver a su relación heterosexual y monógama, negando los sentimientos lésbicos que han florecido entre ambas. Tiene el dramatismo de Morrissey y la fuerza de cualquiera de las A-listers de la música. Es un testamento sonoro del talento de la estadounidense, que abraza su icónica personalidad y estilo para otorgarle un soplo de aire fresco -y más que necesario- a una industria musical afincada en las fórmulas repetitivas. Vestida de Divine, de Estatua de la Libertad o de vaquera, Roan ha venido para transformarlo todo.