Ha sido una de las grandes sorpresas del año. Ternura, humor y una calidez que escasea cada vez más en las ficciones que se estrenan en las plataformas. Un hombre infiltrado, la serie creada por Michael Schur (The Good Place), se estrenó en Netflix el pasado 21 de noviembre y, menos de un mes después, la plataforma ha anunciado que la ficción tendrá una segunda temporada después de la buena acogida de público y crítica (en la web de Rotten Tomatoes tiene una puntuación de 95 sobre 100). Se espera que los nuevos capítulos se estrenen en 2025.
Protagonizada por Ted Danson (que también tuvo uno de los roles principales en The Good Place, disponible en la plataforma), su historia narra cómo un exprofesor recibe una nueva oportunidad en la vida cuando una detective privada lo contrata para una misión encubierta en una residencia de ancianos de San Francisco. Un año después de la muerte de su mujer, Charles (Danson) vive atrapado en la rutina y se ha distanciado de su hija Emily (Mary Elizabeth Ellis).
Todo cambiará cuando lea el anuncio de la detective Julie (Lilah Richcreek Estrada). Charles se anima a vivir una nueva aventura y acepta la misión de infiltrarse en la residencia geriátrica Pacific View. ¿Su objetivo? Resolver el misterio del robo de un valioso collar. Dado que todos los residentes son sospechosos, el protagonista deberá llegar al final del asunto sin ser descubierto por Didi (Stephanie Beatriz), la directora de la residencia.
Si crees que has oído hablar de esta historia antes, no estás equivocado. La ficción de Schur está basada en El Agente Topo, la cinta chilena dirigida por Maite Alberdi. En este documental estrenado en 2020, y nominado en la categoría de ‘Mejor largometraje documental’ en los Oscar, se ahondaba en la vejez, la soledad y la realidad de la tercera edad. En una época de angustia, dolor y muerte a causa de la pandemia, Alberdi ablandó el corazón del espectador con un retrato cargado de ternura (y diversión).
En él, Sergio Chamy, un hombre de 83 años, sigue los mismos pasos descritos en los párrafos anteriores. Tras la muerte de su esposa decide aceptar un trabajo poco convencional: infiltrarse en una residencia de ancianos para formar parte de una investigación privada. En este caso, sin embargo, no trata de encontrar a un simple ladrón, más bien inspeccionar el trato que reciben los residentes. Además de las condiciones de vida de los ancianos, Chamy comienza a conocer sus historias, su cronología vital y sus gustos, acercándose poco a poco a ellos y ganándose su confianza.
Lo mismo le ocurre a Charles. El hecho de que tenga que pasar inadvertido hace que se vaya encariñando de aquellos a quienes tiene que interrogar. Su misión secreta se convertirá en un emocionante viaje que le hará percatarse de que todavía tiene mucho por delante. La ficción de Schur es perfecta para aquellos que necesitan un relato feel good que, además, pone el foco en la realidad de nuestros mayores.