La nostalgia empieza a dar síntomas de no funcionar ya como antes, y en el caso de la última película de Indiana Jones fue más que palpable. El filme estrenado el año pasado y con Harrison Ford volviendo a interpretar uno de sus papeles más icónicos no tuvo el resultado esperado en taquilla, pero un tiempo después su director ha querido salir al paso. Para explicar cuál es su teoría de lo que pasó, y de paso también mandar un mensaje a los espectadores y fans de la saga creada por George Lucas y Steven Spielberg.
Si las cuatro primeras entregas de Indiana Jones estaban dirigidas por Spielberg, con la quinta se tomo la decisión de ceder el testigo a otro director. James Mangold, conocido por películas como En la cuerda floja, Logan o Le Mans 66, fue el encargado de ponerse tras las cámaras en una película que llevaría por título Indiana Jones y el dial del destino, y que aunque se esperaba con gran expectación, no terminó de convencer a los espectadores. Ha sido ahora, unos meses después de ese estreno y de confirmar su fracaso en taquilla, cuando el propio Mangold ha salido al paso para intentar explicar por qué sucedió lo que sucedió, quien para él tiene mucho que ver con el propio Harrison Ford. O, mejor dicho, con la edad de este.
“Tienes un actor maravilloso y brillante que tiene ochenta años. Así que estoy haciendo una película sobre este tipo en sus ochenta, pero su público en otro nivel no quiere enfrentarse a su héroe a esa edad. Y yo estoy como, estoy bien con eso. Hicimos la película. Pero la pregunta es, ¿cómo habría hecho feliz a la audiencia con eso, aparte de tener que empezar de nuevo con un otro tipo?”, reflexionaba Mangold. Harrison Ford tenía 81 años y aunque la secuencia inicial de la película lo rejuvenecía en gran medida, en el resto del metraje era palpable su avanzada edad y dificultad para ser el Indy de antes.
Un completo desconocido
Mangold confiesa que se sintió “herido” por la reacción del público y la crítica a la película, añadiendo que “realmente quería que el público amara a (Ford) tal y como era y que aceptara que eso es parte de lo que la película quiere decir: que las cosas llegan a su fin, que eso forma parte de la vida”. Indiana Jones y el dial del destino» costó la ridícula cifra de 329 millones de dólares. Acabó recaudando unos decepcionantes 384 millones de dólares en todo el mundo, lo que supuso 134 millones de dólares en pérdidas para Disney (vía Forbes).
La siguiente aventura de Mangold es lejos del mundo de Indy, y con una estrella mucho más joven que Harrison Ford. Se trata de Un completo desconocido, el biopic de Bob Dylan protagonizado por Timothée Chalamet en la piel del cantautor estadounidense. La película, que llega a los cines muy pronto, supondrá una nueva oportunidad para Mangold mientras la saga de Indiana Jones se encuentra actualmente en un punto muerto, con Harrison Ford oficialmente retirado del papel y mientras se espera a ver si el personaje de Phoebe Waller-Bridge podría ser la llave para reiniciar la saga.