En estos días en los que Celeste se ha convertido en una de las series más laureadas del panorama español, resulta complicado no pensar en una frase que enuncia el personaje que interpreta Carmen Machi: “Las facturas no mienten”. La ficción de Movistar Plus+ creada por Diego San José se adentra en el caso de una exitosa cantante mexicana que debe una cuantiosa cantidad a las arcas públicas españolas. El objetivo de Sara Santano (Machi), una reputada inspectora de Hacienda, es cerciorarse de que ésta ha residido más de 158 días en el país.
“Lo sabe todo el mundo a quién nos referimos, pero yo no lo voy a nombrar porque no es justo, porque no va por ahí la cosa”, comentó Machi sobre la idea de que la ficción se basa en currículo fiscal de Shakira en España. Quizá su creador pueda confeccionar una segunda temporada de corte internacional, pues Rupert Grint, el británico que dio vida a Ron Weasley en las películas de Harry Potter, basadas en los libros de J.K. Rowling, le debe más de dos millones de dólares a las arcas públicas británicas por los derechos residuales que ha recibido por su participación en la histórica saga juvenil.
Según ha informado Associated Press, el actor debe 1,8 millones de libras (2,17 millones de euros) a la agencia tributaria británica -His Majesty’s Revenue and Customs (HMRC)- por los remanentes que ha recibido de la serie cinematográfica de magos. A Grint se le había pedido que pagara impuestos adicionales en 2019 después de que el HMRC informase de que había clasificado incorrectamente 4,5 millones de libras en residuales que recibió de Harry Potter como un activo de capital en lugar de ingresos.
Después de que los abogados de Grint recurrieran esa decisión, la jueza Harriet Morgan se puso finalmente de parte de la HMRC, determinando que los residuales de la estrella -que proceden principalmente de las ventas en televisión y en formato DVD de las ocho películas de Harry Potter- son efectivamente ingresos y no un mero activo de capital.
El actor había intentado disminuir sus ingresos imponibles mediante la creación de la empresa Clay 10 Limited en 2011, vendiendo sus derechos residuales a este organismo como capital, tal y como informó The Telegraph. En marzo de 2023, la empresa Clay 10 tenía más de 27 millones de libras en capital.
El organismo fiscal británico (HMRC) ha alegado que Grint ha intentado emplear la misma laguna fiscal que usaron los Beatles en 1960, cuando crearon una empresa y le vendieron sus derechos musicales para pagar un impuesto sobre las plusvalías mucho más bajo en lugar del impuesto sobre la renta. El actor ha afirmado, según el ya citado medio británico, que no estaba muy involucrado en sus finanzas, y la jueza Morgan estuvo de acuerdo en que el actor “depositó su confianza en su padre y en los contables para que se ocuparan de sus asuntos financieros”.