El tradicional recuento musical del año del Spotify Wrapped reúne por estas fechas a millones de personas impacientes por conocer sus resultados. Estos incluyen los artistas más escuchados, las canciones favoritas, los géneros predilectos o incluso los hábitos de escucha. En definitiva, un compendio de la personalidad musical de cada uno que está presentado siempre de manera muy visual e intuitiva, lo que ha hecho que sea tan compartido en redes sociales.
Mientras la mayoría de gente espera con ansias la llegada del Spotify Wrapped de 2024, que este año se está haciendo de rogar, merece la pena mencionar una aplicación paralela que cumple funciones muy parecidas. Se trata de Last.fm, una aplicación y red social de música de corte muy similar y con la cual se puede consultar su particular “wrapped” en cualquier momento. Y lo mejor de todo, completamente gratis. Pero, ¿cómo funciona exactamente esta aplicación?
Pues bien, lo primero de todo es crear una cuenta. Basta con introducir un correo, una contraseña y algunos datos básicos para empezar a funcionar con la aplicación. Una vez registrado, lo más importante es conectar tu cuenta de Last.fm con la de tu reproductor, para que empiece a contabilizar las escuchas y elaborar el wrapped a medida que avanza el tiempo. Pero no es la única funcionalidad de esta aplicación, ya que hay otras características que pueden exprimir al máximo la experiencia musical.
La semilla empezó a crecer en 2002, cuatro años antes que Spotify, a partir de un proyecto del informático Richard ‘RJ’ Jones, que desarrolló durante su estancia en la Universidad de Southampton, en Reino Unido. RJ desarrolló los primeros plug-ins, luego abrió una API (interfaz de programación de aplicaciones) a la comunidad y después habilitó la web para que reconociera muchos reproductores musicales en diferentes sistemas operativos. Originalmente bautizada como Audioscrobbler, esta primigenia versión se limitaba a grabar la música que sus usuarios reproducían en un ordenador registrado, que permitía la creación de listas y el filtrado colaborativo, que daría paso a lo que estaba por venir. Porque en 2002 se fusionó con Last.fm, que en ese momento era una estación de radio de internet y un sitio para la comunidad musical, usando perfiles musicales similares para generar listados de reproducción dinámicos al estilo de Mark Zuckerberg con Facebook.
Red social musical
El wrapped de Last.fm se puede ver de la misma manera que en Spotify (un resumen anual que aparece en la sección de Reports/Informes), pero también se puede ir comprobando manualmente a través de la biblioteca musical. En este apartado, uno puede ver toda la música que ha escuchado desde que abrió la cuenta y la conectó con su reproductor habitual, pudiendo filtrar por artista, álbum o canción y ver cuáles figuran entre las más reproducidas.
Al igual que el Wrapped de Spotify, Last.fm funciona a través de lo que se conoce como scrobbling. Este método consiste básicamente en llevar un registro de todas las canciones que escuchas y realizar un informe o recomendarte canciones o artistas similares. Antes que Spotify, Last.fm descubrió que prestando atención a los hábitos de escucha de una persona se podía llegar a saber mucho de ella, y comenzó a elaborar informes no ya anuales como el Wrapped, sino semana a semana. No solo eso, sino que esta aplicación se sirve de todos esos datos para elaborar sus propias recomendaciones.
De esta forma, cuanta más música se reproduce, más fácil le resulta recomendar, y las propuestas de canciones y artistas se van actualizando periódicamente. Además, la aplicación permite crear lo que llama Obsesiones, una suerte de diario en la que puedes ir registrando las canciones favoritas cada cierto tiempo, formando así una especie de cápsula del tiempo de la música que uno escuchaba durante determinada época. La tercera pata de esta gran silla, quizá la menos explorada, es la de Last.fm como red social, que en realidad es una de las funciones para la que nació originalmente.
Esta característica, aunque no la empleen todos sus usuarios, permite ponerse en contacto con otras personas que escuchen la misma música, y establecer distintas relaciones de amistad como si se tratase de Facebook, Twitter o Instagram. La propia aplicación establece un índice de compatibilidad a partir de los gustos de cada uno, y puede generar redes de usuarios que sean fans de los mismos artistas para eventos determinados. En definitiva, una extensa red para conectar a personas muy distintas pero con un nexo en común por la música, y una aplicación tan compatible con Spotify como capaz de adelantar el Wrapped antes que nadie.