Es uno de los autores de culto del cine internacional, pero la mayor parte de sus películas no se han estrenado en la cartelera de nuestro país. Una de las pocas excepciones fue el drama de época La mujer del espía (2020) que, tras pasar por el Festival de Venecia (donde ganó el premio al mejor director), pasó por las salas españolas fugazmente.
Sin embargo, la pandemia supuso un parón en la carrera de Kiyoshi Kurosawa y fue acumulando proyectos que ahora han visto la luz casi de forma simultánea. En el pasado Festival de Berlín estrenó el mediometraje Chime, en Venecia, Cloud (que ahora acaba de aterrizar en nuestro país de la mano de A Contracorriente Films) y el ‘remake’ de su propia película Serpent’s Path, de 1998, en esta ocasión una producción francesa que formó parte de la Sección Oficial del Festival de San Sebastián.
“El guion de Cloud lo escribí hace más de cinco años, y es verdad que el año pasado coincidió con el rodaje de Chime y Serpent’s Path, pero ha sido una consecuencia del parón que hubo durante la época del coronavirus. En pandemia el sector se paralizó, así que tuve tiempo de preparar diferentes proyectos. La idea hubiera sido hacer una cada año, pero no pudo ser, hay que tomar las oportunidades cuando llegan.
Un thriller sobre la perversión del sistema capitalista
En Cloud parece como si Kiyoshi Kurosawa regresara a sus inicios, a las tramas que parten de una realidad incómoda y transcurren de forma perturbadora, poniendo de manifiesto la crueldad del ser humano dentro del mundo que nos rodea. En la película, un joven se dedica a la reventa de artículos a través de Internet, compra lotes y aumenta su precio para ganar dinero fácil. Sin embargo, pronto comenzará a acumular enemigos que lo acosarán, primero a través de las redes sociales y después, en la vida real. A partir de ahí, comenzará la pesadilla del protagonista.
“Yo tenía un amigo que se dedicaba a la reventa y me contaba historias muy extrañas. En Japón existe este tipo de perfiles, pero los que se dedican a ello al 100% son muy pocos. Normalmente la gente tiene su trabajo y se dedica a esto para ganar un extra. Allí la plataforma que se utiliza se llama Mercari, que es parecido a Wallapop. No se considera un delito, pero lo considero una perversión del sistema capitalista: compras barato y vendes caro, que es al fin y al cabo lo que hacen las empresas normalmente”.
El director cuenta a Infobae España que, normalmente, suele partir de un escenario y una trama real y cotidiana, que podríamos insertar dentro del realismo, para poco a poco ir introduciéndonos dentro del género ‘noir’ o de terror. Es, por ejemplo, lo que ocurría con una de sus películas más emblemáticas, Kairo (2001), que se adelantó a su tiempo en muchos sentidos, ya que se situaba en los prolegómenos de la era de Internet y planteaba una sociedad absolutamente alienada frente a las pantallas, de las cuales comenzaban a surgir fantasmas que hacían desaparecer a las personas hasta que provocaban un apocalipsis digital.
¿Puede ser Internet una fuente de terror?
“Kairo coincidió con el cambio de milenio. Nos encontrábamos en los inicios de lo que sería Internet y ya comenzaban a plantearse ciertos miedos, porque no se sabía hasta dónde llegaría todo aquello. Ahora se ha convertido en una herramienta cotidiana, por ejemplo, nos hemos conectado online para tener esta reunión. Pero, como todo, está bien si se utiliza de una manera positiva, porque también puede tener un reverso oscuro. Todo depende de las personas. Las pequeñas maldades se pueden expandir y difundir de manera peligrosa. Y eso, sí que da miedo”.
Kiyoshi Kurosawa formó parte de lo que se llamó el J-Horror, una corriente que trasladó las inseguridades contemporáneas a través de las tradiciones autóctonas. Entre sus máximos exponentes estaba Hideo Nakata, con The Ring o Dark Water, Takashi Shimizu y Ju-on: The Grudge (también conocida como La maldición) o Takashi Miike con Llamada perdida o Audition. Muchas de estas películas fueron objeto de un ‘remake’ norteamericano, como fue el caso de Kairo, que se transformó en Pulse (Conexión), con guion de Wes Craven y protagonizada por Kristen Bell.
“Antes se utilizaba más la técnica para dar miedo al público. Pero, en la actualidad, creo que los espectadores están mucho más acostumbrados a los efectos y los impactos. Por eso, ya no me interesa tanto, ya no constituye un objetivo para mí. Creo que la sociedad actual da más miedo que cualquier película de terror”.
En realidad, es de lo que trata Cloud. Cómo el odio se expande a través de las redes y crea monstruos, algo que se puede extrapolar fácilmente al mundo en el que vivimos. “El odio se va sumando y sumando y va creciendo. Afortunadamente no tenemos, como en Estados Unidos, más acceso a las armas, porque el nivel de locura sería explosivo”.