Tristán Ulloa vuelve al ‘true crime’ después de ‘El caso Asunta’: este es el mediático caso en el que está trabajando

El true crime se está convirtiendo en el género estrella de las plataformas de streaming. Los contenidos se consumen cada vez más rápido y el público, ansioso por conocer nuevos casos e historias, espera impaciente las series y películas que bucean en la crónica negra española. Netflix lleva años apostando por la temática del crimen: a los documentales de Marta del Castillo, las niñas de Alcàsser o el caso Wanninkhof-Carabantes, le siguieron El cuerpo en llamas y El caso Asunta, con Tristán Ulloa en el papel de Alfonso Basterra.

El actor español, cuyo rostro es ya familiar para la audiencia por su actuación en series recientes como Berlín o La chica de nieve (aunque en su expediente cuenta con otros títulos conocidos como El tiempo entre costuras), vuelve al true crime con una nueva producción que explora uno de los casos más mediáticos de los últimos años en España, según ha informado el medio El Periódico. Al igual que la serie que se centró en el asesinato de Asunta Basterra, Bambú Producciones se hará cargo de la producción de esta nueva película titulada La viuda negra, que contará con Carlos Sedes como director (El verano que vivimos, El club de los incomprendidos y colaborador en proyectos como Fariña, Las chicas del cable o, efectivamente, El caso Asunta).

La serie en la que actuó junto a Candela Peña (en el papel de Rosario Porto) se convirtió en todo un éxito en Netflix, por lo que puede que Tristán Ulloa vuelva a alzarse en el podio de los títulos más vistos de la plataforma. En este caso, la cámara sitúa la mirada en Valencia para indagar en todos los entresijos del crimen de Patraix.

Era el año 2017 cuando el cuerpo sin vida del ingeniero Antonio Navarro Cerdán apareció en su garaje en el barrio valenciano de Patraix. Las autoridades rechazaron rápidamente que el asesinato, causado por siete cuchilladas, hubiese tenido por motivo un robo. En poco tiempo, la viuda de Antonio, María Jesús Moreno Cantó (conocida como Maje), fue considerada la principal sospechosa.

El caso tuvo todos los ingredientes necesarios para convertirse en la noticia más explotada por los medios de comunicación durante meses: una infidelidad perdonada por el marido, una pasión que empuja a matar, las mentiras de la viuda, sus lágrimas en el funeral y la avaricia por conseguir el dinero de un seguro. Tras dos meses de escuchas telefónicas, Maje y Salvador Rodríguez Lapiedra, el amante de la joven, fueron detenidos: ambos eran compañeros de trabajo en un hospital privado y habían planeado el asesinato de Antonio para que su viuda pudiese administrar el dinero de varios seguros de vida que tenía.

El juicio se produjo en octubre de 2020 y, tras valorar el testimonio de testigos, peritos, policías, guardias civiles, forenses, psiquiatras y psicólogos, así como más de 50 pruebas documentales —entre las que se encontraban las grabaciones de las escuchas telefónicas—, Maje fue condenada por la Audiencia Provincial de Valencia a 22 años de prisión. Su examante, Salva, también fue sentenciado, este con 17 años de condena.

Al igual que ocurrió en su momento con el crimen de Alcàsser o con sucesos más recientes como el de la Guardia Urbana, el de Asunta Basterra o el del pequeño Gabriel Cruz, cada pequeño avance en el caso o declaración de los acusados ha colmado los periódicos de titulares y ha ocupado multitud de horas en los programas televisivos. Este interés ya ha saltado a las series de ficción y los documentales, alzando al género del true crime como uno de los más exitosos en nuestro país.