Historia y cine no siempre van de la mano, y si no que se lo pregunten a Ridley Scott. El director ha sido ampliamente cuestionado en más de una ocasión por los errores históricos en algunas de sus películas, pero siempre ha seguido firme a su idea de anteponer el espectáculo por encima de la veracidad. Así le han llovido palos por doquier, y con su última película, Gladiator II, no iba a ser distinto. Sin embargo, eso no quiere decir que el cineasta no se haya basado en algunos hechos reales para construir la película.
Gladiator II cuenta la historia de Lucio Vero, un personaje al que muchos recordarán por la entrega original, en la que era un joven noble heredero del trono de Roma, en la medida en que era nieto de Marco Aurelio, sobrino de Cómodo e hijo de Lucilla, el personaje al que interpretaba Connie Nielsen. No obstante, en esta nueva entrega Lucio pasa a ser el absoluto protagonista, con una nueva historia y sobre todo un nuevo actor para encarnarlo. Si en la entrega original era Spencer Treat Clark el encargado de darle vida, en esta le toca el turno a Paul Mescal, actor irlandés que se ha convertido en promesa gracias a su papel en producciones como Normal People, Aftersun o All of us strangers.
En la película se nos cuenta qué ocurrió con el joven Lucio Vero tras el desenlace final de Gladiator con la muerte de Máximo Décimo Meridio, el personaje interpretado por Russell Crowe. Tras la muerte de Máximo pero también la del emperador Cómodo, Lucio tuvo que huir de Roma hasta Numidia, al norte de África. Allí adquiere una nueva identidad para proteger su vida, respondiendo al nombre de Hanno y renunciando a su origen noble para poder llevar una vida tranquila con su prometida. Sin embargo, todo eso se tuerce cuando avanza la conquista de Numidia por parte de las tropas romanas, comandadas por el general Marco Acacio -interpretado por Pedro Pascal-. De forma muy similar a Máximo, Lucio pierde todo de la noche a la mañana, y buscará venganza contra Acacio y contra Roma durante el resto de la película. La historia real detrás del auténtico Lucio Vero, por el contrario, es bien distinta y mucho menos espectacular.
El Lucio Vero real, un personaje lleno de misterio
El auténtico Lucio Vero, el personaje en el que se inspira el de Mescal, sí existió como tal, aunque llevó una vida de la que se sabe tan poco que es difícil establecer paralelismos con el personaje. De hecho, quizá la falta de información en torno a él fue la excusa perfecta para Ridley Scott y el guionista David Scarpa para darle una historia muy parecida a la que ya funcionó con Máximo en la entrega original. Lucio Vero era hijo de Lucila, coincidiendo con las películas, y del emperador Lucio Vero, personaje inédito en pantalla pero quien tiene una gran relevancia, ya que cogobernó junto al emperador Marco Aurelio.
El reinado de ambos emperadores transcurrió entre 161 y el 169 d.C., con la muerte de Vero. Tuvo 3 hijos con Lucilla: Aurelia Lucila, Lucila Plautia y Lucio Vero, el personaje en el que se inspira el de Paul Mescal en la película. Este Lucio Vero murió muy joven de causas desconocidas, y apenas hay información del mismo. Tal y como se especula en las películas, es cierto que Lucio Vero hubiese podido aspirar al trono dada su descendencia y a la muerte de Cómodo, pero su repentino fallecimiento descartó esta posibilidad. Por el contrario, Roma vivió a partir de la muerte de Cómodo una época de gran inestabilidad, con el llamado Año de los Cinco Emperadores, en el que varios nobles se disputaron el cargo. Finalmente sería la dinastía Severa la que se impondría, que es precisamente la que se ve en Gladiator II. Puede que el Lucio Vero de Paul Mescal sea una gran invención, pero desde luego Scott no iba del todo mal encaminado.