El péplum, ese género que conjuga la grandiosidad del pasado clásico con historias épicas, ha cautivado al cine desde sus primeros días. Para quienes esperan ansiosos el estreno de Gladiator II, una selección de clásicos del género permite entender su evolución y, al mismo tiempo, construir un puente hacia la nueva entrega de Ridley Scott. A continuación, exploramos siete películas esenciales para entender el período de esplendor del género y cómo ha evolucionado a lo largo de los años.
Estas películas, cada una con su perspectiva, temática y estilo, construyen un panorama diverso del péplum como género. Gladiator II llega como un heredero moderno de esta tradición, pero también como una obra que redefine el género al explorar las tensiones políticas, personales y filosóficas del mundo romano. La figura de Macrino (interpretado por Denzel Washington) y su lucha por el poder prometen añadir un nuevo capítulo a la rica historia del cine épico, en diálogo constante con sus predecesores.
Atila, rey de los Hunos
Aunque el director Douglas Sirk trabajó buena parte de su vida el género del melodrama, tuvo un par de incursiones en el género de aventuras e histórico. Atila, rey de los hunos (Sign of the Pagan en su título original) es una de esas películas que dan prueba de que el alemán era capaz de trasladar su majestuosidad a cualquier formato. En este caso, su imaginario visual se trasladó a la época del declive romano, con la alianza entre varios ejércitos bárbaros para asaltar definitivamente el Imperio Romano -al menos, el de Occidente-. Con Jack Palance en la piel del poderoso Atila, este péplum es fiel a la visión de Sirk de intentar entender a los personajes más complicados al tiempo que es un magnífico espectáculo de los últimos días de color de aquel imperio.
Quo Vadis
Un referente indiscutible del péplum clásico de Hollywood, dirigida por Mervyn LeRoy y con una producción monumental que marcó un antes y un después. Ambientada durante el reinado de Nerón (interpretado por Peter Ustinov), la película explora la persecución de los cristianos y el conflicto entre el paganismo y el incipiente cristianismo. El drama romántico entre el centurión Marco Vinicio (Robert Taylor) y la cristiana Ligia (Deborah Kerr) se entrelaza con espectaculares secuencias de masas, como el incendio de Roma y los juegos en el Coliseo. Es el ejemplo perfecto de cómo el péplum podía combinar épica histórica con mensajes morales universales.
La caída del Imperio romano
Este ambicioso proyecto de Anthony Mann, protagonizado por Sophia Loren y Stephen Boyd, aborda la decadencia de Roma tras la muerte del emperador Marco Aurelio. Considerada una inspiración directa para Gladiator (2000), comparte temas como la lucha por el poder y la traición en los más altos niveles del Imperio. La película destaca por su grandilocuencia visual, con monumentales escenarios y batallas épicas, aunque su narrativa más reflexiva y pesimista no logró atraer al público masivo en su momento. Su resonancia temática, sin embargo, es innegable en la historia del péplum moderno.
El signo de la cruz
Cecil B. DeMille, pionero del cine épico, creó en esta obra un fascinante retrato del decadente Imperio Romano bajo el reinado de Nerón. Con una carga moralizante que refleja las tensiones de su época, la película mezcla elementos de espectáculo, como las brutales escenas del circo romano, con una narrativa centrada en la persecución de los cristianos. El signo de la cruz es recordada tanto por su fastuosidad como por la controversia que suscitó por sus imágenes de desnudos y violencia, características que inspiraron el tono más adulto y provocador de películas posteriores.
Astérix y las 12 pruebas
Una excepción animada en el género del péplum, esta adaptación de las aventuras de Astérix y Obélix ofrece una mirada humorística y satírica al mundo de la Antigua Roma. Creada por René Goscinny y Albert Uderzo, la película utiliza pruebas casi mitológicas para parodiar la burocracia y las instituciones romanas. Si bien su tono difiere radicalmente de los dramas históricos, Astérix y las 12 pruebas captura la fascinación cultural por Roma y su legado, convirtiéndose en una joya única que celebra la creatividad dentro del género.
La última legión
Inspirada libremente en los eventos de la caída de Roma, esta película dirigida por Doug Lefler ofrece una mezcla de historia y fantasía. Con Colin Firth y Ben Kingsley al frente, narra la historia del joven emperador Rómulo Augústulo y su intento por salvar el imperio frente a la invasión bárbara. Aunque la película recibió críticas por su tono algo simplista, plantea preguntas sobre los valores romanos frente a las fuerzas externas, un tema recurrente en el péplum. Su conexión simbólica con la leyenda artúrica añade un giro interesante al género.
Centurión
Neil Marshall nos lleva a las fronteras del Imperio Romano, donde las legiones enfrentaban desafíos contra los pictos en Britania. Protagonizada por Michael Fassbender, esta película mezcla acción brutal y suspense en un tono más crudo y realista que los péplums clásicos. Centurión subraya el impacto humano de la expansión romana, mostrando soldados atrapados entre el deber y la supervivencia. Su enfoque en las luchas de los individuos frente al poder imperial la conecta con la narrativa personal que caracteriza a Gladiator y, seguramente, a su secuela