En 2006, el icónico director Martin Scorsese alcanzó la gloria consiguiendo su primer Oscar en la categoría de ‘Mejor película’ con un thriller policial que cautivó a crítica y público gracias a una trama que no sólo bebe de los elementos clásicos que componen su universo cinematográfico. La historia ahonda en las trayectorias paralelas de Colin Sullivan (Matt Damon), un mafioso infiltrado en la policía de Boston, y de Billy Costigan (Leonardo DiCaprio), un oficial encubierto que se inmiscuye en la organización criminal de Frank Costello (Jack Nicholson), jefe de la mafia irlandesa. A medida que ambos agentes dobles se esfuerzan por desenmascarar al otro, la tensión aumenta, llevando a la audiencia hacia un viaje de tensión inconmensurable.
Se trata de Infiltrados (2006), The Departed en su título en inglés, el filme de Scorsese que cuenta con un reparto estelar que, además de a DiCaprio, Damon y Nicholson, incluye a Alec Baldwin, Martin Sheen y Mark Wahlberg. El proceso de casting fue un desafío significativo para Scorsese, quien originalmente deseaba trabajar con Al Pacino para el papel de Costello. Sin embargo, éste rechazó la oferta. No sería una despedida para ambos, pues el actor de Scarface acabaría trabajando bajo las órdenes de Scorsese en El irlandés, estrenada en 2019.
La película es, a la vez, una nueva versión de la película hongkonesa de 2002 Infernal Affairs y también se basa libremente en la Winter Hill Gang de Boston. El personaje de Colin Sullivan está basado en el agente corrupto del FBI John Connolly, mientras que el personaje de Frank Costello está basado en el gánster Whitey Bulger. Además de alzarse con la estatuilla dorada en la categoría de ‘Mejor película’, también se llevó el Oscar a ‘Mejor director’, la única victoria personal de Scorsese hasta la fecha en el Dolby Theatre de Los Ángeles, ‘Mejor guion adaptado’ y ‘Mejor montaje’. Netflix ha sorprendido a sus suscriptores añadiendo la película a su catálogo.
El dardo de Nicole Kidman a Scorsese
En el año 2017, Nicole Kidman admitía que quería trabajar con una directora cada cierto tiempo. “Creo que es necesario decir que cada 18 meses haré una película con una directora mujer”, declaró entonces a New Zealand Herald. “Porque sólo así cambiarán las estadísticas, cuando otras mujeres empiecen a decir: ‘Oh, ahora sí que voy a elegir sólo a una mujer’. Así que cada 18 meses tiene que haber una directora en la ecuación”, comentó sobre su carrera.
A principios del mes de septiembre, la intérprete australiana presentó Babygirl en el Festival de Venecia, escenario en el que, siete años después, volvió a poner de manifiesto su predilección por dar voz a las mujeres cineastas para equilibrar la balanza. “Hace tiempo que decidí usar mi posición para equilibrar el ratio entre hombres y mujeres en la industria”, dijo. Pues bien, en una entrevista reciente con Vanity Fair, la intérprete australiana ha dejado clara su predilección por este último enunciado al contar que le encantaría trabajar con el director de Infiltrados, siempre y cuando apueste por las mujeres en sus películas.
“Siempre he dicho que quiero trabajar con Scorsese, si hace una película con mujeres”, ha contado Kidman. “Me encantaría trabajar con Kathryn Bigelow. Me encantaría trabajar con Spike Jonze. Me encantaría trabajar con PTA [Paul Thomas Anderson]. Siempre he querido trabajar con Michael Haneke. Y hay un montón de nuevos directores prometedores; hay tantos, y siempre estoy abierta al descubrimiento de gente nueva”, ha añadido.