La esperada secuela Joker: Folie à Deux ha recibido una ola de críticas desde su estreno, una de las más destacadas proviene del propio elenco. Tim Dillon, quien interpreta a uno de los guardias de Arkham, ha calificado la película como “la peor jamás hecha”. Esta declaración intensifica las críticas que la producción ha enfrentado por parte de la prensa y el público, aunque a la película le haya salido algún que otro defensor.
La película original Joker, dirigida por Todd Phillips y estrenada en 2019, fue un éxito rotundo tanto en taquilla como en la crítica. Con más de mil millones de dólares recaudados a nivel mundial, recibió once nominaciones al Oscar, ganando en las categorías de Mejor Actor para Joaquin Phoenix y Mejor Banda Sonora para Hildur Guðnadóttir. El filme fue elogiado por su enfoque transgresor y su representación de un antihéroe trágico, alejándose de las narrativas épicas habituales en las películas de superhéroes.
Sin embargo, Joker: Folie à Deux, estrenada cinco años después, no ha conseguido replicar el éxito de su predecesora a pesar de tener el respaldo de figuras destacadas como Francis Ford Coppola. La secuela ha sido catalogada como uno de los grandes fracasos de 2024. Una de las críticas más notables es la percepción de que el papel de Lady Gaga como Harley Quinn tiene menos relevancia de lo esperado, lo que ha generado desilusión entre los seguidores. La duración de la película, de casi 140 minutos, también ha sido objeto de controversia. Algunos críticos opinan que el metraje es excesivo para la historia narrada, lo que podría afectar el ritmo y el compromiso del público. A pesar de estos problemas, la película ha suscitado un debate significativo sobre las expectativas y la presión que enfrentan las secuelas de películas exitosas.
Descontento general
El descontento expresado por Dillon y otros miembros del equipo de producción refleja una tendencia más amplia de insatisfacción respecto a la dirección que tomó la secuela. Estas reacciones subrayan los desafíos inherentes a la creación de continuaciones de películas que han dejado una marca significativa en la cultura popular. Es una muestra clara de cómo las expectativas pueden influir en la percepción y recepción de una secuela. Mientras que el Joker original se destacó por su innovación y enfoque audaz, Joker: Folie à Deux parece haber fallado en capturar ese mismo espíritu, según las críticas recibidas. Esto plantea una reflexión sobre el riesgo de intentar replicar fórmulas exitosas y la dificultad de superar o igualar el impacto de una obra tan bien recibida como la original.
La discusión en torno a la secuela también invita a considerar hasta qué punto es posible satisfacer a un público que espera constantemente obras que superen el nivel sorprendente de sus predecesoras. Los comentarios de Tim Dillon y el eco de críticas similares podrían influir en las decisiones futuras de la industria sobre cómo abordar las secuelas de éxitos de gran magnitud. A medida que continúan las discusiones y análisis sobre Joker: Folie à Deux, este caso se suma a una lista creciente de secuelas que enfrentan críticas por no alcanzar las expectativas, dejando a la audiencia debatir sobre el delicado equilibrio entre innovación y tradición en el cine contemporáneo.