La nueva película de Gladiator llega a cines esta semana, y lo hace con varios protagonistas y muchas de ellas nuevas caras para con la saga. Aunque Gladiator II mantiene algunos de sus personajes originales, en el filme de Ridley Scott también aparecen nuevos, desde los emperadores Caracalla y Geta -interpretados por Joseph Quinn y Fred Hechinger- a un personaje tan interesante como el que interpreta Denzel Washington, uno de los grandes rostros de la película.
El actor de películas como Malcolm X o Training Day (Día de entrenamiento) se encarga de interpretar a Macrino, el primer emperador romano de ascendencia africana. Pero ya sabemos como es una película de Ridley Scott, en la que realidad y ficción se entremezclan continuamente. El director ha sido duramente criticado por los historiadores a lo largo de los años, y con Gladiator II no ha sido diferente. Mientras se le ha achacado el hecho de incluir rinocerontes en las famosas tauromaquias o incluso un periódico en una cafetería de la Antigua Roma, hay otra escena que iba a generar polémica, pero que finalmente se ha quedado fuera.
“Besaba a un hombre en la película, pero lo quitaron. Supongo que no están preparados para eso”, desvelaba Denzel Washington en una reciente entrevista, con motivo del estreno del filme en el que comparte pantalla con Paul Mescal o Pedro Pascal. “Lo maté unos cinco minutos después. Hay que ir siempre por delante”, añadía entre risas el actor. La película retoma la historia original varios años después y tras la muerte de Máximo Décimo Meridio (El Hispano al que daba vida Russell Crowe), con un Lucio Vero ya mayor y con sed de venganza por lo que Roma hizo a su familia. Por ello encontrará el apoyo en Macrino, quien le ofrecerá la posibilidad de llegar a la arena y cobrarse su venganza. Pero no es el único.
Macrino, el primer emperador humilde (y africano)
Nacido en una región cercana a la actual Argelia, Macrino era un noble que se había hecho fuerte en los negocios, y que no tardó en escalar socialmente hasta ocupar un cargo en la administración del patrimonio imperial, y posteriormente como prefecto del pretorio. Pero Macrino era valorado principalmente por la fidelidad de sus hombres, soldados que acabarían postulándolo como emperador tras la caída de Caracalla, y sin la intervención del Senado. Así se convirtió en emperador en el año 217 d.C., aunque su gobierno apenas duraría un año.
El presunto heredero del antiguo emperador Caracalla,Vario Avito Bassiano -más conocido como Heliogábalo-, se presentó en Roma para reclamar el trono, amenazando la posición de Macrino. Aunque Macrino proclamó a su hijo como heredero, las legiones romanas se posicionaron del lado de Heliogábalo, provocando un gran conflicto que se alargaría en el tiempo. Todo concluyó en la batalla de Antioquía en el 218, cuando las tropas de Heliogábalo salieron vencedoras y tanto Macrino como su hijo fueron ejecutados. Es difícil saber si la película de Ridley Scott abarcará estos hechos, pero sin duda tiene la gran oportunidad de presentar a un gran personaje de la Antigua Roma.