Una pareja salva un castillo del siglo XIII en ruinas y lo abre al público: “Es triste ver techos tan magníficos como ese que se están deteriorando”

El castillo de Bouillancourt-en-Séry está situado en el centro de un pueblo homónimo a casi un kilómetro del valle de Bresle, en Francia. Se trata de un castillo cuya construcción inicial data del siglo XIII, aunque ha experimentado varias etapas de reconstrucción y adaptación a las necesidades de sus dueños respectivos en los siglos XVII, XVIII, y XIX, y actualmente, por una pareja altruista que lo compró en 2020 con el objetivo de reformarlo y abrirlo al público, según informan France 3 y La Gazette France.

El pueblo que da nombre al castillo tiene apenas 535 habitantes y está situado en la región de Picardie, al norte del país galo. Dos vecinos, Vincent y Fabienne de Lardemelle, decidieron comprar el castillo, pero no para vivir en él: al considerarlo parte del patrimonio local y nacional, vieron una oportunidad para traerlo de vuelta a su antiguo esplendor, alargando su vida y ofreciendo la posibilidad de visitarlo. Y es que los castillos medievales pueden llegar a ser impresionantes, y su antigüedad los hace muy valiosos.

Poco después de realizar la compra, la pareja se dio cuenta de que la campaña en la que se habían embarcado parecía ser mucho más difícil de lo que habían imaginado, entre daños, goteras y demás obstáculos imprevistos: “A veces me pregunto si estoy en un castillo o en un barco que se hunde ”, bromeaba Vincent de Lardemelle, cubo en mano, achicando sin descanso cuando en noviembre de 2023 tuvo que hacer frente a una inundación.

La pareja recurrió a varias empresas locales para afrontar los esfuerzos de reforma del tejado, datado del siglo XVIII. A lo largo de 8 meses, los artesanos locales trabajaron hombro con hombro y motivados por su satisfacción con el proyecto, agradecidos por la iniciativa: “Tuvimos que pensar en hacerlo antes de que se deteriorara realmente. Proyectos como este dejan huella, no lo hacemos todos los días. Lo recordaremos” , sonríe Sébastien Larobe, artesano techador. “Debemos preservarlo, ya no hay muchos castillos en la zona”, aporta Thierry Briffard, albañil.

También decidieron renovar los establos del castillo para transformarlos en un restaurante, añadiendo también un almuerzo a la experiencia completa de visita: seminarios, casas de huéspedes, una tienda de alimentación artesanal, el festival musical Jardins en scène, veladas de cuentacuentos, o visitas guiadas a la luz de las velas con comentarios de un historiador... en el castillo de Bouillancourt-en-Séry hay algo para todos.

Además de los trabajadores locales, el proyecto reúne a más de 50 voluntarios, según Joseph Petit, uno de los organizadores. “Este castillo no es nuestro, es de todos, es nuestro proyecto de apertura”, insiste Vincent de Lardemelle. “Tenemos la sensación de no formar parte de la historia de este castillo. Data del siglo XIII: ha tenido muchos otros propietarios y verá otros después de mí “, concluye humildemente Vincent de Lardemelle .

Aunque tenga razón, lo cierto es que su aportación es incuestionable: la pareja invirtió 220.00 euros de su propio bolsillo antes de conseguir 300.000 euros más de la Fundación Patrimonio y Misión de Berna, 20.000 de Airbnb y el resto del DRAC y de donativos de la región, por un total de 930.000 euros invertidos hasta la fecha. Pero un castillo medieval del siglo XIII lo merece, siendo sinceros.

Este proyecto de renovación está trayendo de vuelta a la vida este vestigio del medievo y dándole un uso cultural y altruista que, indudablemente, será una gran aportación a los residentes y visitantes de la región.