Los cambios físicos drásticos son el abecé de los grandes roles en Hollywood. Ganar o perder masa muscular se convierte en un elemento más del papel interpretativo. El último, pero no el primero, en hacer del gimnasio su fortín artístico ha sido Paul Mescal. El actor irlandés estrena el próximo 15 de noviembre Gladiator II, la secuela dirigida por Ridley Scott, que llega más de dos décadas después de Gladiator, liderada por Russell Crowe.
Ubicada 20 años después de la historia de Máximo, Scott pone el foco en Lucius, hijo de Lucilla (Connie Nielsen, que también regresa a la nueva cinta). Éste ha estado viviendo alejado de su familia en Numidia. Su vida cambia drásticamente cuando soldados romanos, liderados por el general Marcus Acacius (Pedro Pascal), invaden su hogar, matan a su esposa y lo llevan a la esclavitud en Roma, donde se entrena para convertirse en gladiador, inspirado por la leyenda de Máximus.
Convertido en un gladiador, Paul Mescal ha tenido que someterse a un duro entrenamiento para poder enfrentarse a todo tipo de rivales en la arena romana, un cambio físico que, al principio del rodaje, pensó que no tendría que acometer. “Cometí el error de que, cuando se anunció inicialmente que iba a interpretar a Lucius, hablé muy ingenuamente con un periodista y le dije: ‘Creo que voy a hacer de gladiador con un físico más o menos normal’. Me di cuenta de que estaba jugando en contra de lo que realmente requiere la película”, dijo al público que acudió a un pase de la cinta en Nueva York.
El intérprete irlandés ganó 10 kilos de músculo para pisar el Coliseo romano, una meta que consiguió comiendo “muchas pechugas de pollo” y siguiendo al pie de la letra las indicaciones de su entrenador personal. “En pocas palabras, te lo dan todo. En una película de esta envergadura, tienes al mejor entrenador que puedas imaginar, te traen la comida a la puerta, así que eso requiere disciplina, pero no es trabajo duro”, contó Mescal. “En términos de la psicología que viene con el entrenamiento, empiezas a sentir que tu cuerpo es capaz de hacerte daño. Cambia la forma en que te mueves y operas”, añadió sobre las secuelas del ejercicio físico al que estuvo sometido.
Cuando le preguntaron a Mescal sobre las escenas de acción de Gladiator II que conllevaban más riesgo, y si las había hecho antes en un currículo artístico marcado por las cintas de corte independiente, el irlandés explicó: “Ya había hecho una escena de lucha antes, esto fue un pequeño paso adelante en ese sentido. Para ser totalmente justos, los presupuestos de las películas independientes no tienen en cuenta la seguridad de los actores, así que tienes que improvisar y esperar que el otro actor no te pegue en la cara”.
El consejo de Ridley Scott a Paul Mescal
En el año 2000, Scott estrenó Gladiator, película protagonizada por Crowe y Joaquin Phoenix que hablaba de las batallas decoradas entre sandalias y espadas. Su éxito fue rotundo e, inmediatamente después, comenzó a conformar el guion de una posible segunda parte que no ha llegado a las salas de cine hasta más de dos décadas después. Durante el rodaje de Gladiator II, Ridley Scott ofreció un consejo a Paul Mescal. Según relató el actor a la revista Total Film, en su primer día en el set, rodeado de cientos de extras y un escenario imponente en Marruecos, Scott le dijo: “Tus nervios no me sirven para nada”.
Este comentario, aunque contundente, resultó liberador para Mescal, quien lo consideró el enunciado perfecto para afrontar el reto de su papel. La presión de continuar con el legado de Russell Crowe en el papel de Máximus era significativa. El intérprete irlandés recordaba en una reciente entrevista cómo fue su llegada al set de grabación: “Creo que el primer día, al salir y ver que había entre 200 y 1.000 SA [artistas de apoyo/extras], con hogueras encendidas y los muros de Marruecos, pensé: ‘Oh, esto es jodidamente grande’”.
¿Por qué no aparecerá Russell Crowe en ‘Gladiator II’?
Tras la noticia de que Gladiator tendría una secuela, los seguidores de la cinta original empezaron a preguntarse si Russell Crowe volvería a la gran pantalla, o si, en cambio, se trataría de una nueva historia sin relación con la primera entrega. Joseph Quinn, que también forma parte del renovado reparto, habló con Men’s Health sobre la nueva cinta y cómo esta pretende no sólo mantener la esencia de la original, sino también respetar su trayectoria como película de culto. “Éramos conscientes del legado de Gladiator, así que queríamos rendirle homenaje y entender que es una de esas películas que emociona a mucha gente, yo incluido”, indicó el intérprete, conocido por su participación en Stranger Things o Un lugar tranquilo: Día 1.
En Gladiator, Lucius es presentado como un joven impresionado por el valor y el honor del antiguo legionario. En la secuela, esa admiración parece haberse transformado en una determinación por seguir sus pasos. Gladiator II no pretende ser una mera repetición de la original, sino una expansión del universo creado por Ridley Scott. Con un guion escrito por David Scarpa, la película introduce una nueva trama independiente mientras mantiene la esencia de su predecesora. No es el único homenaje a la película original, ya que el largometraje se ha rodado en el mismo coliseo donde se ambientó, hace más de 20 años, la anterior entrega.
El director británico explicó por qué decidió no contar con la presencia de Crowe para Gladiator II: “La trama, francamente, estaba delante de nuestras narices”, dijo. “Creo que estaba tan delante de nuestras narices que pensamos que era demasiado simple. Creo que (Russell Crowe) sigue siendo uno de los mejores actores del mundo, y creo que tenemos una buena relación. Espero que así sea. Mientras no empiece a quejarse de que no se le consultó. ¿Por qué iba a hacerlo? Está muerto”, señaló de forma contundente el director. Máximo Décimo Meridio fallece al final de la primera película, razón de peso que explica por qué Crowe no forma parte de la secuela.