Dice que es su “película soñada” y que llega después de “muchos años deseando dirigirla”. Hace unos ocho años, Paz Vega (Sevilla, 1976) empezó a escribir dos guiones completamente opuestos. Uno de ellos lo protagonizaba un niño y la otra historia giraba en torno a una actriz “venida a menos”. De ahí nace Rita, un relato sobre la violencia de género bajo el paraguas familiar que se sitúa en la ciudad del Nervión durante el verano de 1984. A través de los ojos de dos hermanos, Vega construye un mapa de abuso psicológico y físico para denunciar el machismo sistémico.
La cámara de la intérprete se sitúa en los ojos de Rita (interpretada por Sofía Allepuz), una niña que, aunque no termina de entender los porqués, ve cómo su padre (Roberto Álamo) agrede verbal y físicamente a su madre, interpretada por la propia directora. “Cada día uno abre el periódico y se encuentra, desgraciadamente, con casos así día sí y día también”, cuenta a Infobae España. En España, 38 mujeres han perdido la vida en 2024 a causa de la violencia doméstica, el último caso registrándose hace seis días en Segovia. El número de feminicidios se eleva en España hasta los 1.282 desde 2003, año en el que comenzaron a recopilarse estos crímenes. Los menores huérfanos por violencia de género en nuestro país ascienden a 26 en 2024 y a 459 desde 2013. “¿Nadie se ha parado a pensar en qué pasa con esos niños? ¿Cómo viven esa violencia dentro del hogar?”, se pregunta.
Vega cree que “hay un fallo en el sistema”, pues en la época en la que la película está ambientada “tenían la excusa de que ni siquiera había un nombre” para apelar a ese tipo de violencia. Como mucho, “crimen pasional”. Ahora, en cambio, “sabemos detectarlo, tenemos información”, y sigue ocurriendo: “No puede seguir pasando y, mucho menos, en gente tan joven”, añade. La directora de Rita cree que la “radicalización” en dicha demográfica apela “al teléfono, las redes sociales o el porno que ven desde muy pequeñitos”, que es muy “violento y agresivo” hacia la mujer.
“He hecho mi película soñada”
Paz Vega admite que la idea de dirigir una película, de pasarse de bando, “siempre” le ha rondado la cabeza desde comenzó en esta profesión. No ha vuelto a ver Rita desde que se mostrase en el Festival de Cine de Locarno, “una proyección muy especial” delante de 7.000 personas. “Me quiero quedar con ese recuerdo y no la quiero ver más”, cuenta. “Es complicado ver el trabajo hecho desde la distancia”, cuenta. Por eso, quiere que el tiempo pase y darle a la cinta el espacio necesario para poder verla “con ojos más objetivos”. Aún así, Vega es consciente de haber hecho “la película que quería, mi película soñada”.
La cinta que todavía no ha visto, pero en la que está deseando sumergirse, es The Substance, de Coralie Fargeat. La directora francesa, que ganó el premio a ‘Mejor guion original’ en la pasada edición de Cannes y que se ha convertido en un fenómeno en la taquilla global. “Ojalá genere una reflexión”, dice sobre la belleza, la presión estética o la edad, temas que toca el filme a raíz de las interpretaciones de Demi Moore y Margaret Qualley. “No sólo pasa en el mundo de la actuación, en muchos trabajos hay una glorificación de la juventud, pero tener 50 años está muy bien”, relata. “Es como si cumplir años fuese algo negativo y joder, es que cuando uno cumple años tiene experiencia, tiene vida, eres una persona mucho más interesante que cuando tenías 20 años”, añade. “Además, es que cuando ves a Demi Moore dices: ‘Qué pedazo de mujer’. Es que yo quiero ser Demi Moore”, dice entre risas.
Paz Vega se alegra por el éxito de películas como La virgen roja, La infiltrada, Casa en Llamas o El 47 en la taquilla española, pero advierte que las cintas dirigidas por mujeres no pueden caer “en un subgénero”. “Llevamos ya unos años de grandes obras dirigidas por mujeres”, dice. “A ver qué pasa con Rita”, concluye.