Las mejores series españolas del año que son adaptaciones de libros y que hablan de las adicciones, el terrorismo o la identidad

Desde que comenzó el boom de las plataformas en nuestro país, son muchas las ficciones que se han encargado de adaptar alguna novela o reportaje periodístico para ponerlo en imágenes. Uno de los casos más paradigmáticos fue sin duda el de Patria, de Fernando Aramburu que se convirtió en una de la series más importantes de nuestro país por la complejidad del tema que se trataba, la historia del terrorismo de el País Vasco a través de dos mujeres que se encontraban a uno y otro lado del conflicto armado por haber sido víctimas o formar parte de la familia de los verdugos.

En algunos casos, la apuesta parece segura, sobre todo cuando las series se basan en libros de éxito, como ha ocurrido este año con Reina Roja, de Juan Gómez Jurado, cuya primera temporada se estrenó en Prime Video el pasado mes de febrero.

Aquí recogemos cinco de las propuestas menos obvias de la temporada, aquellas que más han arriesgado a la hora de adaptar los respectivos textos para configurar obras de un valor autoral que las singulariza porque en ellas encontramos la esencia de sus respectivos directores.

Después de triunfar en Netflix con El inocente, el director Oriol Paulo sigue siendo fiel a su estilo en esta ambiciosa versión de la primera novela de Mikel Santiago. Así, la novela negra del autor vasco responsable de La trilogía de Illumbe, se convierte en un thriller marca de la casa del cineasta catalán caracterizado por las atmósferas turbias, los giros narrativos y el juego de las identidades.

La nueva serie de Netflix amplía el territorio psicológico de los personajes para intentar ahondar en sus respectivas historias personales, aunque se mantiene la esencia del libro: un músico en plena crisis creativa que se refugia en un paraje aislado donde comenzará a tener lúgubres visiones de cosas que todavía no han ocurrido.

Un caso particular dentro de la ficción española, ya que es el propio autor el que se encarga de adaptar este libro de carácter autobiográfico en el que contaba su experiencia sobre su proceso de desintoxicación. Javier Giner se encarga de ficcionar su historia personal en una serie que habla sobre un proceso de catarsis personal que nos lleva desde la autodestrucción a la recuperación de la autoestima y la propia identidad.

Oriol Pla se convierte en el ‘alter ego’ del creador para componer un juego de espejos repleto de valentía y honestidad a la hora de destapar muchos de los tabúes y estigmas en torno a las drogas, la salud mental y la hipocresía moral que pervive en nuestra sociedad.

A partir de la novela de Elia Barceló, Clara Roquet debuta como creadora de ficción en esta serie marcada por un reparto coral femenino que establece un diálogo entre el pasado y el presente para contar la historia de un grupo de amigas marcadas por un trauma conjunto que ocurrió 25 años atrás. A partir de ahí se desarrollará una intriga que funciona desde el punto de vista del policíaco pero, sobre todo, del drama personal que ha arrastrado cada una de las protagonistas. En el espectacular reparto encontramos a Elena Anaya, Belén Cuesta, Marta Etura, Irene Escolar e Itziar Atienza.

Los hermanos Sánchez-Cabezudo, responsables de ficciones pioneras como Crematorio, después de su incursión en la distopía de La zona, se introducen en la recreación de los preparativos que dieron lugar a los atentados yihadistas que tuvieron lugar en Madrid el 11-M. Lo hacen adaptando el libro de Manuel Jabois en el que el periodista seguía a algunos de los protagonistas de la llamada ‘trama asturiana’, o lo que es lo mismo, los que facilitaron a los terroristas los explosivos que utilizaron en los ataques. Una serie marcada por el rigor a la hora de adentrarse en la vida de un puñado de personajes marcados por la tragedia.

No está basada en un libro, pero sí en un reportaje periodístico de Nacho Carretero y Arturo Lezcano que se encargaba de destapar cómo funcionaban las mafias de contrabando en la ciudad malagueña. A partir de esa premisa, Dani de la Torre y su colaborador habitual en el guion, Alberto Marini (responsables de La unidad), construyen una estupenda ficción de gánsters ‘à la española’ dentro de un entorno disparatado y excesivo, repleto de contrastes, en el que se mezcla la violencia y la cultura del lujo chabacano y las apariencias.